OPINIÓN: La web y redes sociales, las nuevas fronteras del activismo
Nota del editor: Edward Norton es actor, guionista, director y productor de cine. Su comentario es parte de la cobertura de CNN Héroes: tecnología por una buena causa , que se enfoca en una serie de problemas abordados por los principales Héroes CNN.
(CNN) — La tecnología está, obviamente, en expansión, tanto en su alcance real en nuestra vida cotidiana como en términos de su potencial creativo. En muchos sentidos, esta expansión está redefiniendo la forma en que nos vemos a nosotros mismos como individuos y ciudadanos. Pero quizás aún más importante es que la tecnología nos está desafiando a ampliar la definición de lo que consideramos nuestra comunidad.
Dentro de la nueva realidad de la conectividad verdaderamente global, la tecnología ofrece oportunidades increíbles para que la gente supere las barreras de la distancia, la cultura y los límites de los recursos financieros e impacte al mundo a través de su propio activismo de maneras que nunca habría imaginado.
Considera este ejemplo: en mi sitio web, que se encarga de recaudar fondos para distintas causas llamado CrowdRise , Anthony, quien vive en Australia, está respaldando los esfuerzos de Jen, que vive en Estados Unidos y está recaudando fondos para la educación de los niños en África. Mientras escribía esta última frase, Ty, en Inglaterra, donó 15 dólares al proyecto de Jen. Hace diez años este tipo de interacción hubiera sido extraordinaria; ahora es algo común.
En los últimos años, me ha inspirado la forma en que la filantropía está avanzando, rediseñándose a sí misma en una revolución que se encarga de dar. Mis amigos y yo empezamos CrowdRise porque habíamos comido demasiadas y costosas cenas de pollo para apoyar a organizaciones de beneficencia. Tenía que haber una manera más fácil de involucrar a la gente en recaudar fondos para las causas que les importan.
Para mí, el foco se encendió cuando me asocié con treinta corredores para competir en el maratón de Nueva York en beneficio del Fideicomiso de Conservación de Vida Silvestre Maasai. Empezamos con las ideas tradicionales, buscando a los grandes donantes y patrocinadores. Sin embargo, queríamos ir más lejos, romper con la formalidad de esas estrategias y encontrar una forma de involucrar a más personas.
Así que construimos un sitio web para el equipo, creamos una campaña impulsada en las redes sociales y dirigimos los esfuerzos a reunir una multitud que nos apoyara. Nos quedamos impactados por lo sucedido. En menos de ocho semanas, recaudamos una cifra sorprendente de 1.2 millones de dólares.
Hasta esta experiencia, yo era escéptico acerca de las redes sociales. No era algo para lo que hubiera encontrado un uso personal convincente. Pero esa campaña de maratón me hizo cambiar de opinión. La gente empezó a llamarnos para obtener sugerencias sobre cómo recrear nuestro éxito. Rápidamente nos dimos cuenta de que, técnicamente, lo que habíamos diseñado estaba fuera del alcance de la mayoría de las personas y de muchas organizaciones no lucrativas, y que la mayoría no entendía la teoría de juego básica de la recaudación de fondos basada en múltiples fuentes. Vimos la necesidad de crear una plataforma que diera poder a la gente para convertirse en activistas y filántropos en el siglo XXI y de ayudar a las organizaciones a optimizar las contribuciones existentes.
Así que pusimos en marcha CrowdRise. La plataforma permite a las personas definir cuál es la causa que les importa, crear proyectos, acercarse a sus redes, recaudar dinero y hacer un seguimiento del impacto de su ayuda en la vida de otras personas. Funciona porque es divertido, social, creativo, fácil, y es enormemente más eficiente —tanto en costo como en mano de obra— que las técnicas tradicionales de recaudación de fondos.
El activismo en la red tiene la ventaja inmediata de enganchar fácilmente a una generación joven profundamente arraigada en la experiencia de las redes sociales, en un nuevo modo de filantropía . Es un espacio en el que inmediatamente se relacionan y se sienten expertos. Pero también despoja de mucha de la fricción de los esfuerzos de recaudación familiares para la generación de mi padre. Puede que mi padre no sea afecto a tuitear acerca de su apoyo, pero sin duda aprecia la eficiencia de CrowdRise cuando ayuda a sus amigos en sus esfuerzos caritativos.
Y no hay nada que indique que la nueva generación de internet vaya a abandonar la web como su principal medio de interacción con el mundo a medida que envejezca. Según el estudio Future of the Internet (El futuro de internet) del Pew Research realizado en 2010, 67% de los expertos en internet concuerdan en que para el año 2020, la generación del milenio seguirá compartiendo su entusiasmo por el intercambio de información generalizada con el fin de mantenerse en contacto y aprovechar las oportunidades sociales, económicas y políticas.
Así que el volumen de donaciones en línea será reforzado por una serie de maneras novedosas para que los contribuyentes compartan información sobre sus donaciones. Las organizaciones sin fines de lucro más astutas no sólo cruzarán los dedos y esperarán a que la próxima generación los encuentre, sino que van a usar nuevas herramientas y una nueva teoría de juegos para llegar a los seguidores de forma rápida, dejando atrás las grandes ineficiencias de las costosas cenas benéficas.
Los activistas del siglo XXI, estoy apostando, impulsarán mayores niveles de donaciones particulares que nunca, y el alcance y poder de un individuo con pasión por una causa será mayor que en cualquier momento de la historia humana.
Al igual que los hermanos japoneses-estadounidenses en Silicon Valley, que recurrieron a CrowdRise para ayudar a las víctimas afectadas por el tsunami y reunieron 500,000 dólares en cuestión de semanas, mucha gente va a unirse en torno a las causas, en un propósito común como nunca antes.
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Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente las de Edward Norton.