OPINIÓN: El Partido Republicano y la 'chimichanga' para los latinos
Nota del Editor: Rubén Navarrete Jr. es colaborador de CNN.com y columnista para otros medios.
San Diego, California (CNN) — La condescendencia nunca es apetitosa, ni siquiera si viene dentro de una chimichanga.
La referencia a ese platillo cobró fuerza en el ámbito político luego de que Dana Milbank, columnista del Washington Post, escribiera en un artículo que el Partido Republicano no tiene nada que ofrecer a los votantes latinos, además de la chimichanga...
Me explico. Milbank trataba de poner sobre la mesa un tema al que yo me he referido en muchas ocasiones: dada la demografía del país y el rumbo que han tomado las cosas, el Partido Republicano cometería un acto suicida si continúa manteniéndose alejado de la comunidad hispana.
Una prueba de ello es lo que los senadores republicanos hicieron, puntualizó Milbank, al dar largas a la nominación de Adalberto José Jordan al Circuito 11 de Apelaciones, promovida por el Presidente Barack Obama. Finalmente, el Senado ratificó su nombramiento por 95 votos a favor y 4 en contra. Jordan será el primer juez nacido en Cuba que ocupe dicho cargo.
Por un buen tiempo, los senadores republicanos parecían decididos a no permitir esa nominación y la sabotearon haciendo lo que los senadores de ambos partidos suelen hacer cuando se proponen interferir en alguna decisión: hablar o debatir sobre cosas irrelevantes durante horas y horas.
Milbank hizo referencia a un comentario poco relevante de John McCain, senador por Arizona y ex candidato presidencial. Pero lo dicho no tenía realmente nada que ver con los latinos, sino con el estado de Arizona.
"Este mes, seguramente la lechuga de sus ensaladas proviene de Arizona", dijo McCain en el senado. "También se dice que la chimichanga es originaria de Arizona", añadió.
Entonces, Milbank se valió de dicho comentario para expresar el siguiente dicho, en tono de burla: "¿La chimichanga?, tal vez eso sea lo único que los republicanos puedan ofrecer a los latinos".
Lo dicho por Milbank me hace ver que sus conocimientos sobre los latinos son muy limitados, tal y como lo es la postura disfuncional del Partido Republicano respecto al tema migratorio, en buena medida, porque han intentado identificarse como el partido de los americanos blancos a los que aterra la recomposición demográfica de su país, aunque por otra parte, sí ofrecen algunas cosas a los latinos.
Por ejemplo, el ex presidente George W. Bush fue el responsable de la reforma educativa más importante de los últimos 50 años, de la cual formó parte el programa Ningún niño puede quedarse atrás.
¿Cómo te explicas que dicha ley es criticada por la unión de profesores liberales pero al mismo tiempo cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de La Raza, el grupo de defensa de los derechos de los latinos más grande del país? Pues bueno, lo que yo entiendo es que, en lo referente a reformas educativas y otros asuntos, los intereses del Partido Demócrata y sus aliados no siempre coinciden con los temas prioritarios para la comunidad latina.
Los republicanos también le ofrecen a los latinos un menú lleno de temas de corte conservador, entre ellos, jueces que defiendan la vida y la defensa del matrimonio tradicional.
Por cierto, como alguien que apoya que cada persona sea libre de tomar sus propias decisiones y al ser respetuoso de los matrimonios gay, esa parte del discurso del Partido Republicano no me cuadra, aunque lo importante es que sí le resulte convincente a los latinos más conservadores.
El Jefe de Campaña de Obama, Jim Messina, le sacó jugo al comentario de Milbank y hasta lo puso en un tuit.
Por supuesto que lo hizo, y no es que Messina tenga precisamente mucho que decir en relación a los votantes latinos. Y es que la estrategia del Partido Demócrata para ganar el voto latino se limita a lo siguiente: "¡Hola, vota por nosotros, no somos republicanos!".
Y no culpo a Messina por hacerse eco de una frase de alguien que, él considera, le simplificará el trabajo, porque finalmente eso es lo que hacen todos los operadores político-electorales.
Pero a quien sí culpo es a Milbank, porque su comentario es impreciso y está fuera de lugar.
Y es que la palabra chimichanga puede tener un significado para los mexicanos o los mexicoamericanos, ¿pero qué hay de los dominicanos, cubanos, brasileños, puertorriqueños y el resto de los latinos? Además, nunca será una buena idea que alguien que no es latino se refiera a lo que según él interesa a los latinos. Finalmente, si no es mucho pedir, por una vez en la vida, me gustaría que no se haga referencia a mí por un simple platillo.
Eso fue lo que hizo Hillary Clinton durante la campaña presidencial de 2008, cuando en un restaurante mexicano en Las Vegas le dijo a los votantes hispanos que los problemas de los estadounidenses están interrelacionados a pesar de que "los tratamos como si en algunos casos se tratara de guacamole y en otros de papas fritas".
Durante años, los políticos han apelado a esta estrategia. Durante sus tareas como congresista y senador, Lyndon Johnson acudió a los enclaves más importantes de la comunidad latina de Texas y regaló tacos y cervezas.
Años después, el Presidente Gerald Ford intentó conectar con el electorado hispano dándole una mordida a un tamal. Bill Clinton amaba la comida mexicana y la consumía con particular alegría.
Ningún partido político es perfecto, y ni republicanos ni demócratas han hecho una buena labor para atender las necesidades de la comunidad latina. Por ejemplo, en lo que respecta a la problemática migratoria, ambos les han quedado mal.
Pero la verdad es que, sin importar lo que algunos liberales quieren hacer creer a los latinos, el Partido Republicano les ofrece muchas cosas. En este momento, lo único que ofrecen los demócratas liberales son sarcasmos, insultos y condescendencia.
Y vaya que eso es suficiente para provocar una buena indigestión.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Rubén Navarrete Jr.