Habemus #ReformaEnergética

El Congreso culminó la aprobación de la “madre de todas las reformas” a un año de ser presentada; petróleo, gasolina, luz, reguladores, impuestos y pensiones son algunas de las claves.
petróleo (Foto: Thinkstock)

La Cámara de Senadores culminó la aprobación definitiva de la llamada “madre de todas las reformas”, en un proceso de casi un año desde que el Gobierno de Enrique Peña Nieto presentó la primera propuesta de reformas constitucionales al sector energético.

Aquella iniciativa de agosto de 2013 enfrentó su primer retraso cuando el Partido Acción Nacional (PAN) se negó a discutirla en el Congreso, pues solo contemplaba cambios a los artículos 27 y 28 (al final también se tocó también el 25), además de contener solo un transitorio, lo que daba poca claridad sobre el nivel de apertura al sector que buscaban el Ejecutivo y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

A finales de ese año, con los votos a favor del PRI y PAN -el Partido de la Revolución Democrática (PRD) siempre estuvo contra cualquier cambio- se aprobó una serie de modificaciones constitucionales que fijaron las bases de una apertura que se recibió con sorpresa en el ámbito internacional , pues no dejaba dudas sobre el fin de los monopolios legales de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en sus respectivos mercados.

Después de eso, los legisladores se tomaron más de siete meses para aprobar las leyes secundarias que normarán las actividades del sector de hidrocarburos y eléctrico del país. Salvado este obstáculo, y una vez que el Ejecutivo las promulgue, comenzará una nueva cuenta para que el aparato del Estado trate de revertir la caída de la producción de petróleo, su principal fuente de ingresos.

Te presentamos los principales cambios que traerá la reforma energética, que impactará en especial en los sectores de la extracción de hidrocarburos y generación eléctrica:

1. El regreso de las petroleras privadas

Los operadores internacionales tendrán la puerta abierta tras 76 años desde la nacionalización de la industria petrolera en México. La nueva ley de Hidrocarburos permite que el Gobierno, a través de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la Secretaría de Energía (Sener), y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), configure las bases de las nuevas licitaciones para explotar petróleo y gas natural , ya sea en contratos de utilidad o producción compartida de la iniciativa privada con Pemex, o de manera independiente.

2. Al mejor postor… según Hacienda

Las licitaciones para extraer hidrocarburos las ganarán las empresas que ofrezcan las mejores condiciones económicas , es decir, la mayor renta para el Estado. La Sener y CNH definirán la parte técnica de cada contrato, pero Hacienda tendrá la palabra sobre los temas fiscales, que incluyen la contraprestación para el Gobierno. El papel de la secretaría será fundamental, pues un cobro muy alto puede desalentar la inversión, y uno muy bajo haría perder dinero al Estado.

3. Competencia en gasolinas… y adiós al subsidio

Se le quita el monopolio a las franquicias de Pemex de manera paulatina hacia 2018. Ahora los privados podrán instalar estaciones, importar gasolina y venderla a precios del mercado, aunque se prevé que el precio del combustible suba durante este proceso ante la ausencia del subsidio del Gobierno.

4. La promesa energética del gas natural

Las compañías privadas también tendrán la posibilidad de participar en la extracción del gas natural, pero además, la legislación abre la puerta para obtener permisos para su importación de parte de la iniciativa privada desde Estados Unidos . De hecho la promesa de que los precios de la luz bajarán en el mediano plazo depende en gran parte de esta apertura.

5. La servidumbre legal

La legislación prevé una serie de pasos y de instituciones que se verán involucradas en la contraprestación que deberán pagar las empresas privadas a los dueños de los terrenos donde quieran llevar a cabo tareas de explotación de hidrocarburos y servicio eléctrico, y se contempla que de no existir un acuerdo entre las partes involucradas, el Gobierno puede obligarlos a convenir una contraprestación para que al final se realice el proyecto.

6. La apertura de la petroquímica

Las empresas privadas ya no dependerán de los productos de Pemex Petroquímica Básica, por lo que pueden unir toda la cadena de valor de manera independiente. La apertura de la red de ductos, que controlará el nuevo Centro Nacional de Control del Gas Natural (CENAGAS), les ayudará a tener fuentes alternas a Pemex para comprar el energético, fundamental en la generación eléctrica.

7. La CFE se ‘queda’ con tu casa

La nueva Ley de la Industria Eléctrica prevé la creación de un mercado mayorista de electricidad, controlado por el nuevo Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), donde las grandes empresas puedan vender la energía eléctrica que generen . Pero la CFE mantendrá la distribución y venta de electricidad a los hogares.

8. La Ronda Cero

Pemex sabrá a mediados de septiembre que zonas retendrá para su explotación exclusiva en los siguientes años, además de marcar qué áreas serán susceptibles de entrar en las nuevas licitaciones para privados y para la propia paraestatal. La legislación secundaria definió los modelos de contratos compartidos y de servicio que utilizará la petrolera nacional para trabajar con la iniciativa privada.

9. Pemex y CFE, una carrera por reinventarse

Los monopolios deberán transitar a un nuevo esquema como “empresas productivas del Estado”, por lo que tendrán una mayor independencia en su toma de decisiones internas y manejo de su presupuesto, aunque mantendrán su vínculo estrecho con la Sener.

10. El rescate de las pensiones

El Gobierno tendrá el compromiso de absorber una parte proporcional al acuerdo al que lleguen Pemex y CFE con sus respectivos sindicatos para disminuir el pesado pasivo laboral de las paraestatales, que asciende a cerca de 1.7 billones de pesos. Ambas paraestatales tendrán un año para alcanzar un acuerdo, que deberá incluir el alza en la edad de jubilación, y un sistema de cuentas individualizadas similar a los de una Afore.

11. El ‘tesorero’ de la renta petrolera

Se creó el nuevo Fondo Mexicano del Petróleo, que pretende emular al fondo petrolero noruego (el mayor del mundo) para el pago de pensiones. Tiene como primera tarea capturar los ingresos que reciba el Estado por la explotación de los hidrocarburos, y otorgar a Hacienda un mínimo del 4.7% del PIB, es decir, un nivel similar al que ahora aporta Pemex por el pago de impuestos. A partir de acumular un equivalente al 3% del PIB, comenzará a sugerir que se gaste en rubros de tecnología, pago de pensiones universales o ciencia.

12. La red fiscal

La nueva Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos prevé la creación de cinco nuevas regalías que irán al Fondo Mexicano del Petróleo, y que fijan condiciones más favorables para el privado en áreas de difícil extracción como aguas profundas o shale gas y oil; además de permitirle a Hacienda jugar con las variables de la contraprestación que se fijará en cada contrato.

También se prevé un impuesto especial en la extracción que capturarán de manera directa los estados petroleros, y obliga al Estado tener un colchón de hasta 11,800 millones de pesos en los próximos cinco años para evitar que reciban menos ingresos por hidrocarburos, en caso de que caiga la producción o el precio.

13. Los vigilantes del sector

La nueva Ley de Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética eleva las funciones que tienen la actual CNH y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que tendrán las facultades técnicas y presupuestales para dirigir los sectores de hidrocarburos y electricidad; aunque mantendrán varios vínculos con la Sener, en particular con la creación de un consejo coordinador del sector energético.

También se crea la Ley de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos, un ente con menos poder en sus funciones, y que se encargará de vigilar cuestiones medioambientales. De manera paralela se crea a un “comisario” que fungirá como un auditor independiente para Pemex y CFE.