NASA abre investigación sobre explosión de cohete Antares
La Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) abrió una investigación sobre la explosión de un cohete comercial no tripulado , ocurrida unos segundos después de despegar de una base en Virginia.
La investigación será encabezada por la compañía privada Orbital Sciences Corp., constructora del cohete Antares que estalló, y la Administración Federal de Aviación (FAA), informaron las autoridades.
“Vamos a averiguar que fue lo que falló, lo arreglaremos y vamos a aprender de ello”, dijo Bill Gersteinmaier, administrador de Exploración Humana y Operaciones de la NASA, en una teleconferencia emitida por la página web de la agencia espacial.
“Vamos a continuar al siguiente intento una vez que entendamos plenamente este percance. La tripulación de la Estación Espacial Internacional (EEI) no está en peligro de quedarse sin alimentos u otros suministros esenciales”, señaló.
Nadie resultó herido durante la explosión del cohete, de acuerdo con la NASA y Orbital.
"No vamos a volar otro cohetes Antares hasta que entendamos la causa de la falla y las medidas correctivas necesarias para garantizar que esto no vuelva a suceder", dijo Frank Culbertson, vicepresidente ejecutivo Orbital Sciences Corp.
“Es demasiado pronto para decir cuánto tiempo podría tomar. Vamos a ir a través de los procesos adecuados. Vamos a hacerlo profesionalmente y completamente (...) Pero les puedo asegurar que vamos a averiguar lo que salió mal. Vamos a corregirlo y vamos a volar de nuevo”, subrayó.
La NASA le paga a Orbital Sciences Corp y a SpaceX, con sede en California, para mantener abastecida a la EEI en la etapa posterior a los transbordadores.
Desde que inició el programa de estas empresas todas las misiones habían sido exitosas y seguramente esta falla levantará las críticas al gobierno, pues el presidente estadunidense Barack Obama ha sido un defensor del programa de vuelos espaciales comerciales.
Pese a que el cohete no llevaba tripulantes, su estallido en medio de la noche hizo recordar a los estadunidenses el horror de otras misiones fallidas que lamentablemente si han sido tripuladas.
El transbordador espacial Challenger se desintegró en 1986 a 73 segundos de su despegue y el del Columbia en 2003 al reingresar a la Tierra.