¿Crisis de los 40? No en lo laboral

Dice una frase muy conocida "lo mejor de la vida empieza a los cuarenta" y me atrevo a decir que es verdad... Si bien a los cuarenta años en la vida de una persona, concretamente en una mujer suceden cambios muy importantes en los ámbitos físico, biológico, psicológico, emocional,  social, el ámbito laboral no es la excepción.

Según José Luis Mota Garay a la crisis de los 40 se le llama así porque se había observado que el momento más álgido de esta crisis se da entre los 35 y 45 años. Aunque puede considerarse natural, no es tan nítida y acelerada como la crisis de la adolescencia. Además se le llama la "crisis de la media vida", porque se considera que a esa edad se ha recorrido la mitad de los años de expectativa de vida. Y también se le llama "crisis de madurez", ya que de ella puede salirse con un equilibrio y un sentido del deber que permiten suponer que, a partir de ese momento, se puede alcanzar una vida lograda y fructífera.

Cualquier cambio genera crisis porque se "rompe" un status quo que otorga estabilidad y confort, sin embargo es en la situación de cambio en donde la persona forja su carácter y evoluciona.

Los "famosos cuarenta" por lo tanto son una edad de cambio, de crisis y también de consolidación. A los cuarenta años ya una mujer tuvo ocasión de formar una familia en la mayoría de los casos y la que no también de alguna manera ha decidido que hará en su proyecto de vida personal (soltería, unión libre, etc), lo mismo sucede con su desempeño o vida laboral, ya ha tenido ocasión de trabajar en diferentes empresas o bien de tener la suya propia y determinar su trayectoria de trabajo.

Sin embargo, no en todos los casos es así, ya que si bien las mujeres que ya están laborando van trazando su plan de vida y carrera en esa compañía (sea propia o no) hay otras tantas que encuentran barreras para desarrollarse y encontrar un trabajo competitivo y bien remunerado dada su edad.

El paradigma que existe sobre la edad productiva de la mujer de cuarenta años o más, laboralmente hablando debe cambiar... es en esta edad cuando la mujer está en plenitud intelectual, las decisiones que toma son más objetivas y mejor fundamentadas, el concepto sobre la vida, la familia, el trabajo y el éxito está enriquecido por sus experiencias (dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo), la capacidad de aportar opiniones certeras y maduras está más "afinada".

Por todo lo anteriormente descrito considero que las empresas deberían modificar y enriquecer sus perfiles de puestos en cuanto a la edad y competencias que se requieren para todo tipo de funciones no sólo gerenciales o directivas de manera que las mujeres de 40 años o más tuvieran la oportunidad de aplicar exitosamente para obtener trabajos reconocidos y bien remunerados.

*La autora es académica de la Escuela de Ciencias Económicas y Empresariales  de la Universidad Panamericana . Además es especialista en dirección estratégica del factor humano.