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OPINIÓN: Hola dizque 'geeks', bienvenidos a nuestra fiesta

Ahora resulta que la moda es decir que uno es geek, pero hay mucho más que solo gadgets y camisetas
lun 04 junio 2012 11:47 AM
geek
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Nota del Editor: Cuando no está enseñando cómo pelear con los puños en internet , cómo es que ser raro es increíble o cómo publicar tus propios libros, Joe Peacock va por el mundo, mostrando su extensa colección de arte “Akira” . Tiene 13 gatos y te ama.

(CNN) — Sabemos quién eres. Brillas como el tocino. Los geeks no son ciegos: Te vemos, dizque geek.

Sabemos que de pronto resultó cool ser inteligente y apasionado. Esas cualidades nos ganaron burlas y exclusión de nuestros compañeros en algún punto, y el término geek nos lo decían como si quisieran clavárnoslo en el corazón. Pero actualmente se ha convertido en algo honroso.

En estos días, la gente realmente quiere ser como nosotros, más o menos.

He visto imitadores de geeks sacar sus iPhones usando una camiseta de Secret Wars o de Domokun, las cuales compraron en Target, diciéndole a sus amigos qué bien se la van a pasar en DragonCon o en el ComicCon de San Diego, como si esas fueran las mejores fiestas del día. Dicen cosas como, "En el fondo soy un geek" o "Solo tengo que aceptar a mi geek interno" o "¡Apuesto que no sabías que soy tan geek!".

Me recuerda al final de la década de 1980, cuando los adolescentes usaban ropa de VisionStreet o zapatos Vans con una camiseta de Bones Brigade porque vieron a Christian Slater hacerlo en la película "Gleaming the Cube" (si no estabas vivo en ese entonces, la puedes ubicar como "La Justicia de un Hermano" –uno de los pocos ejemplos de en la historia del cine en la que un simple cambio de título transformó una película increíble a una completamente espantosa).

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O a principios de 1990, cuando todo el mundo usaba pantalones de Z. Cavaricci y sacos de Cross-Colors por que MC Hammer aparecía en MTV cantando "U Can’t Touch This". O cuando cada chavito de 13 años usaba pantalones de franela y Doc Martens porque Pearl Jam era la banda del momento.

Por alguna razón, geek se ha convertido en la etiqueta que la mayoría le ha colocado a una cultura que mezcla el dominio de las tiras cómicas, películas de ciencia ficción y de fantasía, y consumismo tecnológico. Y todas esas cosas en conjunto se han hecho muy populares. Entonces, ahora, la tendencia es ubicarte como un geeky a ti mismo.

Pero ese es el problema. Esas cosas no son la suma de la geekeidad. Geek no es una escena. No es una moda. No es un estilo de vida. Es una vida, mi vida. Geek es lo que eres. Cuando los que pretenden ser geeks están por ahí haciendo lo que esté de moda y después dejen de hacerlo cuando ya no lo sea, nosotros seguiremos siendo nosotros.

Claro, seguiremos yendo a las proyecciones de las películas de media noche de Marvel y de DC. Cuando proyecten la saga de Harry Potter todo un fin de semana en el cine, ahí estaremos.

Exploraremos realidades alternas, en nuestra cabeza y de manera virtual. Porque lo que queremos es lo que sigue. Somos adictos al aprendizaje, a la exploración. Estamos enganchados en compartir y hacer y vivir y respirar lo que amamos.

Geek es lo que pasa cuando la pasión supera tu necesidad de ser aceptado o de pertenecer. Es amar algo tanto que te aferras a eso con todo lo que tienes.

A diferencia de otros movimientos sociales basados en la escena, no usamos camisetas con nuestro cómic favorito o con nuestros héroes de ciencia ficción o para anunciar un status o para identificarnos como miembros de un grupo. Las usamos porque amamos el hecho de que hay una camiseta increíble con Wolverine rasgándola y saliendo de ella. Amamos que haya un póster con Serenity volando. A algunos de nosotros nos gusta vestirnos como los personajes de los cómics y los shows que nos encantan en las convenciones, porque queremos tanto a esos personajes que les queremos hacer un tributo.

Es mucho trabajo ser geek: ser listo y apasionado al mismo tiempo en que eres rechazado y aislado, porque nuestra intensidad nos convierte en raros. Es mucho más fácil comprar la playera y ponerte la etiqueta, porque al hacerlo, en consecuencia, te conviertes en listo y apasionado.

Seré el primero en admitir, en este momento, que nosotros los geeks estamos cediendo un poco. Se siente bien ser validado en la mayoría de la sociedad y aunque sea en secreto, decir: "Te lo dijimos".

Si alguna vez conoces a un verdadero geek, sabes que en el momento en el que mencionas algo que les interesa, cómics, Star Wars, Star Trek, autos, libros de misterio o cualquier tema en específico, se encienden. Hasta el geek más introvertido y callado de pronto empieza a hablar, preguntándote qué es lo que te interesa y lo que has visto y oh, ¿ya viste tal o cual cosa?

Eso sucede porque, más que validación, el geek busca compartir.

Queremos saber qué es lo que te interesa para que podamos decirte lo que te hace falta o para saber lo que nos hace falta. Devoramos información y más que nada queremos compartirla con las personas a las que les interese. Y el Santo Grial para un geek es encontrar esa persona deseosa, abierta, que podamos tomar bajo nuestra tutela y mostrarle toda una nueva subcultura.

Preguntaremos "¿Te gusta la película de Los Vengadores?". "¿Haz escuchado hablar de Jack Kirby?, ¿No? Bueno, déjame mostrarte lo que te has perdido".

Me pongo frenético en cuanto conozco a alguien al que le encanta el arte pero que no ha visto o leído "Akira". Me pongo igual cuando conozco a alguien que no ha visto "The Wire" o leído "Chronicles of Amber" de Zelzny o escuchado la música de Jeff Buckley (y otros cientos de cosas que me importan muchísimo).

Claro, me encanta ser el tipo al que señalan y dicen, "El me enseñó esto". Pero mucho más importante, me gusta tener a alguien nuevo para platicar acerca de las cosas que me encantan. Amo saber que hay una nueva alegría en tu vida que antes no tenías.

Nosotros los geeks nos hemos pasado toda nuestra vida en busca de felicidad. Y no podría importarnos menos si te gusta nuestra camiseta que tiene una imagen que nos da alegría.

Solo deseamos que dejes de pretender. Porque te ves y suenas tonto, pero peor aún, estás siendo miope y bastante condescendiente con una cultura mucho más rica.

Si insistes en ser un turista en nuestra cultura, que así sea. Solo entérate de esto: Está bien aprender el lenguaje. ¡Estaremos felices de enseñarte!

Las opiniones recogidas en este texto corresponden exclusivamente a Joe Peacock.

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