OPINIÓN: El empoderamiento del ciudadano y la importancia de votar
Nota del Editor: Manuel Jesús Clouthier Carrillo es Ingeniero Industrial y de Sistemas por el ITESM. Empresario de los giros inmobiliario, agrícola y de los medios de comunicación. Actualmente es diputado federal con licencia y se identifica también como candidato sin registro a la Presidencia de México. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter: @ClouthierManuel
(CNNMéxico) — Independientemente de los candidatos a puestos de elección popular que resulten elegidos por la mayoría de los ciudadanos el próximo domingo 1 de julio, los mexicanos debemos entender dos cosas:
1.- México pertenece a los ciudadanos, mientras que los funcionarios y gobernantes son nuestros empleados.
2.- Los verdaderos cambios no vendrán o serán implementados por quienes ejercen el poder, algo que desde mi punto de vista ya quedó demostrado con la alternancia vivida, sino a partir de la actitud de nosotros, los ciudadanos, frente a quienes ostentan el poder.
Como sociedad creímos, al menos yo lo creí, que al haber logrado la alternancia en la Presidencia de la República en la elección federal del año 2000 —en la que resultó electo Vicente Fox Quesada—, habíamos alcanzado la conclusión de la anhelada transición democrática. Pero fue un error creerlo así, porque el ejercicio público terminó convirtiéndose en lo que yo llamo un 'secuestro', ya que considero que pasamos del monopolio de un partido —el hegemónico— al oligopolio de varios partidos —la partidocracia—, provocando una apatía colectiva, especialmente debido a la pérdida gradual de credibilidad en los mismos, ya fuera por la incongruencia, ineficacia o los excesos de dicha clase política.
Además, la 'partidocracia' ha querido vender la idea de que las candidaturas independientes están prohibidas en México. Falso. Lo que no existe es su regulación, que es distinto. Y es que considero que ha existido el claro propósito de no devolver esta figura a la vida política nacional —tal y como estuvo vigente hasta el año de 1946—, cuando el entonces partido hegemónico las eliminó para centralizar todo su poder político en la figura presidencial y el partido oficial.
Actualmente contamos con dos tipos de candidaturas: las partidistas y las no registradas.
Según el artículo 252, párrafo 2, inciso J) del COFIPE (Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales), en la boleta electoral existe un espacio destinado para que el ciudadano pueda votar por candidatos o fórmulas no registradas.
Es un mito lo que se dice sobre el hecho de que votar por un candidato no registrado es un "voto nulo". Eso es falso, ya que el artículo 277 del COFIPE establece en su inciso C) que los votos para candidatos no registrados serán asentados en un acta por separado.
De acuerdo con el criterio del COFIPE, el voto nulo es aquel del cual no se puede determinar para qué candidato o coalición se otorga un voto. En cambio, el voto para un candidato no registrado se ubica en la casilla destinada para escribir el nombre deseado.
El 24 de abril de este año, en la sesión de la Sala Superior donde se resolvió el JDC (Juicio para la Protección de los Derechos Político Electorales del Ciudadano) que presenté en contra del Acuerdo del Consejo General del IFE, por el cual se me negó el registro como candidato independiente , el Magistrado Flavio Galván Rivera, ponente del mismo, indicó lo siguiente en su intervención: "Los votos por candidatos no registrados, son votos que cuentan, se cuentan, deben contar y pueden determinar el triunfo de un ciudadano".
Para ejemplificar, cito el triunfo de una planilla de ciudadanos en el municipio de Jiménez, Tamaulipas, quienes alcanzaron una mayoría de votos, confirmada por el Instituto Electoral Estatal y ratificada por el Tribunal Electoral del Estado en 1998.
Por ejemplos como el anterior y muchos otros, así como por mi convicción de que los derechos y libertades solo pueden conquistarse luchando a diario, decidí ser candidato sin registro a la Presidencia de México, pero también invitar a ser muy exigentes con nuestros gobernantes y con nosotros mismos.
Creo en el empoderamiento del ciudadano y soy un convencido de que el gobierno solo actúa bajo presión, sin importar al partido del que este emane, ya sea a nivel federal o local. Lo que sí creo es que actualmente, dicha presión es ejercida por un sector de la sociedad mexicana, el de la juventud, que vive en un país con menos oportunidades, en comparación con las que tenían los mexicanos de mi generación.
En las democracias, quien se equivoca, pierde. Por eso, estoy a favor de un voto informado y razonado, e invito a que los ciudadanos mexicanos ejerzan su voto de esa manera.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Manuel Jesús Clouthier Carrillo.