¿Mi hijo tiene déficit de atención?
![Un niño inquieto o distraído no es sinónimo de un pequeño con problemas de déficit de atención. (Foto: Jupiter Images)](https://cdn-3.expansion.mx/dims4/default/444a209/2147483647/strip/true/crop/328x230+0+0/resize/1200x841!/format/webp/quality/60/?url=https%3A%2F%2Fcherry-brightspot.s3.amazonaws.com%2Fmedia%2F2010%2F04%2F07%2Ftdhadeficitatencioninquietodistraidoestudiante.jpg)
Generalmente antes de llegar a la pregunta que formula el título de este artículo, los padres que se la hacen ya pasaron por varios momentos muy difíciles, que en algunos casos los puso al borde de la desesperación, sobre todo, porque la mala conducta y el bajo desempeño del niño, así como las constantes advertencias y señalamientos de los maestros en la escuela y otras personas cercanas a él de que algo anda mal, parecen no estar fundamentadas en algo concreto y específico que ayude a ver el problema, lo que genera impotencia y mayor confusión.
Es importante señalar que ante la duda se busque realizar el diagnóstico lo más pronto posible, ya que de esto dependerá disminuir los impactos negativos que enfrentara la persona que lo padece, sobretodo en los aspectos social y emocional, los cuales se agudizan por las experiencias de fracaso y rechazo que se van acumulando a través de los años. Llegar al diagnóstico no es fácil por lo que se explica en seguida.
En el TDAH los síntomas principales son: la inatención, la hiperactividad y la impulsividad, que son como la punta de un iceberg, sin embargo debajo de la superficie pueden estar presentes: problemas con la memoria de trabajo; deterioro de la noción del tiempo; problemas del sueño; retrazo en el desarrollo; bajo autocontrol; problemas de aprendizaje; dislalia; discalculia; dislexia; poca tolerancia a la frustración y otros trastornos psiquiátricos coexistentes, por lo que se debe de realizar un diagnóstico diferencial, ya que de ello depende el tratamiento a seguir y el éxito del mismo.
Para un diagnóstico correcto es importante saber que existen otros padecimientos que producen síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad, que -como se mencionó- son los más conocidos y característicos del TDAH, pero que no por estar presentes son TDAH. Es papel del médico diferenciar aquellas situaciones que cursan con déficit de atención o aumento en la actividad motora pero que son resultado de otras condiciones, como:
• Déficits auditivos y visuales (el niño se queja de no ver bien, o se acerca mucho para leer, no escucha, pareciera inatento),
• Retardo mental (déficits en múltiples áreas, retraso en el desarrollo detectado desde muy temprano),
• Uso de medicinas como, broncodilatadores para el asma, antihistamínicos, (el médico debe hacer un listado completo de las medicinas que el niño está recibiendo),
• Autismo (dificultades en múltiples áreas, interacción social, lenguaje, algunas veces muy difícil de diferenciar de TDAH),
• Depresión (otros síntomas asociados, pobre autoestima, cambios en apetito, nivel de actividad),
• Situaciones ambientales temporales, como pérdida de un familiar, cambios en la rutina, etc. (revisar estos aspectos con detenimiento, especialmente si existe un inicio claro y temporalmente asociado con los síntomas).
Es conveniente señalar que actualmente no hay pruebas de laboratorio, neuropsicológicas, electroencefalograma, análisis de sangre o neuro- imágenes (IRM, PET), que sirvan para asegurar la presencia del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, en caso de usarse alguna de éstas pruebas, debe de ser para descartar otros padecimientos y bajo la responsabilidad del médico, puesto que el diagnóstico del TDAH es clínico, esto significa que se hace a partir del análisis de la información recabada entre las personas cercanas al niño y no por lo que alguna de las pruebas mencionadas arrojen.
Para llegar al diagnóstico el médico debe:
- Elaborar la historia clínica detallada.
- Realizar entrevistas a los padres, maestros y cuidadores del niño.
- Aplicar cuestionarios sobre la presencia e intensidad de los síntomas.
- Descartar otros padecimientos
- Realizar una valoración psicológica
Toda la información obtenida en las entrevistas, los cuestionarios, los exámenes físicos, la evaluación psicológica, se complementa con los resultados de los cuestionarios específicos para el TDAH, con lo cuál se establece un perfil sobre los síntomas predominantes del TDAH y sobre la presencia de los síntomas que responden a otros problemas.
A partir del diagnóstico preciso que describa claramente el estado del niño en todos sus aspectos (médico, emocional, social, conductual, aprendizaje, desempeño escolar y procesos cognoscitivos), se podrá determinar el tipo de tratamiento que se debe instrumentar y marcar una línea base para medir los avances u obstáculos que se vayan presentando a lo largo del tratamiento.
No hay que perder de vista que el TDAH no se diagnostica en una sola consulta, ni con base en unas cuantas preguntas sobre si el niño es inquieto o no. La tabla siguiente ayuda para saber con quién ir.
Profesionista
|
Valoración Psicoeducativa
|
Diagnóstico del DAH
|
Tratamiento psicológico
|
Tratamiento farmacológico
|
Profesor/a
|
SI
|
NO
|
NO
|
NO
|
Psicólogo/a
|
SI
|
SI 1,2
|
SI 1
|
NO
|
Neuropsicologo
|
SI
|
SI 2
|
SI
|
NO
|
Médico General
|
NO
|
SI 1,3
|
NO
|
SI 1
|
Médico Familiar
|
NO
|
SI 1,3
|
NO
|
SI 1
|
Pediatra
|
NO
|
SI 3
|
NO
|
SI 1
|
Psiquiatra
|
NO
|
SI 3
|
SI 1
|
SI 1
|
Neuropediatra
|
NO
|
SI 3
|
NO
|
SI
|
Paidopsiquiatra
|
NO
|
SI
|
SI
|
SI
|
Trabajadora Social
|
SI
|
NO
|
NO
|
NO
|
1 Casos leves a moderados luego de entrenamiento específico. 2 Con apoyo del área médica. 3 Con apoyo del área psicológica
* El autor es Vicepresidente de la Fundación Federico Hoth, A.C y Director General Proyectodah.