Como resultado de las sanciones occidentales impuestas sobre Rusia y la atribulada economía del país, el fabricante de armas Kalashnikov está renovando la imagen de su marca y sus afamadas armas.
Kalashnikov, cuyas ventas han caído, presentó el martes armas de combate con nuevo aspecto, y dijo que también introducirá líneas de ropa y accesorios.
El lanzamiento, aderezado con chicas en vestidos ajustados blandiendo ametralladoras, busca estimular el apetito mundial por los rifles de asalto.
El fabricante de la AK-47 fue una de las primeras empresas rusas en sufrir las
Kalashnikov tiene prohibido exportar sus armas a Estados Unidos. Esa medida se tradujo en una fuerte caída de sus ventas en el mercado de armas más grande del mundo. El depreciado rublo, además, es otro problema para la empresa, que registró una pérdida de 2,700 millones de dólares en 2013.
Para compensar las pérdidas en Estados Unidos, la compañía quiere explorar nuevos mercados en Asia, América del Sur y África. Y asegura que los países “más prometedores” son India y Egipto.
Al mismo tiempo, el fabricante de armas tiene un nuevo eslogan: protegiendo la paz. La empresa afirma que las armas Kalashnikov se fabrican “para mantener la paz en todo el mundo”.
“[Las armas] ayudan a las naciones a proteger su soberanía, su derecho a la existencia pacífica”.
Los estadounidenses aman las Kalashnikovs. Antes de las sanciones, las presolicitudes para sus armas civiles triplicaban sus envíos anuales.