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OPINIÓN: Golpes como los que propinan los huracanes son inevitables

Una sobreviviente de Katrina habla acerca de cómo superar un momento catastrófico, como el que sucede ahora en la costa este EU
lun 29 octubre 2012 12:52 PM

Nota del editor: Kathleen Koch es autora del libro bestseller Rising from Katrina, que explora la manera en que los pobladores se recuperan de los desastres. Fue corresponsal de CNN durante 18 años.

(CNN) — Los que han vivido un huracán saben cuando se trata de uno bastante malo. Es como sentir un ambiente de presión atmosférica y la aproximación de una gran tormenta en los huesos. 

Así que pregunté a mis amigos en la costa del Golfo, sobrevivientes del huracán Katrina, ¿qué consejo compartirían con aquellos que se encuentran en el camino del huracán Sandy?. Pero no quería lo usual, como una linterna, baterías, agua, generadores, tips sobre la gasolina. Les pedí algo que la gente no supiera, que los ayude a superar el momento.

Aquí esta lo que dijeron:

  • Las celdas solares pueden usarse por la noche para tener luz al interior de las casas.
  • Cuando grabes el video de tu casa para cobrar el seguro, es mejor abrir cajones y closets para que su contenido sea visible.
  • Ten a la mano un kit para reparar neumáticos y unas tenazas para quitar clavos o tornillos, ya que los escombros pueden provocar filtraciones difíciles de reparar cuando estás encerrado.
  • Cuida la batería de tu celular, envía mensajes de texto en lugar de llamar y apaga la antena de internet, Wi-Fi, bluetooth y GPS.
  • Los depósitos o cajas de depósito de los bancos no son contra agua. Durante una inundación, los artículos o papeles que están dentro pueden estropearse y no estar disponibles durante semanas.
  • Lonas gruesas y tachuelas para techo te serán de utilidad en caso de que pierdas algunas protecciones por el viento.
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Otro tipo de consejos inesperados surgieron tras la serie de instrucciones básicas:

  • Conserva una actitud positiva y ¡ayuda a tu vecino!
  • Tener fe y entender que ninguna posesión material es más importante que tu vida y la de tu familia.
  • Recuerda tener paciencia con tu familia, amigos y vecinos…Trabajen juntos y compartan sus recursos.
  • Compartan historias. Algunas de las relaciones más valiosas se construyeron por el huracán Katrina, conforme los vecinos descubrían nuevos aliados en la casa de a lado y apoyo entre unos y otros mientras ocurría este catastrófico hecho.
  • Lee un libro

Estas son las sugerencias de aquellos que saben lo que significa perder todo en un instante . Los desastres tienen esa manera de involucrar y unir a todas las personas sin importar su nivel social. Doctores y banqueros trabajaron junto a mecánicos y conserjes en las filas para proveer comida en el pueblo de St. Louis, Mississipi, semanas después del huracán Katrina.

Ese tipo de golpes al sistema son inevitables. Nadie puede detenerlos, a pesar de que a los humanos nos gusta pensar que somos omnipotentes. Tenemos acceso virtual a todo con el click del mouse o un tap en nuestros teléfonos inteligentes. Podemos hablar con quien sea del otro lado del mundo a través de Skype. Exploramos Marte y encontramos la prueba de ríos antiguos. Hacemos cualquier cosa, excepto controlar a la 'Madre Naturaleza'.

No nos gusta porque nos obliga a aceptar que somos vulnerables. Naciones, estados, ciudades e individuos sabiamente invierten tiempo y dinero en esfuerzos preventivos, pero nadie sabe a ciencia cierta cuándo, dónde y cómo sucederán los hechos.

Lo que sí podemos controlar es nuestra reacción. Y los investigadores reportan lo contrario al dicho popular que durante los desastres la mayoría de las personas adoptan una actitud de “sálvese quien pueda”. Gran parte actúa con responsabilidad y se preocupa por sus vecinos. Yo lo he visto por mí misma tras décadas de cubrir tormentas de nieve, inundaciones, huracanes y más.

Casi cinco años después del huracán Katrina presencié una fuerte discusión entre el alcalde de la bahía de St. Louis y su esposa. La mayoría de las casas y negocios fueron seriamente dañados o destruidos en 2005 cuando la monstruosa tormenta de 9.14 metros con vientos de 125 millas por hora y tornados arrasaron a su paso. Pero el pueblo y la gente se recuperó.

“Fue asombroso. De verdad lo fue”, dijo Eddie Favre sobre el espíritu de generosidad, bondad y desinterés que prevaleció durante los meses siguientes al huracán. “Sería bueno reclamar esa paciencia y comprensión. Desearía que regresara”.

“Me siento mal de decirlo, pero de verdad lo extraño”, afirmó su esposa Jan. “Todos fuimos muy unidos”.

Los tiempos de catástrofe no solo revelan nuestra fragilidad, sino nuestra fortaleza. Es en momentos como este que sabemos de lo que estamos hechos. La gente se reúne, comparte y acepta ayudar a otros. De repente las diferencias se convierten en algo insignificante. Los peores momentos pueden sacar lo mejor de las personas.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Kathleen Koch.

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