La mancha urbana busca nueva frontera
Con la entrada en vigor de la Norma General de Ordenación Número 26, el crecimiento urbano del Distrito Federal irá hacia las zonas rurales de las delegaciones Tláhuac, Xochimilco, Milpa Alta, Tlalpan, Álvaro Obregón y Cuajimalpa.
Esta disposición, que forma parte de la nueva Ley de Desarrollo Urbano, determina que uno de los contornos para la construcción de vivienda abarcará desde el Anillo Periférico hasta los límites y el suelo de conservación de la ciudad. Ahí, la altura permitida para las edificaciones será de hasta cuatro niveles y habrá 20% de espacio abierto.
De acuerdo con el informe "La vivienda en el Valle de México: un nuevo concepto de hacer ciudades", elaborado por la Canadevi, en el DF existe una necesidad anual de 37,500 viviendas nuevas.
Una de las zonas de mayor factibilidad de crecimiento es Tláhuac, donde estará la Línea 12 del Metro, que "Aumentará la demanda" de espacios habitacionales, asegura Ana Estela Aguirre, presidenta de la Comisión de Vivienda de la Asamblea Legislativa del DF (ALDF).
La Norma 26, publicada en la Gaceta Oficial de la capital, no aplicará en suelo de conservación, de alto riesgo o vulnerabilidad; en predios que no tengan acceso a vía pública o ésta sea menor a 6 metros de ancho, así como en terrenos ubicados en el área rural cuya factibilidad de servicios sea nula, y en áreas de conservación patrimonial.
Javier Guízar Vargas, director de Atención e Investigación de Denuncias de la Procuraduría Ambiental y Ordenamiento Territorial del DF, alerta que el riesgo de daños ambientales es permanente porque, en ocasiones, se da una interpretación distinta a la norma para aumentar la potencialidad de construcción.
Las zonas rurales del DF "son atractivas para el desarrollo de vivienda", pero el problema radica en la oposición de los ejidatarios o en la falta de servicios, advierte Horacio Martinez, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas, Pueblos y Atención a Migrantes de la ALDF.