Comienzo este año con un gran entusiasmo, gracias a los múltiples correos electrónicos que recibí de mis queridos lectores, después de que hice la convocatoria para que comencemos la búsqueda y el camino del Derecho de la construcción mexicano.
Ingenieros, arquitectos, profesionistas, estudiantes, servidores públicos, académicos, y abogados, por supuesto, se sumaron a mi invitación. A todos les preocupa la falta de atención a las normas jurídicas que regulan la materia. Por eso quiero compartir algunos de sus comentarios:
"He pugnado aquí en Baja California para que se formen abogados en esta rama, pero sin éxito alguno, pues en cuanto aparece el problema lo tratan desde el punto de vista jurídico tradicional, con resultados desagradables", nos dice Guillermo Caballero.
Horacio Silva comenta: "Soy contratista de obra pública y privada, y en un sinnúmero de ocasiones he aceptado tratos injustos y hasta abusos por parte de funcionarios y clientes, con tal de no involucrarme en cuestiones legales".
"Me dedico a la integración de licitaciones. Con esto he podido revisar la gran variedad de reglas que se establecen en todas las obras públicas y en muchos de los casos se hacen de forma arbitraria, o porque los vacíos legales lo permiten", narra Enrique Cosme.
Ussiel García Moreno, planificador territorial, ha desarrollado evaluación de impacto urbano y ambiental, programas parciales de desarrollo urbano, planes maestros y análisis de grandes obras de infraestructura, turismo y vivienda. Cuenta que en esta especialidad "existe mucho por hacer en materia administrativa, financiera, técnica y por supuesto, jurídica".
Por tal motivo, en este año se formará una asociación especializada y Obras difundirá aspectos relacionados con la materia. La semilla está sembrada... hagámosla un árbol frondoso.