OPINIÓN: A 11 años del 9/11, ¿quiénes son los terroristas en EU?
Nota del Editor: Peter Bergen, analista de seguridad nacional de CNN, es director del programa de estudios de seguridad nacional en la Fundación New America, un grupo de reflexión en Washington que busca soluciones innovadoras a lo largo del espectro ideológico y es autor del nuevo libro “ Manhunt: The Ten-Year Search for Bin Laden – From 9/11 to Abbottabad ”. Jennifer Rowland es asociada del programa en la Fundación de New America.
(CNN) — El 15 de agosto, Floyd Lee Corkins supuestamente entró al Consejo de Investigación Familiar en Washington, una asamblea conservadora, y le disparó al administrador del edificio Leo Johnson en el brazo tras pronunciar la frase "no me gustan sus políticas".
A pesar de su herida en el brazo, Johnson pudo interceptar a Corkins y quitarle el arma antes de que pudiera lastimar a alguien más, así lo reportó la policía. (Corkins se declaró no culpable durante su proceso legal)
Corkin hacía algo de trabajo voluntario en un centro comunitario de Washington para la comunidad gay y transgénero. Sus padres dijeron que su hijo tenía "argumentos contundentes con respecto a que no tratan de una manera justa a los homosexuales". El Consejo de Investigación Familiar promueve la visión de que la homosexualidad es dañina para la sociedad .
Tres años antes, también en Washington, James Von Brunn, un fanático antisemita, fue acusado de disparar y matar a Stephen Johns, oficial de seguridad del Museo del Holocausto. Murió mientras estaba en custodia.
Los tiroteos en el Museo del Holocausto y en el Consejo de Investigación Familiar subrayaron el hecho de que los actos de violencia política en contra de civiles, comúnmente llamada terrorismo, puede ser realizada por aquellos que defienden diferentes tipos de ideologías.
De hecho, desde los ataques terroristas en los que murieron cerca de 3,000 personas en el World Trade Center y en el Pentágono hace 11 años, 19 personas han muerto en ataques terroristas en Estados Unidos que fueron motivados por ideologías que no tienen nada que ver con las de Osama bin Laden, sino que fueron víctimas de terroristas impulsados por puntos de vista políticos extremistas o por ideologías antisemitas/neonazis.
Por otro lado, los terroristas de la Yihad han asesinado a 17 personas de acuerdo con la información recopilada por la Fundación New America de miles de reportes de noticias y documentos de la corte. Los terroristas de la Yihad se definen como aquellos asociados o motivados por al Qaeda, sus afiliados y grupos que comparten su ideología, de acuerdo con los reportes.
Hasta ahora se han registrado 10 ataques fatídicos en Estados Unidos por parte de extremistas no relacionados con la Yihad desde el 9/11 , en comparación con los cuatro realizados por miembros dirigidos por al Qaeda. Uno de ellos ocurrió en Fort Hood, Texas, en 2009, donde murieron 13 personas.
El estudio de la Fundación New America sugiere que la tendencia por parte de las autoridades de señalar a la comunidad musulmán-estadounidense como principal fuente de terrorismo puede ser contraproducente y corre el riesgo de no concentrarse en posibles amenazas de otros radicales.
Desde el 9/11, los terroristas de la yihad y los que no lo son tienen casi el mismo número de asesinados en Estados Unidos, sin embargo, el 61% de las 337 personas procesadas por actividades relacionadas con el terrorismo desde los ataques del 9/11 son de la yihad, de acuerdo con la información de New America.
Entre 2009 y 2010 hubo un fuerte declive en el número de defensores de la yihad, que descendieron del 43 y 34% respectivamente. Este año el número de defensores de la yihad bajó hasta 7%, lo que nos hace suponer que la amenaza puede desaparecer.
La ruptura entre los defensores del terrorismo de la yihad en 2009 y 2010 se debió a la conspiración formulada por un grupo de hombres en Minneapolis que querían mandar a otros miembros del grupo a pelear en Somalia contra el militante Al Shabaab ligado a al Qaeda.
Nueve de los 43 procesados de la yihad en 2009 estaban involucrados en los planes de Somalia, y 18 de 34 detenidos de la yihad en 2010 también pertenecían a esa red.
Autoridades estadounidenses son analizadas con lupa por supuestas tácticas antiterroristas discriminatorias, como la vigilancia injustificada de mezquitas y cafés frecuentados por musulmanes y la inclusión de lenguaje en documentos del FBI y libros de texto que estereotipan o presentan información incorrecta sobre la comunidad musulmana.
Claro, el 9/11, con justa razón, trajo consigo un nuevo enfoque de la ley hacia los posibles terroristas de la yihad . Pero la información de la Fundación New America explica que esta aplicación de la ley tiende a enfocarse más a los prácticantes musulmanes que en otros extremistas.
Aunque las autoridades usan la información de comunicadores confidenciales en una investigación tanto de terroristas sospechosos de la yihad como los que no lo son, tienden más a colocar un agente encubierto si se trata de personas ligadas a al Qaeda que con un extremista de ideología distinta. Un avasallador 78% de los procesos relacionados con el terrorismo que se apoyaron en un agente encubierto, son casos de la yihad.
De las 16 personas acusadas de terrorismo desde el 2001, en casos relacionados con algúna operación encubierto, en la cual las armas fueron entregadas por el gobierno de EU, el 75% eran miembros de la yihad.
Sin embargo, la información indica que los agitadores que no son de la yihad son más propensos al uso de armas. A partir de 2001, el 64% de 127 personas procesadas con cargos relacionados a la utilización de armas en movimientos terroristas no pertenecían a la yihad, como Isaac Aguigui, uno de los cuatro soldados del Ejército de Estados Unidos inculpado en junio por supuestamente poseer 87,000 dólares en armas y bombas que planeaba usar en un ataques contra su cuartel general en Fort Stewart, Georgia, y en un parque cerca de Savannah, Georgia.
Apenas el mes pasado, siete personas, incluyendo a dos ligados con el movimiento antigubernamental Sovereign Citizens, fueron procesados por su relación con el tiroteo de cuatro oficiales de policía en La Place, Louisiana, dos de los cuales fueron asesinados. Según las autoridades, Brian Smith abrió fuego con un rifle de asalto sobre un policía que dirigía el tráfico, y después guió a otros policías en una persecución a alta velocidad hacia un parque de remolques en donde otros perpretadores esperaban. Los dos oficiales fueron asesinados en el tiroteo que sucedió después. (Smith se declaró no culpable).
Además, la Fundación New America descubrió que ningún terrorista de la yihad había comprado o siquiera intentado comprar armas químicas o biológicas desde el 9/11 , mientras que a 11 anarquistas, supremos blancos o extremistas derechistas se les imputaron cargos por posesión de dichas sustancias, y otros cuatro fueron culpados de intentar su producción.
Algunos políticos y la mayoría del público piensa todavía que la amenaza de los terroristas provienen de personas violentas relacionadas con la yihad, cuando en realidad los radicales fuera de ese círculo representan una amenaza similar o peor, algo que no estaría de más considerar en el aniversario del 9/11.
(Gracias a Megan Braun, Fatima Mustafa, Farhad Peikar, y Umar Farooq por su ayuda en la investigación).
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Peter Bergen y a Jennifer Rowland.