Autos ‘chocolate’ aceleran por precios
La creciente importación de autos usados hacia México desde Estados Unidos se explica por la mayor demanda de personas que están dispuestas a adquirir una unidad a un precio inferior del que lo harían en el país, según expertos.
Adquirir un vehículo nuevo resulta complicado debido la falta de condiciones macroeconómicas favorables para los consumidores, ya que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional sigue sin repuntar y el poder adquisitivo tiene una tendencia a la baja desde 1987.
En este contexto económico, el precio se vuelve el principal factor de compra al momento de adquirir un bien durable, dijo el director del departamento de Mercadotecnia y Negocios Internacionales de Tecnológico de Monterrey, Luis Gabriel Zaldívar.
Los autos usados importados ofrecen una mejor relación costo-beneficio respecto a los nuevos que se venden en las agencias, e incluso que los usados nacionales.
De enero a mayo de este año se han vendido 226,372 unidades usadas importadas, que equivalen a 54.4% de los autos vendidos en el país, según datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
El presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís, y el director general adjunto de la AMDA, Guillermo Rosales, consideran que los autos usados importados son uno de los principales factores que inhiben el potencial del mercado interno, calculado en 900,000 unidades adicionales.
Precios más accesibles
Una investigación de la revista Manufactura muestra que los autos modelos utilitarios (SUV) y Pickups que entran amparados a México se comercializan en lotes o tianguis a precios que oscilan entre 4,000 y 8,000 dólares. Algunos se ofrecen con garantía de motor, aire acondicionado y transmisión.
En México, un vehículo de este tipo —la SUV más vendida en el país es la CRV, de Honda, en su versión más austera— puede tener un precio de 317,900 pesos.
En el país no se consigue un auto nuevo por menos de 90,000 pesos. Las opciones más económicas de Ford, General Motors, Nissan, Volkswagen y Dodge oscilan entre 99,700 y 150,000 pesos.
Tereso Márquez, quien desde hace 50 años se dedica a la venta de autos usados importados en Mexicali, niega que estas unidades sean productos “chatarra”.
Asegura que los vehículos fueron fabricados conforme a la normatividad estadounidense, en materia ambiental y de seguridad, la cual es más avanzada que las normas nacionales.
Aunque sean modelos con seis o siete años de antigüedad ya están equipados con bolsas de aire y catalizador. Otros beneficios que los consumidores de Mexicali observan son un mantenimiento barato, bajo costo de derechos vehiculares y una buena relación precio beneficio, entendida como oportunidad de tener un mejor modelo con menos dinero.
Consulta la primera parte publicada el pasado lunes: Autos ‘chocolate’, un negocio para pocos .