Ábranse las puertas, arranquen las ventas. Es Black Friday en Estados Unidos, el viernes de descuentos y ‘shopping’ frenético.
Los devotos a esta jornada ya están ganando las ofertas en los centros comerciales y tiendas departamentales de todo el país.
Al caer la noche, la bulliciosa intersección Times Square de Manhattan estaba llena de cazadores de ofertas, algunos de lugares tan lejanos como Suecia y Florida.
“¡Dios mío, es una locura aquí abajo!” exclamó una madre dentro de una juguetería Toys R Us mientras alejaba a sus tres hijos de un Tyrannosaurus Rex robótico. Cerca de allí, un empleado que llevaba un sombrero de duende gritaba a la multitud: “¡Les garantizo que cuesta 24.95 dólares!”
Walmart, el minorista más grande del país, inició sus ventas a las 6 pm. En la sucursal que tiene la cadena en Neptune, Nueva Jersey, los compradores desafiaron las largas colas para asegurar artículos con grandes descuentos.
Lola Stoball hizo que su sobrina se formara para adquirir una TV LED de 50 pulgadas en rebaja por 218 dólares, mientras ella hacía fila para una iPad mini. Stoball compra cada año en Acción de Gracias, y también tenía la intención de ir a Target y Toys R Us. “Me encanta ir de compras. Vengo porque es divertido y por los descuentos”.
Los artículos de electrónica es la mercancía en oferta más buscada en Walmart, y algunos compraban para sí mismos. Hassan Mehdaoui encontró una Xbox 360 por 99 dólares. “El precio es increíble. Me encanta conseguir este tipo de cosas, es por lo que vivo”, dijo.
Hubo algunas reyertas. La policía tuvo que intervenir cuando las multitudes se alborotaron en un Walmart de Houston y la ciudad de Michigan, Indiana. En Los Ángeles, los compradores informaron que se desató una pelea por una muñeca Barbie con descuento.
En general, la vicepresidente de Walmart Laura Phillips afirmó que el negocio el día de Acción de Gracias fue “impresionante.” No dio cifras de ventas, pero dijo que 22 millones de clientes compraron en sus tiendas el jueves.
Sin embargo, hubo posturas opuestas. Algunas tiendas, como Costco, aseveraron que los trabajadores “merecen” descansar el día de Acción de Gracias.
Sólo el 12% de los estadounidenses planeaba ir de compras el jueves, de acuerdo con una nueva encuesta de CNN/ORC. Aun así, estamos hablando de unos 36 millones de compradores. Un número mayor -aproximadamente uno de cada cinco- dijo que visitaría una tienda el viernes.
Además, los clientes están descubriendo que no necesitan salir de casa -o incluso levantarse de la mesa- para conseguir ofertas. Muchos minoristas lanzaron sus primeros descuentos hace varios días a través de sus sitios y aplicaciones móviles.
La transición a las compras en línea se refleja en las cifras de ventas del Black Friday. Hoy los ingresos crecen la mitad de lo que lo hacían hace una década, y el tráfico peatonal sigue disminuyendo en los establecimientos físicos de cemento y ladrillo.
Los minoristas esperan que las compras en línea compensen esa diferencia. La National Retail Federation estimó que el gasto en esta temporada navideña crecería 4.1% más que el año pasado a 616,900 millones de dólares. En contraste, se prevé que el gasto en línea crezca aún más rápido, las diversas estimaciones proyectan un incremento de entre el 8% y 15%.
Las tiendas están compitiendo entre sí para aumentar su rebanada de ese pastel, por ello los horarios de apertura son cada vez más temprano. Pero tal vez esa estrategia no tenga mucho efecto:
.Aun así, el Black Friday tiene algo magnético. En la tienda insignia de Macy’s en Manhattan, Manuel Lizaralda y su hermana Stephanie compraban zapatos, chaquetas y suéteres para regalar a su madre. Manuel había viajado desde Bogotá, Colombia, para visitar a su hermana, quien va a la escuela en Nueva York.
Pasaron unas dos horas comprando en Macy’s, pero no habían terminado: iban a una tienda cercana, Zara, para comprar más ropa y zapatos. La oferta especial del Black Friday en Zara era un 30% de descuento en toda la mercancía. “Es increíble. Pero hay demasiada gente; es exasperante”, dijo Stephanie.