Las modificaciones a las leyes secundarias en telecomunicaciones que se aprobaron en el Senado el sábado pasado abren la posibilidad de que
además de negociar con Telefónica un acuerdo sobre Iusacell, sin requerir del aval del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).El noveno transitorio de la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones, que deberá ser ratificado por la Cámara de Diputados, permite que las empresas en los sectores de telecomunicaciones o radiodifusión no requieran de la aprobación del regulador para adquirir empresas de su sector o servicio siempre que cumplan cuatro condiciones, entre ellas, la de no acumular el 20% de usuarios.
“El tema sobre esta nueva reglamentación, a nivel general, es que creamos dos formas de evaluar el mismo fenómeno económico, que es la concentración, para los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, y para el resto de los sectores económicos, lo cual va a generar desigualdad”, comentó el especialista en temas de competencia, Víctor Pavón-Villamayor, quien ocupó diversos cargos en la sustituida Comisión Federal de Telecomunicaciones entre 1998 y 2000.
El analista señala que si bien el espíritu del transitorio puede sonar loable, en términos de que los pequeños operadores puedan fusionarse para competir, el poner por ley estas mediciones quita facultades al regulador y flexibilidad a la aplicación, además de que pueden degenerar en permitir monopolios locales.
“Esa es una decisión que debería ser de carácter discrecional por parte del IFT, y no por ley”, comentó el especialista.
No fue posible contactar a Televisa de inmediato, pero la empresa dijo en un desplegado en el diario Reforma que la definición de preponderancia no es un “regalo” para la empresa y señaló que la Constitución marca ya que la preponderancia debe definirse mediante esa vía, y no por servicio.
El noveno transitorio de la minuta de leyes secundarias señala que se busca fomentar “la competencia y desarrollar competidores viables a largo plazo”, por lo que sólo permitirá al regulador realizar investigaciones para saber si la transacción creará a operadores con poder sustancial en algún mercado, e imponerle regulaciones, pero no revertir la concentración.
Televisa, que invirtió 7,000 millones de pesos en un instrumento de deuda convertible para adquirir el 51% de las acciones de Cablecom el año pasado, pudiera concretar la adquisición
Pero el conglomerado de Emilio Azcárraga Jean también
, el cual comparte en partes iguales con Grupo Salinas.“En teoría el transitorio también puede aplicarse a una posible transacción entre estas compañías, aunque habrá que ver al final cómo se hace la medición sectorial”, dijo Pavón-Villamayor.
El sector de las telecomunicaciones cuenta con casi 170 millones de suscriptores entre telefonía fija y móvil, Internet fijo y móvil, televisión de paga, y servicios de radiocomunicación; según los cálculos que realizó el IFT al
El regulador sumó tanto las suscripciones de telefonía móvil e Internet móvil por separado, por lo que si se midiera así una concentración entre los dos siguientes mayores grupos de este mercado, Telefónica y Iusacell, sumarían no más de 30 millones de suscriptores, por lo que no llegarían al 20%, y la transacción no estaría sujeta a la aprobación del Instituto.
“Me parece muy fuerte que el Gobierno no se vaya a meter. Tienen que evaluarse sí o sí estas operaciones, porque no hablamos de la compra de un bien inmueble, sino que estamos hablando de que son concesiones públicas”, dijo un analista que habló bajo la condición de anonimato.
Telefónica ha estudiado en los últimos meses
que ostentan a partes iguales a Iusacell, para unir sus operaciones en el país, y varios analistas financieros han considerado que las compañías han estado a la expectativa de la publicación de las leyes que reglamenten los cambios constitucionales en la materia aprobados hace más de un año para retomar las negociaciones., lo que se prevé suceda esta semana.