OPINIÓN: ¿Qué alternativas tienen los europeos además de la austeridad?
La crisis económica mundial, que ya cumplió su tercer año, entró en una nueva fase conforme se desvanece la tregua en los mercados financieros mundiales, motivada por la inyección de efectivo que el Banco Central Europeo administró al sistema bancario.
Hasta el momento, los mercados financieros han tomado con calma las elecciones en Grecia y Francia. En el primero, los votantes decidieron castigar a los dos partidos políticos más importantes del país , a los que responsabilizan de la situación económica en su país.
Caso similar en Francia, que trajo de regreso al Partido Socialista al poder, tras cinco años de mandato del presidente de derecha, Nicolas Sarkozy. El gobierno francés ayudó a negociar el denominado Pacto Fiscal, el cual está en el centro de una mayor integración en Europa. ¿Ahora Francia quiere alejarse de la eurozona y permitir que Alemania tome todas las decisiones? Un caso que no es opción para el nuevo mandatario electo, François Hollande.
Los ajustes al margen del texto y las elegantes palabras provenientes de Bruselas acerca del crecimiento son un paso a las nuevas negociaciones, pero abrir de nuevo todas las conversaciones sería doloroso y peligroso para la economía de Europa.
El año pasado, me quedé sentado por muchas, muchas (muchas) horas en Bruselas en espera de ser informado sobre los rescates financieros, los déficits presupuestarios y la rectitud fiscal. No creo que los líderes europeos tengan ganas de pasar otra vez 12 meses dolorosos. A los mercados no les gustaría, a pesar de que a muchos electores sí. Austeridad es una palabrota, pero ¿cuál es la alternativa?
La memoria nos dice que no todos los países de la eurozona tienen que firmar el pacto fiscal para que salga adelante. Solo se necesita la firma de 12 para que entre en vigor el 1 de enero de 2013, aunque si no firma el segundo país más grande de Europa esto resultaría vergonzoso y le restaría fuerza.
En cuanto a Grecia, esperemos qué tipo de coalición se configura en Atenas. Debe formarse alguna, aunque tarde semanas u otra elección en junio. Pero se formará alguna, y dos de los partidos de esa futura coalición ya han acordado el paquete de austeridad. PASOK y Nueva Democracia están a uno o dos escaños de alcanzar la mayoría.
De nuevo ¿Qué opciones tienen? Grecia no puede pagar sus deudas y firmó esas duras medidas con el fin de obtener un segundo rescate. El gobierno heleno recibirá una nueva ayuda financiera en junio , cuando Atenas tenga que diseñar los futuros recortes presupuestales. Puede que un tercer rescate económico no esté tan lejano, siempre y cuando los políticos griegos sigan tomando medidas para reducir el gasto.
¿Podrá recibir Grecia un respiro por parte de Berlín y el Fondo Monetario Internacional? Claro ¿Estarán los mercados de bonos felices al respecto? Seguro. Los mercados hace meses vieron más allá de Grecia y podrían dejar que tenga libertad de acción para lograr un nuevo gobierno. De cualquier forma, hay cosas más importantes por las cuales hay que preocuparse, como por ejemplo España.
Que Grecia se convierta de nuevo en frente y centro en las mentes de los mercados sería, en mi opinión, un paso peligroso. Pero recuerde que Grecia quiere quedarse en la Unión Europea y seguir empleando el euro como moneda. Todos los partidos, hasta los más extremos, se han adherido a esa línea.
Grecia podría eventualmente salirse del euro. A pesar de que no existe ningún mecanismo para hacerlo, los analistas de Citibank ahora le dan a ese escenario una posibilidad de 50-75% de que ocurra entre los próximos 12 y 18 meses. Nadie cree que este suceda la próxima semana o el siguiente mes.
¿Podrían tener los mercados un verano complicado? Podría apostarlo ¿Grecia sería la chispa que encienda una nueva crisis del euro? Esperemos que de verdad no sea así. El año pasado, los griegos dejaron correr los plazos de austeridad y las largas noches de negociaciones con temores de quiebra.
Pero démosle al pueblo griego algo de crédito y tiempo, para resolver sus problemas y formar un nuevo gobierno.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Jim Boulden.