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OPINIÓN: Strauss-Kahn es un 'gran seductor'

El biógrafo del ex director del FMI difiere de quienes lo consideran un agresor de mujeres o alguien capaz de recurrir a la violencia
mar 24 mayo 2011 02:24 PM
Strauss-Kahn - FMI - carta
Strauss-Kahn - FMI - carta Strauss-Kahn - FMI - carta

Nota del editor: Michel Taubmann es un periodista francés con ARTE, la televisora germano francesa, y director de la revista Le Meilleur des Mondes. Taubmann es autor de varios libros, el más reciente una biografía de Dominique Strauss-Kahn "Le Roman vrai de Dominique Strauss-Kahn" (Le Moment, France).

(CNN) — Durante los dos años que pasé preparando mi libro Le Roman vrai de Dominique Strauss-Kahn, publicado el 5 de mayo, me reuní con 65 personas que lo conocían bastante bien: colegas o enemigos políticos, miembros de su familia, amigos de su juventud y muchas mujeres.

Me reuní, por supuesto, con su esposa, Anne Sinclair; su primer esposa, Hélène Dumas, ex novias y muchas mujeres que trabajaron con él durante su larga carrera en el FMI, el Parlamento Francés y varios cargos en el gobierno como jefe de Sarcelles, una ciudad en un suburbio de París.

No es común en Francia que un periodista escriba de la vida privada de un político. Yo lo hice en mi libro. Todas las mujeres que conocí me confirmaron que Strauss-Kahn es un gran seductor , como muchos políticos franceses, especialmente Sarkozy, Chirac y Mitterrand.

Estas mujeres lo describieron como un hombre encantador y dulce, a veces cautivador, pero completamente incapaz de ser violento. Sin embargo en 2007, una joven y talentosa escritora francesa, Tristane Banon, acusó a Strauss-Kahn de intentar violarla. Banon nunca emitió una queja formal en contra Strauss-Kahn. Pero sus acusaciones me atormentaron durante dos años. Personalmente yo no puedo tolerar cualquier tipo de violencia, habiéndome casado con una ministra presbiteriana, creo profundamente en la moralidad, respeto por la no violencia y derechos de las mujeres.

Escribí un capítulo en mi libro acerca de Banon. Durante mi investigación del caso, le pregunté a varias personas -incluyendo a la joven en cuestión- y al propio Strauss-Kahn. Mi conclusión es clara: no hay pruebas de la acusación de Banon. "¿Strauss-Kahn es el gran seductor? ¡Claro! Pero no es un violador". Eso fue lo que escribí en mi libro, publicado unos días antes del escándalo de Sofitel.

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Una semana después, en periódicos extranjeros y franceses, se habla de "versiones" acerca de Strauss-Kahn . Conocía la mayoría de ellas. Pero ninguna de esas fueron consideradas con seriedad antes del arresto de Strauss-Kahn, ni por mi ni por cualquier otro periodista francés.

No sé qué pasó el 14 de mayo en el cuarto 2806 del hotel Sofitel en la Ciudad de Nueva York, y estoy completamente seguro de que la justicia estadounidense encontrará la verdad. Pero como el biógrafo de Dominique Strauss-Kahn soy el periodista que conoce mejor su vida, su psicología y personalidad. Y sostengo que la acusación de una agresión sexual no corresponde con cualquier cosa que conozco de él.

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