Sonora, con proyecto pero sin inversión
Erradicar la marginación de los municipios más pobres de Sonora no es una tarea fácil, pero tampoco imposible. Por eso, organismos como el Consejo Integrador de la Construcción, la Industria y el Desarrollo (Incide) impulsan, desde hace un año y medio, un proyecto para que los municipios con menos de 20,000 habitantes puedan acceder a recursos públicos y privados, para revertir el rezago en infraestructura.
De acuerdo con la ley de ingresos municipales de Sonora, que aprobaron en 2009 los legisladores del estado, 45.8% de los municipios tiene un presupuesto de entre 5 y 10 millones de pesos (mdp) anuales y 30.6%, un presupuesto de entre 10 y 50 mdp en el mismo periodo, para cubrir las necesidades del gasto corriente y algunos servicios básicos.
Pero, en muchas ocasiones, estos recursos no se ejercen debido a la falta de gestión y a la ausencia de expedientes técnicos que validen su aplicación. Por otro lado, la asignación para gasto de inversión es nula, porque depende, en gran medida, de las transferencias o de los programas estatales.
Para salir de este eterno círculo vicioso, el Incide propone crear un banco de proyectos ejecutivos que permitiría gestionar en los sectores público y privado una inversión en infraestructura por 3,000 mdp en los siguientes ocho años. En un inicio arrojaría 1,140 anteproyectos de carreteras, agua, luz, banquetas y drenaje para los 57 municipios más marginados que tiene el estado, así como la correcta presentación de sus propuestas técnicas y financieras.
Según el Incide, el costo del proyecto integral requiere una inversión de 40 mdp, 66.6% menos de lo que cobrarían algunos despachos privados por realizar el trabajo. Sin embargo, el proyecto no resulta atractivo para ninguno de los tres poderes de gobierno, ni para la iniciativa privada, ya que políticamente no es visible ni estratégico frente a la precampaña presidencial de 2012, porque sólo beneficiaría a cerca de 11% de la población sonorense.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que en los países en vías de desarrollo, por cada dólar invertido en proyectos de agua y saneamiento se generan entre 5 y 28 dólares adicionales. Agrega que por cada peso invertido en obras de saneamiento se ahorran 8 pesos en el sector salud, y que por cada peso en infraestructura se consiguen 4 pesos de inversión privada para crear nuevos empleos.
El Banco Mundial (BM) estima que por cada peso invertido en infraestructura vial se produce un beneficio de 5 pesos en la economía en su conjunto, que por cada peso que se destina al deporte es posible ahorrar hasta 10 pesos en seguridad pública, y que por cada peso invertido en prevención se economizan 7 pesos en la atención de desastres y tragedias naturales.
¿Qué más necesitan saber las autoridades y los inversionistas? Es lamentable que los proyectos de inversión en infraestructura se prioricen y politicen por un ‘alto porcentaje de personas’ y no por los beneficios sociales que arrojan.
*Desde 1997 cubre los sectores de infraestructura y transporte en diferentes medios de comunicación.