OPINIÓN: China contra Estados Unidos: ¿De quién será el siglo 21?
Nota del editor: La siguiente nota es un extracto editado de una transcripción de Fareed Zakaria contestando preguntas en línea.
(CNN).- Claramente estamos pasando un mundo post Estados Unidos. Este mundo eso uno que no es dominado por Estados Unidos, pero tampoco por ningún otro país.
El siglo 21 puede ser de cualquier y cómo le vaya a Estados Unidos depende de qué tan bien pueda situar los ingredientes clave para el éxito económico y social.
En el siglo 20, los ingredientes clave eran el trabajo y el capital.
En el siglo 21, los ingredientes clave serán las ideas y la energía.
Las ideas serán críticas porque la manufactura se ha vuelto una mercancía. Eso significa que cualquiera puede crear lo que sea. Lo único que distingue a alguien hoy es si esa persona u organización tiene nuevas ideas e innovaciones. Necesitamos crear una ratonera mejor cada semana. Necesitamos crear algo nuevo y único.
La energía será crítica simplemente porque todos están creciendo rápidamente y todos necesitamos un abastecimiento energético. Los países que han resuelto el rompecabezas de la energía les irá cada vez mejor.
Así que ¿quién está mejor preparado para el nuevo mundo?
En una forma extraña, China está mejor preparada para el siglo 20. Tienen mano de obra barata y están generando cantidades enormes de capital. Ellos pueden crear lo que quieras que hagan. Pero no han podido crecer en la cadena de valores. Ellos no han podido generar grandes y nuevas ideas.
Como Estados Unidos, China también batalla con el tema de la energía. China es un consumidor, no un productor de energía.
Pero ellos están volviéndose listos rápidamente en el frente de la energía. Ellos se están convirtiendo en los líderes globales de energía limpia, ya sea solar o eólica.
Ellos están intentando moverse agresivamente en la cadena de valores. Ellos están poniendo los cimientos del siglo 21. Ellos están construyendo un gran sistema universitario y ellos están trabajando para crear laboratorios de investigación.
En el caso de Estados Unidos, tiene todos los ingredientes para tener éxito en el siglo 21. Tiene a las compañías más innovadoras del mundo como Facebook, Apple y Google; la mejores universidades del mundo; el nexo entre universidades y compañías orientadas a la investigación.
Tiene los mercados de capital más dinámicos del mundo, una sociedad diversa e increíblemente flexible, lo cual es en gran parte debido a su innovación social inherente y dinámica.
Pero lo que nos falta es un sistema político que aproveche y ejecute todo esto.
Lo vemos en lo que se refiere a políticas energéticas. Estados Unidos no tiene políticas energéticas y no ha tenido una desde hace 30 años. No es sólo eso. Tampoco tiene una política de inmigración. No tiene una política hacia trabajos y crecimiento. No tiene una política dirigida al déficit presupuestal.
En lugar de eso, existe una parálisis política absurda en Washington en donde todos están más preocupados en ganar más popularidad y mantener su viabilidad con sus miembros más extremos, en vez de juntarse y solucionar sus problemas.
Solía existir un modelo en el que te hacías famoso como legislador al hacer tratos, al intentar hablar con el otro lado y hacer algo que los comprometiera, lo cual tenías que hacer porque no todos están de acuerdo contigo, y empujar el tema hacia adelante. Ahora la forma en la que te vuelves famoso y poderoso en el Congreso no es al hacer una buena negociación, sino al negarse a acuerdos en vez de solucionarlos.
Lo pueden ver en el Partido Republicano, ahora en donde su energía está centrada al decir "No, no hay un acuerdo que posiblemente podamos aceptar".
Si terminamos con un "no" como país, podemos tener toda la innovación, ideas y dinamismo del mundo y seguiremos como una sociedad desmoronándose.
Vean a California por ejemplo. California tiene a Silicon Valley y Hollywood. Tiene un sector privado talentoso y creativo.
Pero después de un rato, si cada vía está cayendo, cada universidad estatal colapsándose y cada institución educativa está menos financiada, la gente ya no querrá ir ahí. Ellos dejarán de creer que ese es el lugar en donde el sueño americano se vuela real. En este caso, teniendo a Steve Jobs y Mark Zuckerberg probablemente no sean suficiente.