Grupo Maersk está interesado en el puerto de Veracruz
Grupo Maersk, a través de su operador portuario APM Terminals, está interesado en participar en la licitación de la ampliación del puerto de Veracruz, que arrancó a finales del año pasado.
Contar con una terminal en Veracruz permitirá al gigante marítimo unir sus operaciones en México a través de un corredor logístico entre el Pacífico y el Atlántico, ya que la empresa construye actualmente una terminal de contenedores en el puerto michoacano de Lázaro Cárdenas , que entrará en operación en 2016.
“Nos gustaría incrementar nuestras operaciones en México en el segmento de transporte y la presencia en el segmento portuario. Vemos Veracruz como una buena oportunidad de estar en ambos lados (costeros). Sería clave para nosotros”, señaló el director general de Grupo Maersk, Nils S. Andersen, en entrevista con CNNExpansión, durante su visita a México.
El directivo destacó el crecimiento “consistente” de los volúmenes del comercio en México y la oportunidad que representa la cercanía con Estados Unidos, además de la posición para incrementar el transporte hacia y desde Asia. Desde Lázaro Cárdenas, los contenedores pueden viajar al centro del país por ferrocarril hasta la terminal intermodal de la compañía en Cuautitlán Izcalli. De ahí el interés de la empresa en el puerto del golfo de México.
La terminal de APM en Lázaro Cárdenas será la primera automatizada en América Latina, tras una inversión de 900 millones de dólares y tendrá una capacidad instalada de 1.2 millones de TEU (equivalentes a contenedores de 20 pies) en su primera fase de operación.
En un comunicado, además, apuntó que la compañía espera un proceso de licitación “transparente, en línea con los estándares internacionales”.
Por lo pronto, el grupo acaba de incrementar su presencia en el segmento portuario mexicano a través de la adquisición de la firma española Grupo Marítimo TCB, anunciada a principios de septiembre. La firma, con sede en Barcelona, era dueña de la terminal de contenedores de Puerto Progreso, en Yucatán, que ahora pasa, junto a otras diez más en Latinoamérica, Turquía y España, a la red de APM Terminals.