El hartazgo de los accionistas de Apple

"Nadie es más fan de Apple que yo. Así que antes de leer esto, por favor recuerden que hablo siempre de las acciones de Apple , no de la compañía".

Así comienza su escrito un curtido miembro del foro AAPL Sanity Board de la red social para inversionistas Investor Village, quien usa el seudónimo "djt".

Su cri de coeur (grito del corazón) o apasionada protesta, publicada a principios de esta semana bajo el título ‘Why Apple is going down now; my 2 1/2 cents' (‘Mi humilde teoría de por qué está bajando la acción de Apple") da voz a lo que muchos inversionistas minoritarios de Apple sienten en estos días, palabras que, con su autorización, reproduzco aquí en su totalidad:

Creo que se impone una dosis de realidad.

Apple está bajando hoy por dos razones: las noticias relacionadas con Apple  y/o la falta total de ellas, y por todo lo demás.

La razón más obvia es que Apple está reproduciendo el malestar general del mercado, por las razones macroeconómicas habituales, que se combinan con el ciclo estacional del verano caracterizado por "el vete y déjame en paz mientras me atiborro de gin tonics durante todas las vacaciones en los Hamptons".

También creo que ahora hay más fatiga o hartazgo de Apple de lo que puedo recordar.

Digo esto porque, como tal vez uno de los más acérrimos alcistas de Apple, yo también estoy tan harto de esta acción bursátil en estos momentos que apenas puedo soportar siquiera leer sobre ella. He sufrido tales reveses dramáticos con cada ronda castigadora del mercado que desearía no poseer ninguna de esas cosas tóxicas.

Veamos los hechos:

La mayor recompra de acciones en la historia, aunada a un importante aumento en su dividendo, apenas si modificaron el precio de las acciones. Y a juzgar por el desempeño de hoy, no han detenido la caída. Tal vez ayudó a frenarla, a ponerle piso, pero es difícil saberlo todavía.

Wall Street, a través de sus cabecillas, analistas y expertos, ha fijado claramente su punto de vista: que Apple ya no es una empresa en crecimiento y por lo tanto ya no es el mejor lugar para invertir. Y que hasta que Apple no lance una nueva categoría de producto que ofrezca ingresos sustanciales, el precio de la acción no subirá.

Tim Cook dijo en el último reporte de resultados financieros que la compañía no anunciaría una nueva categoría de producto hasta tal vez el otoño o el próximo año. Estas "noticias" respecto a Apple se dan luego de que la acción ya había estado en el purgatorio durante medio año.

Así que, en pocas palabras, Apple y Wall Street han proclamado que Apple es una acción muerta para el verano. Y el primer día de verano fue el pasado sábado.

La Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC) ha pasado sin pena ni gloria, sin dar a Wall Street ninguna razón para creer que mejorará el potencial de Apple para lograr ingresos o crecimiento. (Me refiero a lo que cree Wall Street, no los consumidores o los profesionales de la tecnología de la información).

Los analistas siguen ajustando a la baja sus precios objetivos, incluso estando la valoración tan baja. Jefferies lo hizo hoy.

No puedo pensar en ninguna buena razón por la que algún inversor querría poseer acciones de Apple ahora. Salvo que sea una apuesta a largo plazo para el próximo año, o tal vez por el dividendo... Pero, ¿por qué arriesgarse a tenerla cuando el precio de la acción subyacente podría bajar aún más? Al parecer, muchos "traders" creen que es mejor comprarla justo antes de que se reparta el dividendo y luego desecharla.

Lamento tanta negatividad, pero los hechos hablan por sí mismos. Wall Street piensa que las acciones de Apple son basura . Al menos por ahora.

Los anuncios acerca de un televisor marca Apple, el acuerdo con China Mobile y un iPhone más barato podrían cambiar el curso de la acción, quizás incluso rápidamente.

Pero basándonos en lo que Tim Cook y Wall Street han dicho, este será un verano largo y doloroso.

Una vez más, me disculpo por mi sentimiento bajista. Pero cuando has sido golpeado severa y repetidamente, como me ha pasado a mí, llega un momento en que tienes que decir lo que piensas sin rodeos.