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Construir para el gigante

La reforma fiscal del año pasado permitirá a Pemex combatir su rezago en infraestructura.
lun 05 marzo 2007 04:05 PM
Pemex

El desafío ya tiene fecha, nombres y cifras. Cantarell, el principal yacimiento de petróleo de México, se agota a un ritmo mayor del anticipado. Si Petróleos Mexicanos (Pemex) quiere cumplir con sus metas de incrementar sus reservas y mantener su producción en los niveles actuales tendrá que invertir alrededor de 15,000 millones de dólares (mdd) en exploración y producción, además de 3,000 o 4,000 mdd en infraestructura para la refinación.

Jesús Reyes-Heroles, su nuevo director, dio recientemente las cifras mencionadas y declaró que la paraestatal necesita nueva infraestructura para mantenerse. Ante el interés del Gobierno, las constructoras mexicanas tendrán que incrementar su volumen de obra y evolucionar tecnológicamente para ganar los concursos. ¿Están listas para hacerlo?

Pemex, la novena petrolera más grande del mundo, deberá inyectar cada año 390 mdd para ampliar, desarrollar y mantener sus instalaciones de gas y petroquímica básica entre 2007 y 2016, postula la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

En el estudio México 2030 Proyecto de Gran Visión —cartera con más de 500 proyectos estratégicos de infraestructura que requiere el país seleccionados en 2006— los agremiados a la CMIC hacen hincapié en la necesidad de llevar a cabo la perforación de 1,520 pozos de desarrollo en la Cuenca de Burgos (en el noreste del país) —que requiere una inversión de 5,181 mdd—, el proyecto petroquímico El Fénix —83,504 mdd—, la perforación de 1,192 pozos  —40,345 mdd—, la perforación de 10,697 pozos de desarrollo en Chicontepec —24,830 mdd—, y la construcción de una nueva refinería para procesar 300,000 barriles por día  —4,258 mdd—. No hay un estimado de inversión total, pues las delegaciones de la CMIC en el país siguen enviando sus propuestas.

A esta larga lista, el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), añade más obras en su estudio 109 Proyectos Estratégicos de Infraestructura: la construcción de nuevos ductos para refinación —273 mdd—, la renovación de ductos primarios —15,011 mdd—, construir un ducto Norte-Sur para transporte de gas paralelo a la costa —802 mdd—, la realización del gasoducto Tepetitlán Región Sur —120 mdd—, entre otras obras que al sumarlas a éstas equivalen a 119,251 mdd.

Si la reforma fiscal permite finalmente la inversión en las obras propuestas por el CICM y la CMIC, las empresas que operan en México necesitarán de personal especializado en diseño de proyectos e ingeniería, estudios geofísicos y geotécnicos, así como maquinaria y equipo para tender ductos y construir plataformas y refinerías. Las compañías tendrán que conseguir la tecnología que les permita participar en los proyectos de exploración y producción en aguas profundas, que por ahora no está a la venta en México, asegura Rubén Camarillo Ortega, secretario de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados.

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Además será necesario conseguir financiamiento, sobre todo barato. De lo contrario difícilmente ganarán los contratos a las grandes transnacionales, pues sus gobiernos o los bancos locales suelen darles facilidades financieras. Juan Antonio Bargés Mestre, director de Investigación del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) no ve muchas posibilidades para las mexicanas. “Hemos cerrado todas las empresas de ingeniería, ya nada más queda ICA”, explica. “Tendremos que superar un cuello de botella muy grande para poder reactivar al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y a todas las firmas de ingeniería que se cerraron los últimos 10 años”.

No obstante, David Shields, consultor del sector, considera que “las compañías constructoras y de servicios a Pemex son muy fuertes y dinámicas, con ganas de incursionar en cosas nuevas”. Como ejemplo señala lo realizado en la Cuenca de Burgos. Las nacionales construyeron infraestructura en este yacimiento de gas natural para la perforación de pozos, caminos, líneas de descarga, gasoducto, estaciones de recolección y plataformas de producción, entre otras obras.

Las constructoras grandes como ICA, Carso Infraestructura y Construcción (CICSA) y Techint México, cuentan con capacidad para realizar los proyectos futuros, pues los años que tienen en el mercado, así como el tamaño y la complejidad de los proyectos que han realizado lo demuestran, opinan expertos como Schields o directivos de la CMIC.

 Desde Techint México, proveedora de servicios de ingeniería, suministro y construcción fundada en 1954, explican que están preparados y dispuestos a participar en los proyectos de la petrolera. La empresa —con amplia experiencia en proyectos de petroquímica, refinerías y ductos, entre otros— seguirá participando en licitaciones de refinerías, proyectos de perforación y tendido de ductos en sitios como Tamazunchale-Palmillas, Manzanillo-Guadalajara o Frontera Norte-Centro de Chihuahua, tal y como ha hecho durante los últimos seis años.

Esta compañía ha ejecutado en este lapso proyectos por 2,400 mdd, como la expansión de las plantas de etileno en las petroquímicas Morelos y Cangrejera —ambas en Veracruz—, la expansión de una planta criogénica en Ciudad Madero, Tamaulipas, seis gasoductos para el transporte de gas natural, una planta de separación de nitrógeno en Ciudad Pemex, Tabasco, y una regasificadora de gas natural licuado en Ensenada, Baja California —estas dos últimas actualmente en construcción.

ICA —la constructora más grande del país— es una de las más aptas para construir las nuevas obras de Pemex, a través de ICA Fluor, subsidiaria que en asociación con Fluor Corporation realiza ingeniería, procuración y construcción de plantas químicas, petroquímicas, refinerías, generación de energía, entre otras áreas. La firma declinó hablar sobre sus expectativas de crecimiento y capacidad instalada, pero su trabajo habla por sí solo.

En enero de 2007 firmó un contrato por 276 mdd en consorcio con Linde Process Plants Inc. para realizar la ingeniería, construcción y servicios de dos plantas criogénicas modulares para Pemex Gas y Petroquímica Básica ubicadas en el Complejo Procesador de Gas Burgos, en Reynosa, Tamaulipas.

En 2004, ICA Fluor —a través de su empresa Industria del Hierro— firmó con Pemex Exploración y Producción cuatro contratos por 169 mdd para la fabricación de igual número de plataformas marítimas de perforación para la región noreste del Golfo de México.

Swecomex, subsidiaria de Grupo Carso, recientemente entró con brío a los proyectos de construcción para Pemex. Hasta 2003 se había dedicado a la proveeduría de la industria de procesos: recipientes a presión, equipos de transferencia de calor, tubería estructural, tubería de procesos y vigas, entre otros. Sin embargo, Carlos Slim tenía nuevos planes para ella. En 2001 concursó para la construcción de plataformas marinas y ganó nueve de ellas.

Se preparó bien para su nueva labor. Compró y rehabilitó dos patios de fabricación, uno en Tampico, Tamaulipas, y otro en Tuxpan, Veracruz. En sus nuevas instalaciones, Swecomex construyó o reconstruyó cuatro plataformas de perforación, una de telecomunicación, dos aligeradas y dos de producción (KUM y KUS, esta última la más grande construida en el país, ver p. 61).

¿Quién puede con el reto?
Santiago Carneado, analista de Standard & Poor’s, considera que el de las mexicanas con conocimiento y experiencia es un club selecto. “Las extranjeras se van a beneficiar”, comenta.

Bechtel Corporation —especializada en ingeniería, construcción y manejo de proyectos para desarrollos de petróleo y gas, plantas nucleares, aeropuertos y caminos, entre otros— es una de las que quiere entrar en el concurso por las nuevas obras. Con sede en San Francisco, EUA, está dispuesta a participar en todo tipo de proyectos, especialmente en los de petroquímica, pues le permitiría sacar provecho a la asociación que tiene con Shell, la sexta petrolera más grande del mundo.

Pese a tener oficinas en el país y presencia en América Latina, no tienen ningún proyecto para Pemex en cartera, pero están preparados para realizar proyectos relacionados con hidrocarburos. Alejandro Arredondo, su vocero en México, explica que cuentan con capacidad para contratar personal nuevo requerido en este tipo de obras. “He contratado 3,500 personas en dos meses”.

Halliburton, firma estadounidense con sede en Houston, Texas, y especializada en infraestructura energética, también cuenta con oficinas en México, aunque dicen que de momento no tienen previsto participar en licitaciones de Pemex y se están concentrando en otras áreas del sector infraestructura.

La multinacional española ACS–Dragados trabaja en México desde hace algunos años. Según su página Web, la empresa sólo tiene dos fábricas de construcción de plataformas y sistemas flotantes, una en Cádiz, España, y la otra en Tampico, Tamaulipas. Ya han construido plataformas para Pemex (KU–A2 para el yacimiento Ku-Maloob-Zap en Campeche), y han rehabilitado dos plataformas de perforación y construcción en Cantarell, pero no quieren comentar para qué más se están preparando.

Las empresas extranjeras están listas para concursar por las obras futuras de Pemex en infraesctructura. Sin embargo, sólo algunas nacionales están en condiciones de competir. Las mexicanas, sobre todo las pequeñas, no tendrán otro remedio más que asociarse.

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