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Presupuesto 2011: la prueba de fuego

La aprobación de la Ley de Ingresos y Egresos de 2011 es un reto difícil, considera Fernando Dworak; su negociación definiría candidaturas de actores como Ernesto Cordero hacia 2012, dice el experto.
lun 06 septiembre 2010 06:05 AM
El jefe de la unidad de planeación económica de la SHCP, Miguel Messmacher resaltó la importancia de la producción petrolera en la recuperación. (Foto: Jupiter Images)
peso dolar inversion ji.jpg (Foto: Jupiter Images)

Tras las elecciones locales del pasado mes de julio, el sexenio entró a su recta final. A partir de este momento y hasta finales de 2011 la atención se centrará en los procesos de selección de candidatos al interior de los partidos, así como los actos, obras y omisiones de quienes son percibidos como precandidatos.

De acuerdo con varios analistas y enterados de la política, uno de los precandidatos más aventajados del PAN es el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero . Dado que asumió funciones el 9 de diciembre de 2009, no le correspondió todo el proceso de negociación del paquete económico de 2010.

Por lo tanto, uno de los grandes retos de Cordero será la aprobación de la L ey de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de 2011 . Una gestión considerada exitosa o fallida afectará de manera positiva o negativa sus expectativas. Revisemos algunos de los factores que pueden influir en el resultado final.

El primer problema es estructural y deriva de la no existencia de una carrera legislativa. Lo anterior genera dos problemas.

En primer lugar, mientras en otras democracias las relaciones entre los poderes ejecutivo y legislativo son continuas a lo largo del tiempo y los operadores estables, en México todo empieza desde cero cada tres años. Por lo tanto, los interlocutores cambian y se dificulta establecer acuerdos que trasciendan una legislatura.

Consecuencia de lo anterior, si nadie compite para el mismo puesto en la siguiente elección, no hay responsabilidad política. Por lo tanto, se pueden tomar decisiones irresponsables sin que alguien asuma los costos.

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Un ejemplo de esto: la propuesta del PRI para disminuir el IVA del 16 al 15%. Podría ser una medida conveniente para la economía de los individuos, pero nadie habla sobre cómo cubrir el vacío en los ingresos. Y aunque Emilio Gamboa Patrón, en su carácter de líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), afirma que esto se puede cubrir eliminando los subejercicios del gobierno, tanto él como su partido hacen mutis sobre temas apremiantes como una verdadera reforma hacendaria.

A decir verdad, los diputados tricolores están haciendo cálculos sobre la popularidad que traería la medida para su partido y cómo esto incrementaría las posibilidades para tener un puesto en el gobierno tras un posible triunfo del PRI en el 2012.

Podríamos agregar algo más sobre este punto: la presidencia de la comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados la tiene el priísta y mexiquense Luis Videgaray Caso, y entre el PRI y el PVEM tienen la mayoría en este órgano interno.

¿Generaría la reelección inmediata conductas responsables? No obligatoriamente, pero abriría la posibilidad de la rendición de cuentas. Digamos que es una condición necesaria para que nuestra clase política modifique sus conductas.

Otro factor que influirá en la negociación del paquete económico de 2011 deriva de los tiempos políticos. Acabamos de entrar en el último tercio del sexenio del Presidente Calderón. Como dirían los estadounidenses, el titular del Ejecutivo se ha convertido en un pato cojo o lame duck. Esto significa que ya va de salida y ha perdido mucho del poder y margen de maniobra que tenía. Lo anterior es independiente de cualquier consideración sobre su estilo personal o desempeño: así es la política.

Derivado de esto, los partidos están afinando sus maquinarias rumbo a la contienda de 2012. Por lo tanto, tienen pocos incentivos para colaborar con el gobierno. Mucho se habla en los periódicos de temas como los agravios del PRI por las alianzas electorales de 2010 o si ese partido va a usar su mayoría para imponer un presupuesto como venganza. Esas son declaraciones que venden. La realidad es más sencilla, aunque no tan espectacular.

Las coyunturas también influirán. Principalmente el hecho de que el secretario de Gobernación, Francisco Blake, tiene poco tiempo de haber ejercido funciones. Cabe recordar que esa secretaría concentra la interlocución con el Congreso. ¿Cómo funcionará la dupla Blake - Cordero? ¿Quién asumirá los méritos o los costos ante un eventual éxito o revés al negociar el paquete económico? Nadie sabe todavía.

En breve, la moneda está en el aire. Veamos qué sucede en las próximas semanas.

*El autor es maestro en Estudios Legislativos por la Universidad de Hull (Reino Unido) e investigador asociado del CEEY.

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