Una fórmula para construir más pisos
El dinero para remodelar el Ángel de la Independencia (2006) salió del Fondo de Transferencia de Potencialidades. Ahora, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) hará lo mismo con el kiosco morisco de la colonia Santa María la Rivera y la calle Madero del Centro Histórico. Felipe Leal, director general de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), argumenta que el esquema, surgido en 1996, permite al propietario de un inmueble (público o privado) transferir su derecho de construir a otro edificio, o el potencial de desarrollo urbano de un espacio a otro.
El funcionario añade que los recursos originados por el sistema se destinan al mejoramiento, rescate y protección de las áreas de conservación patrimonial y suelo de conservación, en particular del Centro Histórico.
En un año estará terminado el edificio de Reforma 90. Inicialmente, el proyecto contemplaba 25 niveles y un máximo de 35,617.5 m2 de construcción a partir de la banqueta, como indica el Programa de Desarrollo Urbano para la delegación Cuauhtémoc.
Pero el Sistema de Transferencia de Potencialidad permitió erguir cinco niveles de doble altura más de uso permitido. Pagó cerca de 17,000 pesos por metro cuadrado extra, recuerda José Antonio Revah, director del Instituto de Vivienda (Invi).
"Me parece que es válido, sobre todo en una vialidad como Reforma; es bueno para los inversionistas", comenta Salvador Salazar García, gerente de proyectos de Bosco Arquitectos, despacho que diseñó el inmueble.
Las zonas de mayor demanda de transferencia son el Paseo de la Reforma y Santa Fe. De hecho, la Torre Mayor y el futuro edificio de BBVA Bancomer también deben su altura a este esquema.
Édgar Sánchez Barrientos, investigador de la Procuraduría Ambiental y Ordenamiento Territorial (PAOT), espera que las áreas de conservación también sean tomadas en cuenta como potencial
de transferencia.