El ‘boom’ de la stevia en México
Bernardo Andrews recorre el predio El Capomal, muy cerca de Puerto Vallarta, donde la empresa que dirige cultiva la planta de stevia desde hace cinco años. Una decena de jornaleros de su compañía, AgroStevia, siembra cientos de plantines lo más rápido posible: hay tensión en el aire, pues es el día antes de que el huracán Patricia llegue a la zona, y nadie sabe aún que la tormenta perderá fuerza al tocar tierra. El cielo ya pinta los grises y azules oscuros que anticipan un gran temporal.
Andrews está acostumbrado a los contratiempos. “Pasamos muchas vicisitudes, la planta es muy difícil de plantar, es una planta delicada”, dice. “Empezamos como experimento”.
Poco a poco, AgroStevia aprendió a dominar ese experimento y domar un proceso complicado. La empresa termina de sembrar el plantín en diciembre, y entre esa fecha hasta julio o agosto del siguiente año, cuando hacen el último corte, los trabajadores cuidan la planta a diario, con abundante agua, fertilizantes, fungicidas y herbicidas. El entrenamiento de los empleados es bastante profundo, ya que deben aprender a detectar enfermedades y anormalidades en la planta, para aplicar rápido un tratamiento. Este proceso requiere 1.2 personas por hectárea, pero en sembradíos menos especializados pueden trabajar hasta 4.
Una vez cortada, la empresa deshidrata las hojas de la stevia, las empaqueta y las envía por barco desde Manzanillo a Chile. Allí, la compañía Prodalysa, socia de AgroStevia, extrae los componentes dulces de las hojas, que utiliza para hacer fórmulas que se incorporan a alimentos y bebidas en todo el mundo.
Prodalysa nació hace casi 10 años, cuando su director, Javier Sainz decidió entrar a este negocio porque detectó que cada vez más gente estaba buscando productos dulces, pero saludables.
Ésa es la gran ventaja de esta planta frente al azúcar: también es dulce, pero no tiene calorías. Sin embargo, es mucho más difícil de procesar. “No tenía ni idea de todo lo que iba a tener que hacer”, dice Sainz. Su proceso de prueba y error duró casi una década, explica, y aún no terminó del todo. Pero dio sus frutos. Prodalysa desarrolló un método que utiliza agua para extraer los componentes dulces de la planta de stevia y crear fórmulas que se usan como ingredientes en alimentos y bebidas.
AgroStevia y Prodalysa son socias. La primera de estas empresas cultiva la planta y envía toda su producción a las instalaciones de la segunda, en Chile, donde obtiene el extracto dulce y crea las fórmulas para empresas de alimentos y bebidas. Las dos com- pañías pertenecen ahora a Grupo Azucarero México, unos de los principales grupos agroalimentarios del país, que las compró en 2011 y 2013.
Estas empresas son un ejemplo de una industria en expansión que hace cinco años no existía en el país. El consumo de stevia como ingrediente en México pasó de 0 a casi 7 toneladas en ese periodo, según datos de la consultora Euromonitor. Grandes compañías como Danone, Nestlé y Coca-Cola ya emplean la stevia. Grupo Bimbo, por ejemplo , es uno de los clientes de Prodalysa y utiliza sus fórmulas para varios de sus productos.
La previsión es que este mercado siga creciendo, afirma Sainz. “México es un mercado con buen colmillo por lo dulce, hay infraestructura, el clima es propicio para la planta y está cerca de Estados Unidos, que es un mercado muy grande”.
La locura
No hay muchas más empresas en México dedicadas a esta tarea, pues la stevia, cuyo extracto puede ser hasta 300 veces más dulce que el azúcar , es un producto casi recién nacido.
Su uso para alimentos y bebidas fue aprobado en 2008 en Estados Unidos y en 2010 por la Unión Europea. En México, el primer registro oficial de una siembra de stevia es de 2011.
Pero su expansión apenas comienza. “De aquí a 10 años, esto va a ser la locura, y el precio se va a sostener, porque la demanda va a ir en aumento de una manera terrible. Lo que se planta de stevia, se vende”, afirma Javier Flores, asesor técnico de la dirección general de zonas tropicales de la Secretaría de Agricultura, quien tasa el valor actual del kilo de hoja de stevia seca entre 60 y 90 dólares.
Hoy, según Flores, hay cerca de 1,500 hectáreas en las que se cosecha esta planta. La Secretaría de Agri- cultura apoya a 120 de estas hectáreas, a las que destinó cerca 220 millones de pesos (mdp) en los últimos tres años, en apoyos a agricultores mexicanos que optaron por dejar el azúcar y adoptar la stevia.
Las empresas SteviaSanMartín y SteviaMaya, dos compañías de Grupo Pegaso nacidas hace siete años y que operan en Yucatán, trabajan 3.5 hectáreas. La primera de estas firmas investiga y desarrolla las mejores plantas, mientras que la otra las produce y las vende. El grupo planea llegar a 30 hectáreas en diciembre. “Para el próximo año sí va haber un boom. El mercado está creciendo exponencialmente”, dice Pascual Amerena, director de SteviaMaya. “Ahora, todas estas empresas grandes que ya tienen un mercado de personas que piden esos productos hiperdulces (...), con la stevia están empezando a hacer mezclas para bajar el contenido calórico”.
Cada vez hay más grandes compañías que piden este edulcorante para sus productos. La reforma fiscal, que en 2013 aumentó los impuestos de alimentos y bebidas de alto contenido calórico, impulsó a las empresas a buscar estas alternativas.
Grupo Bimbo, por ejemplo, ya utiliza stevia para endulzar cerca de 35% de sus alimentos.
Coca-Cola lanzó el año pasado Coca-Cola Life, una bebida que la compañía define como baja en calorías, endulzada con 50% de azúcar y 50% de stevia. “Definitivamente, una de las cosas que estamos haciendo es trabajando en nuevas bebidas, nuevos productos en los que se estén incorporando no solamente stevia, sino otros endulcorantes”, dice Claudia del Bosque, gerente de salud y nutrición de Coca-Cola, que no compartió cifras sobre las ventas de Coca-Cola Life.
La refresquera, explica Del Bosque, eligió la stevia por tres factores: el hecho de que no contiene calorías, el que tenga propiedades que favorecen la sinergia con varios sabores, sobre todo cítricos, y que ya está bien posicionada como un endulzante no calórico en el público.
La industria de bebidas es la más beneficiada por este boom. En 2014, 76 % del consumo global de stevia fue en bebidas, dice John George, analista de ingredientes de Euromonitor. “Es mucho más fácil reemplazar azúcar en productos bebibles, ya que no hay necesidad de compensar la eliminación de grandes cantidades de azúcar”.
De 2013 a 2014, los mexicanos consumieron 1% menos de bebidas a base de cola endulzada con edulcorantes calóricos, según Euromonitor. Sin embargo, el consumo de bebidas endulzadas con ingredientes no calóricos, como la stevia, subió 3%.
Grupo Danone es otra de las empresas que usa este ingrediente. “Hoy en día, ya el 100% del portafolio de bebidas saborizadas de Bonafont utiliza el edulcorante natural stevia”, dice Claude Eric Chout, director de investigación y desarrollo de Bonafont México. Con este endulcorante, afirma, la empresa redujo 35% en las calorías promedio de sus bebidas saborizadas.
Nestlé también añadió stevia a varios de sus productos, mezclado con otros ingredientes. “No es el gran protagonista del edulcorante, pero es uno que le ha dado cierta revolución al mundo de los saborizantes, y creemos que nos puede ayudar en algunos productos a poder dar un sabor agradable, minimizando el contenido calórico”, dice Mario Vera, vicepresidente de Comunicación Corporativa de la empresa.
El arte de sembrar
Sainz, de Prodalysa, pasó una década recorriendo América Latina de sur a norte en busca del lugar ideal para cultivar la stevia. Comenzó trabajando en campos de Argentina, pero no funcionó. Luego fue a Paraguay, Colombia, Perú, incluso China, y tampoco salió bien. Hasta que, al fin, probó suerte en México hace cerca de tres años, donde se asoció con AgroStevia.
El problema fue que es una planta complicada, sobre la que hay poca información y muchos mitos. “Yo entré a la industria del azúcar en el 77, y la stevia sí fue muy diferente. Con la caña hasta la oyes crecer”, cuenta Carlos González, consultor técnico de Grupo Azucarero México, que supervisa los campos de AgroStevia.
Estas dificultades se ven compensadas por el rápido crecimiento de la demanda. “De 2009 a 2014, el consumo global de stevia (como ingrediente) se incrementó 962 toneladas”, dice George, de Euromonitor. “Si bien este ritmo de crecimiento comienza a ralentizarse un poco, el lanzamiento de nuevos productos a base de stevia y la reformulación de los ya existentes para incluir esta planta seguirá siendo alta”.
A nivel mundial, según la agencia Future Market Insights, el valor del mercado de stevia en 2014 fue de 347 millones de dólares (mdd). Prevé que sea de 565 mdd dentro de cinco años.
Esta expansión del sector es mayor de lo que las empresas pueden cubrir, afirma Sainz, de Prodalysa, cuyas fórmulas ya endulzan productos en México, Estados Unidos, Europa, Israel, Chile y Australia.
Por eso, Grupo Azucarero México tiene planes para que, en los próximos dos años, AgroStevia duplique su superficie de producción y, junto con Prodalysa, crezca 30% cada año para satisfacer la demanda de las grandes empresas de alimentos y bebidas.