OPINIÓN: 'Modern Family', lejos de la realidad de las parejas gay en EU
Nota del editor: Gary J. Gates escribió el libro The Gay and Lesbian Atlas ('El atlas de los gays y las lesbianas') y es catedrático distinguido en el Instituto Williams de la Escuela de Derecho de la UCLA.
(CNN) — Al igual que millones de televidentes estadounidenses, todas las semanas sintonizo las más recientes aventuras de la serie Modern Family, en especial las de Mitch y Cam junto con su adorable hija, Lily.
Aunque su éxito podría ser un indicador de que los estadounidenses se sienten cada vez más cómodos con que las parejas del mismo sexo críen hijos, mis investigaciones indican que, en realidad, Mitch y Cam tendrían más en común con la famosa comedia, The Cleavers, que con la mayoría de las familias lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT) de este país.
Cerca de tres millones de estadounidenses homosexuales tienen hijos. Las encuestas indican que el 37% de los más de ocho millones de adultos LGBT en Estados Unidos reportaron tener un hijo. En promedio son dos, así que es probable que al menos seis millones de estadounidenses tengan un padre gay. Las pruebas indican que muchos de ellos se convirtieron en padres cuando eran relativamente jóvenes.
Esta semana, la Suprema Corte pondrá a consideración dos casos que afectarán a las parejas del mismo sexo, incluso a los que son padres. Uno de los casos trata sobre la constitucionalidad de la Ley para la Defensa del Matrimonio , que prohíbe al gobierno federal reconocer a los matrimonios entre personas gay. El otro estudiará la Propuesta 8 de California , la cual prohíbe que se casen en ese estado.
Mientras los ministros deliberan, deberían entender el significado que el matrimonio podría tener para los padres LGBT de Estados Unidos, en especial aquellos que tienen una pareja del mismo sexo. Se reporta que la mayoría de los niños que son criados por padres gay (59%) son hijos biológicos de alguno de los cónyuges o compañeros. Sin embargo, para los niños que no tienen relación biológica con sus padres, la ausencia del matrimonio podría implicar una relación tenue o inexistente con los padres y en caso de una emergencia médica no se les permitiría tomar una decisión radical en beneficio de sus hijos.
Los datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos indican que 16,400 de los niños criados por parejas del mismo sexo son hijastros y que 22,500 son adoptados. De hecho, en comparación con las parejas heterosexuales, es cuatro veces más probable que los homosexuales adopten un hijo y es seis veces más probable que obtengan la custodia de un niño.
Con la mezcla de leyes en este país, simplemente cruzar una frontera entre un estado en el que se reconoce el matrimonio de parejas del mismo sexo hacia uno en el que no, puede significar que los padrastros y los padres adoptivos se vuelvan desconocidos legales para sus hijos.
Para muchas familias estadounidenses, el matrimonio ayuda a promover la estabilidad en las relaciones familiares y una repartición más eficaz de los recursos financieros del hogar. Estos factores ayudan a explicar por qué los niños que son criados por padres casados generalmente reportan tener mejor salud y bienestar en comparación con los que viven inestabilidad familiar y tienen recursos financieros más limitados.
En las familias LGBT suele haber padres más jóvenes, más mujeres y una diversidad racial y étnica mayor en comparación con los típicos padres. Desafortunadamente, todas esas características se relacionan con ingresos relativamente menores. No es sorprendente encontrar una diferencia de 10,000 dólares entre el ingreso promedio anual de los matrimonios gay (63,000 dólares) y los heterosexuales (74,000 dólares).
Otra desventaja es la cobertura médica para ellos y sus hijos. Muchas empresas no ofrecen prestaciones médicas conyugales o familiares a las parejas homosexuales. Incluso cuando lo hacen, con frecuencia son más costosas que los planes disponibles para las parejas heterosexuales.
Aunque después de que se implemente la Ley de Servicios de Salud Asequibles es probable que más familias tengan acceso a los seguros médicos, el 38% de las parejas que actualmente crían hijos biológicos, adoptados o hijastros, al menos uno de los padres o de los hijos no cuenta con seguro médico. En el caso de los matrimonios heterosexuales, esa cifra es del 18%.
Cada día, los estadounidenses conocen mejor a sus familiares y vecinos LGBT (y a sus hijos), una muestra del respaldo mayoritario a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo . La gente ve que los padres gay tienen las mismas motivaciones que los otros: tener familias sanas, sólidas y felices.
Entonces, ¿por qué les sorprende que quieran casarse? El hacerlo daría a estas familias —que en muchos casos soportan situaciones legales desafiantes y dificultades económicas— las mismas oportunidades y opciones que todos los estadounidenses tienen.
Aunque el matrimonio está lejos de ser la panacea para la salud económica, el que sea legal para las parejas del mismo sexo, por lo menos, les dará el mismo derecho a construir una familia estable y económicamente segura, al igual que los demás. Esperemos que la Suprema Corte lo vea de la misma forma.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Gary Gates.