Los saltos de trinchera en la SEC
¿Crees que serías multado por exceso de velocidad mientras que un diputado saldría impune?
La capacidad de los poderosos para evadir la justicia es un tema común en la política y los negocios. Y un tribunal de apelaciones en Estados Unidos pronto fallará si la SEC (la Comisión de Valores de Estados Unidos, por sus siglas en inglés) y Citigroup tendrán oportunidad de practicar esta desagradable tradición.
Todo comenzó cuando la SEC acusó al banco de engañar a los clientes para que compraran títulos hipotecarios contra los que el mismo banco apostó.
El gigante financiero quiere pagar 285 millones de dólares para poner fin a los cargos de la SEC, sin admitir o negar haber cometido irregularidades. La SEC aceptó este acuerdo extrajudicial, pero el juez federal Jed Rakoff lo rechazó.
"Hay poca duda de que Citigroup impugna las alegaciones de hecho formuladas en la denuncia de la SEC", escribió el 28 de noviembre de 2011.
Rakoff quería más información sobre dicho acuerdo antes de aprobarlo, así que ordenó que el caso fuera a juicio... y la SEC apeló.
Hoy, no sólo la gente de a pie se siente recelosa sobre el estado actual de la regulación financiera y la aplicación de la ley. Incluso los antiguos altos mandos de la SEC temen que el sistema regulatorio estadounidense nos está fallando.
El año pasado, el antiguo jefe contable de la SEC, Lynn Turner, me comunicó sus preocupaciones sobre el nivel de manipulación en la agencia reguladora, el regulatory capture (un término que alude a la tendencia de la entidad reguladora de servir a los intereses de los sectores regulados) y "los estrechos vínculos que actualmente guarda la SEC con la industria de valores".
"Hay un sentimiento generalizado de que el organismo no está siendo tan agresivo como debe serlo, conforme su vocación de observancia, y esa es una impresión lamentable. Si es errónea, la SEC debe negarlo. Pero no estoy seguro de que pueda", me dijo hace poco el ex presidente de la comisión, Harold Williams.
La SEC no respondió a nuestra solicitud para comentar sobre este artículo.
Los saltos del personal
También hay preocupaciones legítimas de que las agencias reguladoras como la SEC se han convertido en un perfecto ‘abre-puertas' (revolving door) para los profesionales que se pasan al sector privado y luego usan su influencia y contactos en favor de esas empresas ante la agencia.
"Nos preocupa que el constante movimiento de los empleados de la SEC hacia y desde las poderosas firmas financieras, como Citi, pueda moldear la mentalidad de los empleados en toda la agencia de una manera que beneficie a las empresas reguladas por la SEC," dice Michael Smallberg, un investigador de The Project On Government Oversight (POGO), un grupo que vigila el actuar gubernamental.
POGO lleva tiempo estudiando ese peculiar tráfico de influencias y personal que se da en la SEC. Sus archivos incluyen los casos de personas que salieron de la comisión, se fueron a trabajar en Citi, y luego se presentaron ante la SEC como representantes del banco.
Dos casos extraídos de la base de datos de POGO incluyen a Scot Draeger, ex asesor del entonces comisionado Roel Campos que ahora se desempeña en el sector privado como jefe de la práctica del mercado de valores en el bufete jurídico Bernstein Shur.
El otro es Joshua Levine, ex abogado principal de la división de Observancia de la SEC y ahora integrante de la oficina del asesor jurídico de Citi.
Otras situaciones son más opacas. Por ejemplo, hay documentos relacionados con Andrew Lawrence, ex abogado senior de la división de Observancia de la SEC, y Tammy Bieber, ex asesor legal del jefe contable de la SEC.
Ambos se fueron a trabajar a despachos jurídicos privados y fueron asignados a un caso que implicaba al duplo SEC-Citi. Un portavoz de la SEC declinó responder de qué se trataba ese caso en particular.
Desde luego, no todas las personas que se pasan de la SEC al sector privado aprovechan sus lazos con la agencia para promover un trato especial indulgente hacia sus clientes. Algunos antiguos funcionarios de la comisión usan su experiencia para animar a sus clientes a cumplir con los más altos estándares.
"La puerta a la SEC ha girado dejando entrar y salir durante mucho tiempo, pero cuando asocias eso con la sensación de que la Comisión de Bolsa y Valores no es agresiva en el cumplimiento de su mandato, eso es grave," concluye Williams.
Se espera que el tribunal de apelaciones se pronuncie en breve en el caso de la SEC-Citi. Y dado ese estrecho vínculo entre la SEC y bancos como Citi y la falta de confianza pública en la aplicación de la ley, es importante que el juicio avance.
Si no, tal vez es el momento de colgar un cartel que diga: "Se vende justicia, a estrenar".
*Eleanor Bloxham es CEO de la firma de consultoría The Value Alliance and Corporate Governance Alliance.