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OPINIÓN: El caso de DSK, desestimado por las pruebas, no por la verdad

Jeffrey Toobin concluye que el cierre del caso contra el exdirector del FMI deja una pregunta: ¿qué sucedió realmente en el hotel Sofitel?
mié 24 agosto 2011 11:51 AM
Strauss-Kahn
Strauss-Kahn Strauss-Kahn

Nota del editor: Jeffrey Toobin es el principal analista legal de CNN y articulista en The New Yorker magazine, donde él se encarga de los asuntos legales.
 
(CNN) - El caso en contra Dominique Strauss-Kahn por agresión sexual ha terminado. El juez ha concedido la petición de los fiscales para desestimar el caso en contra del exjefe del Fondo Monetario Internacional. Pero tras todo las complejas maquinaciones legales, una pregunta simple sigue sin respuesta: ¿Qué pasó entre Strauss-Kahn y Nafissatou Diallo, el ama de llaves del hotel Sofitel de Nueva York, el 14 de mayo?
 
La respuesta  -o la no respuesta- explica algo de nuestro sistema legal. Cyrus Vance Jr ., el abogado de distrito de Manhattan, desestimó el caso contra Stauss-Kahn porque su equipo creyó que Diallo no era de confiar como testigo .
 
"El número y naturaleza de las falsas quejas nos deja imposibilitados a dar crédito a su versión de los hechos más allá de toda duda razonable, cualquiera que sea la verdad en el encuentro entre el demandante y el demandado", los fiscales escribieron el lunes en un informe de 25 cuartillas. "Si no le creemos más allá de toda duda razonable, no le podemos pedir a un jurado que lo haga".
 
Fíjese en la frase clave “cualquiera que sea la verdad”. Al igual que cualquier otro fiscal, Vance se interesa ante todo por lo que puede probar, no por "la verdad". Tal y como la fiscalía detalla en su informe, los problemas de credibilidad de Diallo fueron extraordinarios. En su versión, ella mintió en la cronología de los hechos sucedidos con Strauss-Kahn, sobre su pasado, sobre sus finanzas, sobre sus asociados, entre muchas otras.
 
Los fiscales no dicen que ella mintió sobre lo que sucedió en la habitación de hotel con Strauss-Kahn. Su juicio es más estrecho: por sus mentiras en otros temas, un jurado nuca creería su versión de los hechos en cuestión.
 
Si Diallo había adoptado esa postura, en un juicio habría sido objeto de un feroz interrogatorio por parte de Benjamin Brafman, quien es uno de los mejores abogados en el negocio. Pero, ¿qué estaría Brafman tratando de hacer? Habría tratado de persuadir al jurado de que Diallo no era digna de creer, y con base en la presentación de los fiscales, él habría tenido una gran cantidad de municiones para utilizarlas en el caso.
 
Pero la tarea de Brafman, por diseño, habría sido destructiva, no constructiva. Su único deber habría sido el derribar la historia que contó Diallo, no construir una historia creíble de sí misma. Eso es lo que la carga de la prueba significa. Los fiscales tienen que probar su caso; la defensa sólo necesita desmentir, no presentar una alternativa.
 
La versión de los fiscales sobre las acciones de Strauss-Kahn son igual de estrechas. El retrato que dan de él es un retrato feo. Tras unos minutos a la llegada de Diallo a su habitación en el hotel, ella estaba escupiendo el semen del exdirector del Fondo Monetario Internacional en el pasillo del hotel. Pero los fiscales dicen que, en este punto, no pueden probar que Strauss-Kahn agredió a Diallo.
 
Como mínimo, parece, Strauss-Kahn se comportó como un canalla, pero eso es un juicio moral, no legal.

En suma, entonces, ninguna de las partes en el caso están enfocadas principalmente  en determinar la “verdad” de lo que sucedió dentro del cuarto. (El periodismo, en su sentido imperfecto, se preocupa por determinar la verdad).

Los fiscales y la defensa sólo están preocupados en lo que ellos pueden probar, o no probar, en una corte. No es una crítica, sólo una reflexión de cómo trabaja nuestro sistema. Así que, ¿qué pasó en aquel cuarto de hotel? Lo más probable es que nunca lo sabremos.

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