La estructura del puente de Las Monas fue construida en 1840, por el escultor Longinos Núñez (discípulo del ilustre arquitecto celayense Francisco Eduardo Tresguerras), en pleno augurio de la nueva nación y con ímpetu de libertad.
Pero ya en la época contemporánea se convirtió en uno de los monumentos más dañados del municipio, debido al paso de 6,080 vehículos diarios, a que es empleado como paradero de personas (más que de autobuses) y a las afectaciones hechas por el graffiti y las horadaciones.
El puente de Las Monas fue rescatado debido a que es un obra bella en su estilo, y aún sólida a pesar del tiempo, sin olvidar su gran utilidad; está en el Centro Histórico de Celaya, sobre la calle José María Morelos.
El uso vehicular produjo vibraciones sentidas sobre la estructura del monumento, lo que contribuyó a que existiera un desprendimiento progresivo de las piezas de canterías, dejando al descubierto tanto la piedra volcánica colocada en forma de cuña, como la estructura original, empezando a acusarse una pequeña pero notoria disgregación de las juntas o emboquillado.
Además, perdió su majestuosidad e importancia como monumento histórico, ya que muy cerca proliferan anuncios publicitarios, líneas de teléfono y eléctricas, ductos hidráulicos y de fibra óptica.
Para revertir los efectos, a finales de 2009 y a principios de este año, el Colegio de Arquitectos de Celaya entregó el proyecto ejecutivo para la restauración al municipio y a Conaculta.
Ahora, sólo queda que la sociedad respete y cuide este patrimonio guanajuatense, consciente de la importancia histórica que tiene, y más aún, de que éste es el año de
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