OPINIÓN: El problema de la ley de inmigración de Obama
WASHINGTON (CNN) – En su discurso del martes, el presidente Obama estuvo acertado en hacer un llamado para reformar nuestro fallido sistema de inmigración. Pero el plan del presidente para crear un camino a la ciudadanía para 10 o 12 millones de inmigrantes ilegales e incrementar la inmigración legal no sólo está alejado de la realidad económica, sino que repite los errores del pasado.
El presidente aparentemente cree que hay una falta de trabajadores. Sin embargo, el reporte de los empleos de abril es terrible, particularmente para los jóvenes y los menos preparados, quienes compiten directamente con los inmigrantes ilegales en el fondo del mercado laboral. Por ejemplo, el desempleo estuvo cerca del 15 % en aquellos de 25 años o mayores sin un certificado de secundaria y 25 % para los adolescentes (de 16 a 19).
Es aún peor si incluimos a aquellos que han dejado de buscar empleo. La mayoría de los estadounidenses no compite con los inmigrantes ilegales por empleos, pero aquellos que sí, están entre los más golpeados por esta recesión.
De acuerdo con el Centro Hispano, ocho millones de inmigrantes ilegales cuentan actualmente con empleo en Estados Unidos. Arraigarlos permanentemente en el país con un estatus legal, como plantea el presidente, no tiene sentido con el panorama laboral.
Hay un debate entre economistas sobre qué tanto se reduce el empleo para las clases menos educadas y los jóvenes debido a los inmigrantes, pero hay evidencia clara de que lo hace.
Un análisis que realizaron investigadores del Centro de Estudios del Mercado Laboral de la Universidad del Noreste, reveló que la inmigración daña de manera significativa las oportunidades para los jóvenes y las clases menos preparadas nacidas en Estados Unidos.
Un informe del Buró Nacional de Investigación Económica reveló que la inmigración explicaba el 40 % del rechazo laboral para hombres negros con baja preparación en las últimas décadas. Un documento publicado en el 2010 por la Reserva Federal concluyó que la inmigración reducía la tasa de empleo de los adolescentes nacidos en los Estados Unidos en 7 puntos porcentuales.
Sólo si ignoramos la difícil situación de dichos trabajadores tendría sentido la propuesta del presidente. Asimismo, el plan del presidente repite los errores del pasado. En 1986, 2.7 millones de inmigrantes ilegales recibieron amnistía durante la Ley de Control y Reforma Migratoria, y el índice de inmigración legal permanente se duplicó bruscamente a más de un millón un año después. Además, se estima que la población ilegal es el doble de la que había en 1986, en parte porque la ley no fue aplicada con firmeza tras ser aprobada.
Es casi seguro que lo mismo ocurriría mientras grupo étnicos de presión, la comunidad empresarial y otros trabajasen como lo hicieron anteriormente para flexibilizar los esfuerzos de aplicación de la ley una vez que se apruebe un camino para la ciudadanía.
La inmigración ilegal también se incrementó después de 1986 porque el aumento en la inmigración legal atrajo más inmigrantes ilegales. Investigaciones sociológicas demuestran que la inmigración ilegal es provocada por redes sociales.
La gente normalmente no decide dejar su país natal a menos que haya algún tipo de red de apoyo que la esté esperando en el país de destino, la cual le brinde acceso a empleo, vivienda, etc. Al legalizar a los inmigrantes ilegales e incrementar la inmigración legal, saturamos la inmigración ilegal.
Si realmente queremos controlar la inmigración ilegal, tendremos que reducir los niveles futuros de inmigración legal para que con el tiempo, las redes sociales se vean mermadas. Asimismo, tendremos que ponernos serios con la aplicación de la ley. A menos que estemos preparados para hacer esto, el problema seguirá en un futuro incierto.