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Infraestructura, ¿el camino correcto?

Invertir en infraestructura es lo más rentable para un país y un elemento clave para el crecimiento; ; pero la prueba de cómo sucede casi nunca acompaña el optimismo que conlleva esta frase.
vie 21 agosto 2009 07:20 PM
Eduardo Torres es Economista Senior de BBVA Bancomer. (Foto: Especial)
Eduardo Torres BBVA BAncomer (Foto: Especial)

La inversión en infraestructura es un elemento clave para impulsar el crecimiento económico y la generación de empleo. Identificar los proyectos cuya ejecución crearía el mayor impacto para la economía interna, en términos de demanda de productos de origen nacional y de generación de empleos, puede ser altamente valioso en el contexto de una política económica anticíclica.

Para que esto se haga realidad, es necesario cumplir algunas características deseables:

  • Que la inversión sea complementaria y no sustituya a la inversión privada. Es decir, que no exista un efecto desplazamiento (o crowding out effect).
    Que se realice en proyectos de buena calidad, rentables desde un punto de vista social y económico.
    Que haya una selección rigurosa de proyectos que permita maximizar su impacto en lo individual y en conjunto.

De materializarse en forma adecuada estas características se logra generar una mayor productividad y competitividad en la economía, que permite elevar el crecimiento potencial y con ello lograr un mayor nivel de bienestar.

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Pero ¿cómo medirlo? La Matriz Insumo-Producto (MIP) puede ayudar a saber cuáles son esos proyectos y su impacto en la economía.

La MIP es una representación de las relaciones entre los distintos sectores de la economía. A través de este modelo se puede determinar la demanda intermedia y final, y el origen de la producción (nacional o importada), y registrar el pago a los factores de la producción, la intensidad de uso de mano de obra y la remuneración del trabajo, al igual que el margen bruto de utilidad para cada actividad.

Las 18 inversiones de más impulso nacional
Basados en la MIP se puede estimar cuáles sectores permiten a la economía interna absorber mejor los aumentos en la inversión. Por ejemplo, si suponemos que la inversión se incrementa en el equivalente a 1% del PIB Nacional para cada rama de actividad considerada en la MIP, ¿cuál sería el efecto –tanto en producción como en empleo– en la economía doméstica, asociada a la formación de capital?

De entre las 79 ramas de actividad que contempla la MIP, hay 18 en las que la inversión pública incide en forma directa o indirecta.

Estas inversiones pueden clasificarse en tres grupos según su efecto sobre la demanda nacional, los incrementos en la formación de capital o la capacidad de la economía para absorber ese gasto haciendo uso de recursos internos:

  1. actividades de alto impacto o en las que la demanda de productos domésticos responde en forma más que proporcional;
  2. actividades de impacto medio-alto o en las que la respuesta en la demanda es cercana, aunque menos que proporcional, al aumento en el gasto, y
  3. actividades de impacto medio-bajo, para las cuales el incremento en la demanda de productos nacionales es modesta con respecto al aumento en la inversión, es decir, es significativamente menor el resultado obtenido a una unidad de inversión utilizada en ese sector.

Resulta interesante notar que en el primer grupo (impacto elevado), aparecen diversas actividades directamente relacionadas con las inversiones en infraestructura, como las que actualmente se llevan a cabo en el país:

  • Fabricación de productos derivados del petróleo y el carbón.
  • Generación de electricidad.
  • Edificación.
  • Obras de ingeniería civil, como carreteras.
  • Infraestructura de transporte (puertos y aeropuertos).

En el grupo de actividades de impacto medio-alto aparecen algunas beneficiadas, aunque indirectamente:

  • Construcción de infraestructura.
  • Transporte por ferrocarril.
  • Trabajos especializados de construcción.
  • Distribución de agua y gas.

 

Está por último el grupo de impacto medio-bajo, en el que destacan las actividades relacionadas con el tamaño mismo del gobierno, y en el que la interpretación es bastante intuitiva y directa.

Por ejemplo, incrementar el peso de la burocracia (actividades del gobierno y la banca central) se incorpora a la economía simplemente vía mayor gasto en consumo; aunque el impacto es bajo porque una parte del ingreso se ahorra, además de que, en el mediano plazo, este gasto es menos productivo y más oneroso para la sociedad.

Con ello, se reafirma la clara preferencia y asignación del gasto público hacia proyectos de inversión y no de gasto corriente.

… y las que generan más empleo
En lo que respecta al empleo, la sensibilidad al aumento en la inversión para las 18 ramas consideradas permite identificar dos grupos: donde el impacto es más que proporcional y menos que proporcional.

En el primero destacan las actividades relacionadas con el sector construcción: trabajos especializados, obras de ingeniería civil y edificación.

La explicación tiene que ver directamente con la intensidad en el uso de mano de obra: entre todas las ramas consideradas, éstas son las que requieren más trabajadores por unidad de producción generada (medida en valor).

En el extremo opuesto están las actividades intensivas en capital, como las relacionadas con la industria petrolera, la generación de electricidad y el transporte; no es ninguna sorpresa observar que en estas actividades los incrementos en la inversión tienen escaso impacto en el empleo.

Los sectores correctos
Las simulaciones a partir de la MIP para identificar las actividades con mayor capacidad para incorporar en la economía interna los incrementos en la inversión, ratifican que la estrategia que ha seguido el gobierno en su política anticíclica, a través del Programa Nacional de Infraestructura, es la adecuada.

Entre las actividades en las que la inversión promovida por el gobierno incide en forma directa o indirecta, la infraestructura ofrece una rentabilidad definitivamente elevada.

Y esto dicho en el sentido de que la infraestructura promueve de manera más que proporcional la utilización de insumos de origen nacional y la creación de empleos.

Lo importante ahora es materializar los proyectos de inversión y asegurar buena calidad, de tal forma que promueva mayor impacto en la economía.

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1 Las simulaciones se realizan con base en la matriz de la economía doméstica, que excluye las importaciones. Es relevante destacar que el ejercicio puede hacerse también con la matriz de la economía total, en la que la interpretación sería el efecto en la demanda de uso de recursos, importados o nacionales, asociado aincrementos en la inversión.
2 En el caso de la producción, el ejercicio consiste en encontrar las actividades en las que, una vez hechas las transformaciones necesarias (la multiplicación del vector de demanda final una vez incorporado el impulso, por la matriz de coeficientes directos e indirectos para la economía doméstica), el nuevo vector del valor bruto de la producción (es decir, la suma del valor de la producción para las 79 ramas) registra el incremento más significativo con respecto a su nivel original. Para el empleo se obtiene un coeficiente de intensidad de uso de mano de obra a partir del valor bruto de la producción y la matriz de personal ocupado total; estas cifras se incorporan en las simulaciones de incremento en el valor de producción para obtener estimaciones relativas al empleo remunerado.

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