Monsanto más cerca de liberar permisos para maíz transgénico
Las empresas Monsanto, Syngenta, Dow AgroScience y DuPont Pioneer están más cerca de que las autoridades mexicanas den ‘luz verde’ a la revisión de 89 solicitudes para la siembra de maíz genéticamente modificado tras la decisión judicial que levantó la suspensión para el otorgamiento de permisos .
Este miércoles una decisión del Juzgado 12° en Materia Civil del Primer Circuito dejó sin efectos la suspensión de las evaluaciones de solicitudes y el otorgamiento de nuevas permisos para sembrar maíz transgénico.
El juez concluyó que el demandante --un colectivo civil de 53 personas, físicas y morales, y 20 organizaciones civiles del campo -- no probó a lo largo de dos años la existencia de un daño.
"La sentencia que emite el juez nos parece muy contundente (...) en primer lugar establece claramente que la colectividad, que los actores, que los demandantes, no probaron la existencia de daño", dijo el director jurídico de Monsanto, Rodrigo Ojeda.
“Es una buena noticia no solo para las empresas que están tramitando las solicitudes sino también para los investigadores que veían imposibilitada su labor en campo con maíz genéticamente modificado”, comentó Alejandro Monteagudo, presidente del Consejo Directivo de AgroBIO México, organismo que agrupa a las cuatro empresas de biotecnología.
Entre las cuatro empresas suman unas 1,000 hectáreas de siembra experimental y piloto en México, según Monteagudo.
Por su parte este miércoles el Colectivo Civil del Maíz apeló la decisión del juez y está en espera de su resolución. "La decisión judicial omitió resolver sobre todos nuestros argumentos y pruebas", aseguró Adelita San Vicente, representante de la colectividad afectada.
“El hecho de que un juez sin ninguna justificación revoque el fallo nos parece muy grave, corre riesgo nuestra diversidad cultural y nuestra diversidad en términos de ingredientes”, dijo el chef Enrique Olvera, dueño del restaurante mexicano Pujol, entre los 50 mejores del mundo según la lista de San Pellegrino.
Pero según el representante de las empresas de biotecnología la impugnación de los productores no detiene a las autoridades de comenzar a evaluar las solicitudes pendientes.
Sin embargo, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) dijo levantará las medidas cautelares una vez que quede concluido de manera definitiva el proceso por parte del juez, según Francisco Vázquez, director de Comunicación de la dependencia.
La polémica sobre la inocuidad
Las solicitudes de evaluación de un producto transgénico pasan por tres etapas de evaluación para posteriormente recibir el permiso de comercializarla: siembra experimental, programa piloto y comercialización, cuando se otorga el permiso.
En el país no existen aún siembras comerciales de este cultivo. Entre 2009 y 2013 las empresas llevaron a cabo siembras de tipo experimental y piloto, según Monteagudo.
“Derivado de los cuatro años (…) se pudo corroborar que es una tecnología con beneficios e inocua. Esperamos resoluciones positivas en el caso de la autoridad para su comercialización”, agregó el directivo Alejandro Monteagudo.
“En tanto las pruebas científicas sobre su efectos no se hagan públicas es un error permitir abrir el mercado a estos productos”, rebatió Olvera, de Pujol.
En el caso de Monsanto quedaron pendientes 12 solicitudes, ocho experimentales y cuatro comerciales, aseguró Rodrigo Ojeda, director jurídico de la firma.
A nivel internacional se estima que para llevar un cultivo genéticamente modificado al mercado hacen falta 130 millones de dólares y se necesitan 13 años, desde que la empresa desarrolla un cultivo hasta su aprobación.
México produce entre 20 y 22 millones de toneladas de maíz al año, sin embargo, la población consume alrededor de 32 millones, por lo que el país tiene un déficit de alrededor de la tercera parte del maíz que se consume, según AgroBIO.