OPINIÓN: Winehouse, una víctima más del complejo problema de la adicción
Nota del editor: El Dr. Itai Danovitch es director de Servicios de Psiquiatría Clínica de Adicción, director asociado de la Comunidad de Psiquiatría en Adicciones, y profesor asistente de psiquiatría y neurociencias del comportamiento en el Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles.
(CNN) — Ya sea que Amy Winehouse haya o no sucumbido a la adicción de la que tan vívidamente cantaba, algunos crean moralejas a partir de su muerte prematura.
¿Hay una lección en su muerte? ¿ La rehabilitación le falló, o ella falló al no regresar a rehabilitación ? Por el momento, pocos detalles se conocen y estas preguntas tendrán que permanecer sin respuesta.
Todavía no se sabe qué sustancias le causaron la muerte, pero lo cierto es que durante su breve vida, Amy Winehouse expresó una relación turbulenta y problemática con la adicción. Ella dio entrevistas sobre experiencias previas cuando asistió a rehabilitación y cantó una canción acerca de no querer regresar .
Con un tono al mismo tiempo autoritario y suplicante, emblematizó la naturaleza contradictoria de la adicción: la apariencia exterior de éxito; el tumulto interno y la desesperación; el dominio fascinante de un arte; la baja autoestima debajo de ello; la presión para entrar en tratamiento y el impulso interno por la autonomía personal a cualquier costo.
Estas contradicciones son familiares para cualquiera que haya luchado contra la adicción o haya vivido cerca de ella. La adicción parece ser el resultado de un acto voluntario. Un trago, una pastilla, una sola línea. Y, sin embargo, sin importar las consecuencias, sin importar la brillantez, la inteligencia o el conocimiento del adicto, no se puede detener la siguiente ronda.
En adición a la naturaleza desconcertante de la adicción, a menudo las personas que parecen más independientes y seguras de sí mismas son los que caen más fácilmente.
¿Es la cualidad de la rebeldía, una característica brillante por derecho propio, la que hace que algunos adictos sean tan difíciles de ayudar? ¿Es el constante impulso hacia la búsqueda de la novedad, una característica a menudo asociada con el éxito, lo que finalmente conduce a la autodestrucción ? ¿O tiene que ver con el refugio fugaz que proporcionan las drogas ante las muestras turbulentas de la realidad?
Durante las últimas dos décadas, los investigadores han intentado con esmero resolver estas cuestiones. Aunque la adicción está lejos de ser curada, mucho se ha aprendido.
En primer lugar, la adicción es una enfermedad. Se manifiesta a través de interacciones entre la biología subyacente de una persona, su perfil psicológico y el medio ambiente.
La mayoría de las personas que consumen substancias no llegan a desarrollar la adicción, pero para la considerable minoría que lo hace, el alcohol y las drogas influyen profundamente en los circuitos motivacionales de su cerebro. Como resultado, los factores inconscientes constantemente conspiran para hacer que el uso futuro de drogas sea más probable, sin importar las consecuencias.
La adicción es crónica y recurrente. Esta noción de cronicidad es vital para entender por qué, incluso después de largos períodos de tiempo alejados de las drogas, la vulnerabilidad a la recaída continúa . El riesgo a largo plazo de recaída en personas que por otro lado tienen una capacidad sorprendente para la autodisciplina y el discernimiento, es una de las características desconcertantes de la enfermedad.
En consecuencia, el tratamiento eficaz se basa no tanto en un episodio particular de la atención (aunque todos los episodios de atención son importantes), como en la continuidad de la atención. La recuperación no se trata de la rehabilitación, sino más bien de lo que sucede después de la rehabilitación. En este sentido, la adicción es muy similar a muchas otras enfermedades médicas con tasas de recaída altas (incluyendo el asma, la hipertensión y la diabetes), donde el éxito se mide por los resultados de salud a través del tiempo.
El tratamiento funciona. Una amplia gama de terapias e intervenciones médicas son eficaces para ayudar a las personas a recuperarse. Al igual que todas las condiciones médicas complejas, una medida no sirve para todos, y los detalles de lo que funciona o no funciona tienen mucho que ver con la genética particular de alguien, su psicología y el apoyo de su ambiente.
La adicción es a menudo asociada con la depresión, la ansiedad, el trauma, los trastornos de la alimentación y otros problemas de salud mental, y muchas veces estas cuestiones deben abordarse para que el tratamiento tenga éxito. Además, las personas pueden tener éxito en el tratamiento, incluso si al principio se rehusaban a entrar en él. Esta es la razón por la que la salud a largo plazo a menudo requiere la creación de un contexto en el que continuamente se estimule el trabajo de recuperación.
La adicción es común, pero el tratamiento para la adicción es trágicamente poco común. En Estados Unidos, sólo el 10% de las personas que necesitan tratamiento especializado para la adicción lo reciben. Estos números son sorprendentes debido al costo personal y social de la adicción: más de 600,000 millones de dólares anuales, así como por la evidencia de que el tratamiento realmente funciona.
Los obstáculos para el tratamiento son la falta de un seguro para los servicios de adicción, las deficiencias en la formación de muchos proveedores de servicios médicos para enfrentar la adicción, y la ambivalencia constante entre tanta gente que sufre de alguna adicción. En cuanto a las multitudes que nunca obtienen ayuda, se les deja sufrir las consecuencias de la adicción no tratada, que arrasa con las relaciones, la carrera, la salud, la felicidad y en algunos casos, la vida.
La asociación entre la creatividad, el uso de drogas y la salud mental ha sido una constante a lo largo de la historia de la música. Amy Winehouse murió a los 27 años, para trágicamente unirse a un grupo de brillantes pero desencantados artistas que fallecieron mientras lidiaban con la complicada carga de su éxito temprano. Todavía no conocemos los detalles en lo que se refiere a Winehouse , pero cualquier refugio que le ofrecieron las drogas probablemente era ilusorio.
Las opiniones en este comentario son únicamente de Itai Danovitch.