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OPINIÓN: ¿Por qué Obama volteó la vista hacia América Latina?

El presidente de EU hizo un intento válido por mejorar su relación con México y Costa Rica, en aras de vincularse como un bloque unido
lun 06 mayo 2013 04:27 PM
AFP
Obama-Museo-2-AFP

Nota del Editor: Ana Navarro, estratega republicana y comentarista, se desempeñó como presidenta de la campaña hispana para John McCain, en 2008, y como presidenta de la campaña nacional hispana para Jon Huntsman, en 2012. Síguela en su cuenta de twitter: @ananavarro

(CNN) — Recibí una invitación bastante extraña la semana pasada. Soy una estratega republicana que a menudo hace uso de la señal de CNN para criticar al presidente Obama. Cuando me llegó un correo electrónico que parecía oficial invitándome para compartir mis ideas con el presidente, bueno, digamos que se me hizo sospechoso, que me estaban vacilando.

Pero no era una broma. Al parecer, la ofensiva del presidente Obama va más allá de los republicanos en el Congreso, incluso hacia los críticos expertos en los republicanos.

El pasado lunes, me uní a un pequeño grupo de líderes hispanos de EU en la reunión con el presidente Obama, de cara a su viaje a México y Costa Rica. Antes del encuentro, varios amigos me preguntaron: "¿Por qué Obama va a América Latina?".

Es una pregunta legítima. No es frecuente que presidentes de EU viajen a Latinoamérica sin el fin específico de participar en una cumbre o de visitar un área dañada por un desastre natural. Pero parece que la única razón de Obama para ir es el de darle algo de atención a la región, reconocer el papel de estos países como socios estratégicos de EU y fomentar la relación.

Bien por él. De vez en cuando, es bueno caerles por sorpresa a los vecinos para una visita amistosa, por esa simple razón. Durante décadas, América Latina ha estado en un segundo plano y solo se ha convertido en un lugar de interés cuando aparece una guerra u otro tipo de crisis. Mis amigos de ahí con frecuencia me comentan que se sienten abandonados por el "Tío Sam".

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El presidente Obama presentó un enfoque amplio y reflexivo a la relación bilateral con México y Centroamérica. Muy a menudo, cuando pensamos en esta región solo pensamos en problemas. Hay muchos: violencia, pandillas, narcotráfico, seguridad fronteriza, corrupción, inestabilidad política. Sin embargo, también se puede enfatizar muchas cosas positivas, y parece que eso es lo que quiere hacer el presidente Obama.

El viaje tiene el fin de resaltar las oportunidades económicas y los intereses conjuntos comerciales entre EU y América Latina, y de competir globalmente como un bloque unido.

Obama ofreció un discurso con visión de futuro en México, enfocándose en la forma en que las economías de los dos países están entrelazadas y cómo, juntos, pueden competir mejor en la economía internacional.

Un indicador del éxito de este viaje sería el convencer a México de que EU lo considera como un socio estratégico pleno. En Centroamérica, el presidente volvió a comprometerse en el fomento de mejorar el comercio con los países del istmo. Existe el TLCAC, el Tratado de Libre Comercio con Centro América, al cual el gobierno le gustaría ver que funcionara mejor.

Otros temas, como la inmigración, siempre estarán en la discusión sobre los lazos entre EU y América Latina. A los mexicanos y centroamericanos no les gusta cuando nosotros, los estadounidenses, los sermoneamos sobre su política interna, y a nosotros no nos gustaría si ellos hicieran lo mismo con nosotros. México no es el lugar para ir a debatir o avanzar en materia de la legislación estadounidense sobre inmigración.

Pero sí tendría sentido promover los beneficios económicos de un sistema de inmigración modernizado y simplificado que permita el flujo regulado de turistas y trabajadores de América Latina.

Es bueno que el presidente Obama haya hecho ese viaje. Después, la pregunta clave será, ¿cómo se le dará seguimiento?

Con el fin de desarrollar lazos saludables y productivos con la región, el compromiso deberá ser de largo plazo y sostenible. Nuestros secretarios de gabinete y otros funcionarios de gobierno de alto nivel también deberían ser enviados en una misión para fortalecer las relaciones. Le sugerí al presidente Obama que encuentre una forma de enviar a líderes civiles hispanos de EU y a profesionales como embajadores de buena voluntad.

El presidente también debería emitir un comunicado sobre la violencia y el conflicto político que está ocurriendo en Venezuela desde las elecciones celebradas el mes pasado. Las palabras de un presidente de EU son de gran peso. Es importante para los venezolanos saber que la comunidad internacional está preocupada por lo que sucede en su país.

Cuando nos fuimos de la reunión, le desee buena suerte al presidente Obama en su viaje y le di una idea última: "Esta vez pongan mucha atención con el Servicio Secreto…".

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Ana Navarro.

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