OPINIÓN: Lo que no debe gustarte de las mujeres latinas en la televisión
Nota del editor: Melissa Castillo-Garsow es una escritora mexicano-estadounidense que realiza un doctorado en Estudios Americanos en la Universidad de Yale. Sus escritos han aparecido en The Acentos Review, Hispanic Culture Review y otras publicaciones.
(CNN)— Con el fin de la serie Desperate Houswives, que está en su última temporada, llega también el final de la participación de Eva Longoria como Gabrielle Solis, y podría parecer que pronto habrá un hueco para la representación latina en el horario estelar de televisión.
No te preocupes: el creador de Desperate Housewives, Marc Cherry, está produciendo un programa llamado Devious Maids, la historia de cuatro amas de llave latinas en Beverly Hills.
Gracias, Cherry. Tu seguimiento de Gabrielle Solis —la mujer adúltera y superficial que usa su apariencia y atractivo sexual para conseguir lo que quiere— es, por supuesto, el mayor de todos los estereotipos de las latinas: las sirvientas. Me hace sentir que estamos en una regresión.
Longoria copresentó este año la entrega de los premios ALMA, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta que Longoria ganó el premio a la Persona del Año en 2006. Lo sorprendente es que la base de ese premio fue su papel en Desperate Housewives. Los premios ALMA tienen como objetivo promover "retratos justos, certeros, y representativos de los latinos en el entretenimiento", ¿Como Gabrielle? Sí, claro, eso es exactamente lo que me viene a la mente cuando pienso en imágenes positivas de mujeres latinas.
Pero la serie favorita de los ALMA este año, Desperate Housewives, está terminando y no puedo dejar de preguntarme qué más hay ahí afuera para las jóvenes actrices latinas.
Por desgracia, un papel como el de América Ferrera en Ugly Betty de ABC llega con muy poca frecuencia. Desarrollada por Salma Hayek, la serie Ugly Betty fue muy significativa porque representaba la vida en el hogar de una familia latina estadounidense de una manera positiva. Su personaje principal, Betty Suárez, era una mujer joven educada, ambiciosa y trabajadora.
Betty puede ser ingenua, pero sus motivaciones laborales y orientadas hacia la familia la convirtieron en un personaje completo que ayudó a diversificar las imágenes de los latinos en la televisión. Incluso su falta de sentido de la moda —una fuente de alivio cómico y burlas constantes por parte de sus compañeros de trabajo— sumaron mucho a esta diversificación. Betty Suárez era el tipo de chica que tenía definidas sus prioridades.
Ahora, con Desperate Housewives llegando a su fin, y Ugly Betty fuera del aire desde 2010, hay una disminución de roles diversos en la televisión convencional, de acuerdo con el Reporte de la Diversidad 2010 del National Latino Media Council, y también en los tipos de papeles existentes para las latinas.
De lo que queda, estoy especialmente preocupada por el papel de las latinas en programas dirigidos a un público joven, y por los efectos que estos estereotipos puedan tener.
Tomemos, por ejemplo, a Francia Raisa, quien interpreta a Adrian Lee en The Secret Life of the American Teenager de ABC Family. Adrian es la "chica fácil" de la escuela, quien —como el personaje de Longoria— usa abiertamente el sexo para conseguir lo que quiere. También es marginada y carece de amigos. Es agresiva, emocional y ruda. Queda embarazada del novio de su amiga, se casa con él y después de un aborto involuntario hace un plan para atraparlo y mantenerlo en el matrimonio antes de quedar embarazada nuevamente. Para empeorar las cosas, la madre de Adrian también es presentada como promiscua.
Y luego está Naya Rivera, quien interpreta a Santana Lopez en el programa de gran raiting de Fox, Glee. El papel de Rivera tiene los ingredientes para un papel innovador. Una lesbiana latina que lucha con su identidad sexual . Por desgracia, el significado de esto es a menudo negado por el hecho de que Santana es una intrigante egoísta, que se acuesta con quien sea —hombre o mujer— para salir adelante.
Esto no es nada nuevo. Muchos han comentado sobre el retrato de Carmen Miranda de los latinos sexuales, tontos e incapaces de hablar inglés, o sobre el espectáculo 'cuchi-cuchi' de Charo, una frase sin sentido pero divertida que se hizo famosa en sus apariciones en The Love Boat. Al parecer, tenía algo que ver con el apodo de su perro de la infancia, pero fue identificada con la ropa provocativa de Charo y su imagen de la divertida y juguetona latina.
No estoy negando que los roles de la mujer latina han recorrido un largo camino: Callie Torres, en Grey's Anatomy, es una doctora interpretada por Sara Ramírez. Callie era una bisexual latina mucho antes de Glee estuviera en la televisión. El viaje del personaje se convirtió en una de las mejores representaciones de una relación lesbiana —interracial, incluso— en televisión.
Pero solo porque Callie Torres (un papel que yo no podía imaginar para una latina cuando era niña) existe, no significa que debamos conformarnos. Con Betty Suárez fuera del aire, la aparición regular de las mujerzuelas latinas me sigue incomodando, y con buena razón.
Un estudio de 2008 publicado en Human Communication Research encontró que los latinos aún están subrepresentados en la televisión de horario estelar. En aquel año representaban el 3.9% de la población televisiva y el 12.5% de la población estadounidense.
Los personajes latinos eran generalmente más propensos a tener las siguientes características que los personajes blancos o afroamericanos: "adictos al romance", "sensuales", "sexuales" y "exóticamente peligrosos".
Estos investigadores también encontraron que, en comparación con personajes de otras razas, las latinas eran las "perezosas", "menos inteligentes" y más "verbalmente agresivas".
Pero lo que realmente me molesta acerca de los papeles de Adrian, en The Secret Life of the American Teenager, y de Santana, en Glee, es que se trata de programas dirigidos al público joven —adolescentes— que aún están formando sus impresiones sobre el mundo. Me hace preguntarme si están mirando, aceptando y posiblemente actuando respecto a esos estereotipos.
Lo peor de todo, Adrian y Santana no son estúpidas o flojas. En realidad son lo mejor de la cosecha, chicas con talento que se destacan en la escuela, en el arte o en los deportes, que representan las posibilidades reales de diversificar la representación de las mujeres latinas en los medios de comunicación.
Aún así, siguen siendo mujerzuelas, personajes manipuladores que antagonizan con el personaje blanco agradable.
Finalmente, existen algunos personajes latinos inteligentes y jóvenes en la televisión, pero no se supone que deban gustarnos.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen a su autor y no a CNNMéxico