OPINIÓN: El ataque en Boston, ¿podría ser obra de un grupo radical de EU?
Nota del editor: Don Hamilton fue director ejecutivo del Memorial Institute for the Prevention of Terrorism , con sede en la ciudad de Oklahoma, de 2000 a 2009. Un ataque terrorista fue perpetrado en un edificio federal de esa ciudad el 19 de abril de 2005, dejando un saldo de 168 personas y casi 700 heridos.
(CNNMéxico) — En la mayoría de los lugares, cuando explotan bombas terroristas la gente sospecha de los extremistas musulmanes.
¿Y por qué no? Recordemos el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, el 7 de julio de 2005 en Londres y el 11 de marzo de 2004 en Madrid. Piensen acerca de la vida diaria en Iraq, Paquistán o Afganistán. Si alguien te diera un millón de dólares por cada atentado terrorista perpetrado por un musulmán y cinco por un atentado terrorista perpetrado por cada no musulmán, serías rico.
Podrías apostar a que un musulmán puso la bomba en Boston. Tiene sentido, pero eso está lejos de ser cierto.
Durante casi 10 años tuve una oficina con vista al sitio de los atentados terroristas del 19 de abril de 1995 en la ciudad de Oklahoma. Las sospechas iniciales cayeron sobre un hombre árabe que salió a toda prisa del lugar después del ataque. El hombre fue detenido brevemente en Londres, pero demostró ser completamente inocente. Su único delito fue ser un árabe en un lugar en donde había explotado una bomba.
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Las 168 personas inocentes fallecidas en Oklahoma hace 18 años murieron a manos de un pequeño grupo de cristianos estadounidenses, blancos como una nube esponjosa. Timothy McVeigh, el líder del grupo terrorista, se había sumergido en un mundo de patriotismo a ultranza, paranoia y grupos de odio racista. Algunas personas describen a McVeigh como un conservador de derecha, pero yo pienso que era el heredero del partido político de la década de 1850, los llamados Know Nothings (Los que no saben nada).
Los Know Nothings organizaron sociedades secretas cuyos miembros tenían instrucciones de responder a las preguntas sobre el partido con la frase: "No sé nada". Los miembros del partido tenían que ser protestantes de nacimiento.
Creían que los inmigrantes, especialmente los inmigrantes católicos procedentes de Irlanda y Alemania, estaban destruyendo a Estados Unidos. Según los Know Nothings, los inmigrantes obedecían a los obispos irlandeses que eran leales al Papa que pretendía gobernar Estados Unidos. Los Know Nothings, integrados en su mayoría por hombres de clase media-baja, se dividieron finalmente por el tema de la esclavitud y pasaron a la historia. Desapareció el partido y gran parte de su fervor, específicamente anticatólico, pero la xenofobia no desapareció.
Los inmigrantes tienen hábitos extraños, comen comida extraña y a veces adoran a dioses extraños. Ponen letreros en otros idiomas y ofrecen productos extraños. Este fenómeno ocurre en todas partes, pero parece estar especialmente fuera de lugar en un país en el que casi todos tienen raíces extranjeras. Pero ha ocurrido en Estados Unidos durante mucho tiempo. Los inmigrantes de la semana pasada desprecian a los de esta semana.
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Con el transcurso del tiempo, el desprecio por los irlandeses se ha transformado en desprecio por los judíos, los italianos, los polacos, y así sucesivamente. Es posible que a los estadounidenses ya no les preocupe que el Papa venga a apoderarse de Estados Unidos, pero la legislatura de Oklahoma reformó recientemente la constitución estatal para asegurarse de que la Sharia o ley islámica nunca se aplique en el estado.
Aunque los Know Nothings no estuvieron íntimamente relacionados con la violencia, algunos de sus descendientes sí. El Ku Klux Klan también es antiinmigrante, anticatólico y xenófobo, y es la organización terrorista más duradera a lo largo de la historia de Estados Unidos.
Al igual que los Know Nothings del siglo XIX, los estadounidenses de la clase media-baja observan que la cómoda existencia que tuvieron alguna vez se está escapando de las manos de sus hijos. Algunos ven que sobre ellos existe una élite acomodada y debajo de ellos están los inmigrantes que reciben un salario mínimo, y entonces se enfurecen. Sus abuelos parecían haberse dirigido hacia un mejor futuro, pero ahora se ven a sí mismos como un país en decadencia.
Probablemente sea inevitable que algunos de estos Know Nothings modernos recurran a la violencia. Aunque desconozco quién fue el responsable de los atentados en el maratón de Boston, no me sorprendería que las investigaciones apuntaran a un Know Nothing moderno.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Don Hamilton.