Precios de gas LP apuntan a una baja al comenzar 2016

Los precios del gas LP para los hogares mexicanos apuntan a una reducción de 15% al iniciar el próximo año, aunque esto dependerá de que la regulación que emitan las autoridades relacionadas al precio y distribución del combustible permitan tanto la importación como una “apertura anticipada” para que Pemex pueda disminuir los costos de venta a las firmas de este segmento.
La reforma energética prevé liberar la importación del gas LP desde el primer día del siguiente año, que hasta ahora solo lo realiza la petrolera nacional, por lo que las firmas que distribuyen este combustible competirán de manera directa con Pemex para vender el producto a las distribuidores, dijo el presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas LP (ADG), Luis Landeros.
“Lo que puede suceder es que ahora vamos a competir contra Pemex”, afirma el líder de la asociación que agrupa a las mayores firmas de este ramo, en entrevista.
En el esquema actual, sólo Pemex tiene el permiso del Gobierno para importar o producir este energético, además de que su precio lo regula la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que impone un precio máximo de venta al público.
La petrolera nacional importa cerca del 35% del gas LP que se consume en el país, mientras que produce el otro 65%; pero en unos cinco años la iniciativa privada puede sustituir cerca de la mitad de estas compras en el exterior, señaló el líder de ADG.
Si la regulación de precios se mantiene intacta, las mayores firmas de distribución que cuentan con filiales o acuerdos con empresas especializadas en la importación y en el transporte tendrán una ventaja que puede “aplastar” a las de menor tamaño, debido a que lo adquirirán a menores precios que los que oferta Pemex, advirtió el presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas LP del Interior de la República (Adigas), Víctor Figueroa.
“No queremos que se dé la disparidad de que mi competidor llegue con un gas 30% por debajo de lo que me lo vende a mí Pemex, porque entonces van a desaparecer empresas, y va a haber concentración de mercado”, dijo el empresario en entrevista.
Las compañías que puedan adquirir el energético sin la intermediación de la petrolera mexicana tendrán una ventaja que quizá no se traduzca en beneficios para los consumidores, opinó el Centro de Investigación y Desarrollo (CIDAC) en un estudio sobre este mercado publicado a mediados del año.
“Al estar mucho más bajo el precio de referencia internacional que el precio de venta de primera mano de Pemex, dichos gaseros mejorarán su posición relativa sin que eso se traduzca en una mejora para los consumidores por la estructura de precios de venta al usuario final”, explica el estudio del centro de estudios mexicano.
La regulación actual obliga a que a partir del precio máximo – que por ahora ronda los 14.20 pesos- se descuentan los gastos de Pemex, lo que deja los precios de primera mano, es decir el precio al que los distribuidores compran el combustible en cerca de los 10 pesos.
Aunque los precios del gas LP en EU están cerca de 30% más baratos que en México, la baja para el usuario final en el país se acercará al 15% debido a que deben agregarse los costos de importación y distribución de las firmas privadas que lo lleven a los hogares, explicó Luis Landeros.
La intención es que Pemex pueda tomar de referencia los precios de Mont Belviue, en Estados Unidos, de donde la paraestatal importa el refinado, para que a partir de ahí se agreguen los costos, y así tener precios diferenciados según el gasto en cada región del país donde las firmas privadas distribuyan el gas LP.
Los precios en el país vecino rondan los 4 pesos, por lo que si Pemex toma este valor de referencia, entonces le permitirá venderlo más barato a los distribuidores que aún quieran usarlo como su principal fuente para adquirir este producto.
“Habrá quien traiga gas más barato pero habrá que encontrar la forma de que los que competimos lleguemos con un piso parejo”, dijo el líder de Adigas.
Luis Landeros defiende que las compañías del sector que, como sus agremiados, hayan realizado las inversiones necesarias, tendrán esta ventaja; aunque apuesta a que la regulación que imponga la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a Pemex para medir sus precios, junto a una agilización en los permisos de importación, puedan evitar que los competidores que aún dependan de la paraestatal tengan oportunidad de beneficiarse de menores precios.
“Lo que creemos es que vamos a venderlo a precios más baratos a otros distribuidores, y por lo tanto Pemex necesita calcular su precio no a través del decreto, sino a partir de una referencia internacional”, prevé el líder de ADG.
Landeros recuerda que ya existen firmas que realizan las tareas de importación para Pemex, por lo que tienen la infraestructura y conocimiento para hacerlo por su cuenta.