De cárcel, a centro cultural
Recluido por órdenes de Porfirio Díaz en el antiguo Centro Penitenciario de San Luis Potosí capital, Francisco I. Madero redactó el borrador del Plan de San Luis, que llamó al pueblo para iniciar la Revolución Mexicana. Casi un siglo después, el inmueble fue reconfigurado como centro cultural.
Este recinto carcelario fue construido entre 1883 y 1904, y funcionó como prisión hasta marzo de 1999, cuando los presos fueron trasladados al nuevo reclusorio estatal de alta seguridad de la ciudad.
Una vez desocupado surgieron las propuestas para convertirlo en centro comercial, museo penitenciario o centro de las artes. En 2003, el gobierno estatal se inclinó por la última opción.
Tras realizar un concurso resultó ganador el proyecto del despacho Más Arquitectos. Su diseño para el Centro de las Artes de San Luis Potosí conservó la fachada, las bardas con las torres de vigilancia, el pasillo perimetral o ‘callejón de la muerte’ y la celda que utilizó Madero.
El edificio, construido con cantera rosa de la sierra de San Luis Potosí, está resuelto en dos niveles y cuenta con ocho crujías rectangulares subordinadas de forma radial a un patio central. Previo a la intervención sólo cuatro crujías habían sido terminadas, por lo que se optó por completarlas.
Para la ampliación de los salones de teatro y danza, así como del estacionamiento, fue necesario remover 22 celdas y el pabellón psiquiátrico. Los muros de piedra de cantera tipo sillarejo de estas áreas fueron reutilizados para levantar más muros y remodelar los patios de las crujías, que cuentan con un ambiente diferente cada uno.
De este modo, en un sitio donde antes hubo presos hoy se forman músicos, actores, escritores y demás artistas. Pero el proyecto continúa, pues se contempla la construcción de residencias para profesores y estudiantes en lo que fue el área de procesados.