OPINIÓN: Sarah Palin demuestra que no es una tonta
Nota del editor: LZ Granderson, quien escribe una columna semanal para CNN.com, fue nombrado el Periodista del Año por la Asociación Nacional de Periodistas Homosexuales y Lesbianas y es un finalista del Premio del Periodismo En Línea. Es escritor y columnista de la revista ESPN y de ESPN.com. Asimismo, fue ganador de la Alianza Homosexual y Lésbica contra la Difamación por periodismo en línea en el 2009. Síguelo en Twitter: @locs_n_laughs
GRAND RAPIDS, Michigan (CNN) — Casi tan pronto se anunció que Barack Obama había derrotado a John McCain en las elecciones del 2008, la mayoría de los expertos –y votantes- asumieron que Sarah Palin sería la oponente del presidente en el 2012.
¿Y por qué no?
No solamente le daba vida a la campaña de McCain sino a todo el Partido Republicano. En ese momento, el Partido Republicano estaba tan a la moda como una impresora de matriz de puntos. Palin representaba una corriente de política conservadora que era tuiteble y que desde entonces ha sido útil en el alza del Partido del Té.
Es carismática.
Es bella.
Es una lideresa.
Y desde el punto de vista de muchas personas, especialmente los liberales, también es una tonta.
Una entrevista estropeada con Katie Couric por aquí, un sketch de Saturday Night Live por allá y desde que apareció en la escena nacional, innumerables tropiezos y errores.
Y a pesar de todo, su popularidad se mantiene relativamente alta, particularmente entre los conservadores. Encuestas recientes revelan que la mayoría en su partido no quieren que se postule, sin embargo, dichas encuestas no quieren decir que la gente, su gente, no la quiera.
Por lo tanto, estoy seguro de que cuando anunció este miércoles que no iría por la presidencia en el 2012 , varios de sus seguidores se decepcionaron mucho.
Esa no fue mi reacción. Sonreí, pensando que Palin no es tonta.
De hecho, es muy inteligente.
“Mi decisión está fundamentada en una revisión de lo que han logrado tanto conservadores de sentido común e independientes, especialmente en el último año”, indicó en su comunicado oficial. “Considero que en este momento puedo ser más útil en un papel clave para ayudar a elegir a otros verdaderos servidores públicos –desde los gobernadores de nuestro país hasta asientos en el Congreso y la Presidencia”.
En otras palabras, ella podrá continuar influenciando la política nacional sin tener que responsabilizarse por la toma de decisiones. Ella puede criticar con un amplio abanico sin la carga de tener que contextualizar sus declaraciones con soluciones detalladas y alternativas. Ella es como una actriz cuyas opiniones son pocas veces cuestionadas y cuya lengua es rara vez censurada. Es rica, famosa y prácticamente no tiene a nadie a quien rendir cuentas. Su persona es tan cautivadora que a su hija Bristol, madre a los 18 años, le pagan por hablar de la abstinencia.
Todos deberíamos ser tan tontos como Sarah Palin.
Hablando en serio, ¿por qué dejaría de hacer lo que está haciendo para buscar un empleo ingrato, que paga mal considerando el trabajo que exige? ¿Para qué cambiar una vida pública con mínima rendición de cuentas para emprender una campaña para una vida pública donde cada decisión que tome será escudriñada?
Politizada.
Criticada.
En el 2009, Obama mató a una mosca en la televisión. Al día siguiente, la PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) emitió un comunicado donde le pedía que fuera más humano con los animales.
¿Por qué razón alguien dejaría el mundo de caza de alces para entrar al mundo en el cual matar a una mosca amerita un comunicado de prensa?
Simplemente no tiene sentido. Los críticos de Palin dirán que no se postuló porque sabía que iba a perder.
Yo pienso que no se postuló por las posibilidades que tenía de ganar. Palin ha estado en la escena política el tiempo suficiente para saber que es mucho más sencillo coquetear con una postulación para la presidencia de Estados Unidos que ser presidente de Estados Unidos.
Eso es especialmente cierto hoy día, en parte, gracias a ella.
Tienes más probabilidades de ver una manada de unicornios pastando frente al Monumento de Washington que un bipartidismo sin drama en los pasillos del Congreso.
Obama está bajo fuego por una economía estadounidense que se ha desplomado como si él la hubiera colapsado o como si el resto del planeta estuviera con gran solidez financiera. Pero Palin, quien se enorgullece de estar en contacto con el centro del país, sabe que tradicionalmente los estadounidenses no se interesan en ese tipo de detalles de condimento.
Sólo quieren comer.
Por lo tanto, a pesar del hecho de que le tomó décadas al país crear el ambiente que permitió que millones de empleos desaparecieran, la luna de miel con una nueva cara para recomponer la situación será extremadamente corta. De hecho, quienquiera que sea elegido presidente en el 2012, probablemente será duramente criticado por la alta tasa de desempleo en primavera del 2013.
Probablemente esta es la razón por la cual Palin no se postuló desde hace meses para la presidencia –fue lo suficientemente inteligente para darse cuenta que si bien puede impulsar las copias de su libro, la economía es un animal completamente distinto. Y que dejar a Alaska bajo el pretexto de “no hacer pasar a los alasqueños por eso” –como dijo en su discurso de renuncia como gobernadora- funcionó a nivel estatal, pero ciertamente la haría perder a todos sus seguidores si intentara dejar la Casa Blanca de manera similar.
Cuando eres amado por tantos de manera incondicional, ¿por qué arriesgarse a ser odiado por todos sin razón alguna? No tiene sentido.
Arremeter contra el intelecto de Palin puede ser un pasatiempo para algunos, pero al decir no a la Casa Blanca, demostró de una vez por todas, que no es una tonta.
Las opiniones expresadas en esta columna son únicamente las de LZ Granderson.