OPINIÓN: La reforma inmigratoria se decide en pleno 'boom' de México
Nota del Editor: Jason Marczak es director de política en la Americas Society and Council of the Americas y jefe editorial de Americas Quarterly.
(CNN) — El presidente Barack Obama se percatará de que muchas cosas han cambiado en México cuando llegue el 2 de mayo. Nuestro vecino del sur, y el segundo mayor mercado de exportación, ha avanzado mucho en las reformas.
Mientras el Congreso elabora la legislación integral en materia de inmigración, los demócratas y los republicanos deben tener en cuenta que México cambia rápidamente, y que enfocarse en las políticas construidas en el pasado no van a ayudar a EU a aprovechar al máximo el potencial del México de hoy y del mañana.
El futuro de nuestro país vecino es brillante, su crecimiento y prosperidad económica es vital para la competitividad estadounidense. Sin embargo, EU necesita una reforma inmigratoria para ampliar el comercio bilateral con México, que al día es de más de mil millones de dólares en bienes y servicios, o 45 millones de dólares cada hora.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha logrado en menos de cinco meses al mando del país lo que el anterior gobierno eludió durante seis años.
En el segundo semestre de 2013, el ejecutivo espera enfocarse más en las mejoras a la educación y las telecomunicaciones, que se llevan a cabo bajo el marco del acuerdo político Pacto por México.
Las transformaciones demográficas y económicas en el país significan que EU puede esperar que un número menor de mexicanos entrarán a EU. Ellos representan aproximadamente el 58% de las 11 millones de personas que están en EU sin autorización.
El Pew Hispanic Center reporta una migración neta de cero de 2005 a 2010, con aproximadamente 1.4 millones de mexicanos tanto entrando como saliendo de Estados Unidos. Los demógrafos del Pew incluso plantean la posibilidad de que el flujo de retorno pudiera ser superior al número de los que se dirigen hacia el norte.
Las razones de la baja son una combinación de cambios en los factores de "impulso" y "atracción" que determinan los patrones migratorios. Ha disminuido el atractivo estadounidense, ya no es tan deseable migrar en busca de mejores empleos.
Sin embargo, el ascenso de México también significa que ir hacia el norte es una opción menos atractiva para salir adelante en la vida. El año pasado, su economía creció a más del doble que de la tasa estadounidense, con un 3.5% para 2013.
Entre 2005 y 2008, tal y como se señala en las series Conoce los hechos de la Americas Society and Council of the Americas, la cifra de nuevas empresas mexicanas creadas cada año aumentó un 27%, lo cual es 2.5 veces el promedio del G20.
Durante el mismo periodo, el número de estudiantes en México que se graduaron de programas universitarios se incrementó un 11%.
Si la reforma educativa aprobada en febrero , destinada a mejorar los estándares para impulsar la calidad general de la educación, tiene éxito, más jóvenes mexicanos tendrán la formación para competir en la fuerza laboral del siglo XXI.
En la última década, la clase media mexicana creció un 17%, y en solo dos generaciones, la tasa de fecundidad cayó casi un 70% , marcando el final de la gran cantidad de jóvenes que contribuyeron al "impulso" hacia Estados Unidos.
México es un centro de actividad empresarial. A pesar de la inseguridad en ciertas partes del país, los empresarios locales y la industria extranjera quieren más negocios.
Guadalajara rápidamente se ha convertido en el Silicon Valley de México, y empresarios de alta tecnología visitan la capital del estado de Jalisco. Al mismo tiempo, a medida que aumentan los salarios en China, las empresas trasladan sus lugares de fabricación a México, donde los salarios permanecen competitivos y los productos tienen un acceso más fácil a los mercados de EU y Canadá a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).
La reforma integral inmigratoria abrirá una puerta de entrada a una de las economías de más rápido crecimiento en América Latina. Al brindar un camino hacia la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados de origen mexicano, la reforma hará más fácil para los trabajadores cruzar las fronteras, lo cual será de provecho para la competitividad de ambos países. También mostrará que EU es un verdadero socio económico de México y el resto del continente.
El estatus legal abriría la puerta a estos inmigrantes y a sus hijos para aumentar aún más su contribución a la economía estadounidense y para iniciar pequeños negocios que sacarían provecho de sus redes transfronterizas.
Este es un escenario muy probable en tanto los inmigrantes tienen más probabilidades de iniciar un negocio que los estadounidenses, y los mexicanos representan el mayor número de propietarios nacidos en el extranjero de pequeños negocios.
Al mismo tiempo, poner más énfasis en un sistema de visas delimitado por la demanda, crearía nuevas formas para que los trabajadores entren a EU, quienes serán cada vez más necesarios en la medida en que los nacidos en las décadas de 1950 y 1960 se jubilen.
También resulta fundamental mejorar la eficiencia en la frontera para incrementar el comercio. Cualquier nuevo plan de seguridad debería mejorar la infraestructura y la tecnología para reducir la congestión que retrasa el intercambio comercial.
Mejorar esto significa más empleos en Estados Unidos, en donde 6 millones de empleos, o 1 de cada 24 empleos en 22 estados, son atribuidos al comercio bilateral.
La inmigración indocumentada seguirá disminuyendo a medida que más mexicanos encuentren nuevas oportunidades en su país. Esto significa que el punto clave a discutir en el Congreso debería ser la forma de garantizar que nuestro sistema de inmigración ayude a la competitividad y la prosperidad de América del Norte, y cómo EU puede atraer a los trabajadores, entre ellos los mexicanos, que en un futuro necesitará.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Jason Marczak.