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OPINIÓN: Heroísmo y 'maldición', los protagonistas del América-Cruz Azul

En cuestión de minutos y de forma emocionante, América derrotó a un Cruz Azul que estuvo cerca de ganar el campeonato
lun 27 mayo 2013 12:04 PM

Nota del Editor: Ernesto Campos dirige el área de RP deportivo en Edelman México, imparte el seminario de Periodismo Deportivo en la Escuela Carlos Septién García y fue coeditor en la sección Cancha, de Grupo Reforma. Síguelo en su cuenta de Twitter:  @netie79

(CNNMéxico) — La Liga MX tuvo el final de película que ni sus más optimistas promotores hubieran soñado.

América ganó un título más en un juego para recordar y que desde hoy sabemos será considerado un clásico de las series finales, pues combinó todos los elementos necesarios para convertirse en un juego memorable.

Y comienzo hablando del campeón porque es lo justo, pues se levantaron del entorno más adverso para conquistar el título de forma heroica, aunque en realidad lo que desvía mi atención es que empiezo a creer en las 'maldiciones'.

Las Águilas del América alcanzaron al Guadalajara como el club con más campeonatos en la historia del futbol mexicano en la era profesional con 11.  Lo hicieron ante un Estadio Azteca lleno, marcando dos goles en los últimos instantes del tiempo regular para empatar y rematando con una tanda de penales perfecta.

El título derivó en festejos masivos en varias ciudades del País y una fiesta de madrugada en el Ángel de la independencia. El #ÓdiameMás cobró más vida que nunca, y las playeras del América serán parte del paisaje urbano durante varios días.

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El hecho de que el empate lo haya anotado el portero, Moisés Muñoz —un desvío del jugador de Cruz Azul, Alejandro Castro, provocó que el balón ingresara a la portería—, que el América  haya jugado desde lo primeros minutos con 10 hombres, y que estuviera en desventaja desde el primer tiempo, le dieron a la final el tono heroico que reivindica al futbol como espectáculo.

Pero en el deporte las historias tienen dos caras y en este caso la de la derrota es casi o más destacada que la del mismo campeón.

Regreso al tema de las 'maldiciones' por el hecho de que esa desgraciada derrota tenga una vez más como protagonista al Cruz Azul, un equipo que parece trabajar para que le ocurra todo lo contrario, y que pese a muchos críticas justificadas hacia su directiva, es una excepción en el futbol mexicano, pues respeta los procesos de sus entrenadores, paga puntual a sus jugadores y por lo general pelea los primeros lugares de la tabla.

Lo que ocurrió con ellos en la final ante América es solo un episodio más en una cadena de sucesos que resultan inexplicables en el ámbito deportivo y que los unen en una penosa lista, con otros equipos que han vivido prolongadas rachas negativas.

Es la quinta final de Liga que pierden desde 1999 y se suman a las derrotas en la Copa Libertadores de 2001 y la Concachampions de 2010. Además, solo han colocado una estrella en su escudo en los últimos 33 años, la del Invierno 97.

Perder en penales tras ir ganando durante casi dos juegos enteros (sin recibir gol en 178 minutos), ser empatados sobre la hora, recibir un tanto provocado por el arquero contrario y que el gol definitivo la anote el jugador menos valorado por los propios americanistas, Miguel Layún, parece una mala broma del destino.

Los Medias Rojas de Boston y sus 86 años sin ganar la Serie Mundial de beisbol; los Cachorros de Chicago, que aún no ganan ese título; los Bills de Buffalo, que perdieron cuatro Súper Tazones consecutivos; la Selección de Holanda que ha perdido sus tres finales en Copas del Mundo de futbol, y el Benfica de Portugal, que lleva medio siglo sin ganar títulos europeos de futbol, son ejemplos de que el deporte genera historias que resultan inexplicables.

Cruz Azul lleva cuatro décadas siendo un equipo con aficionados por todo México, pero tantos subcampeonatos lo han vuelto objeto de burlas. Este nuevo fracaso cobró de inmediato a su primer víctima en la persona del Director Deportivo, Alberto Quintano, quien anunció que no continuará, y seguramente no será el único.

Me parece que la Liga MX 'vendió' su mejor producto en la final, presentando futbol de alto nivel, con estadios llenos y espectáculo en el terreno de juego, dejando la necesidad en el aficionado de tener más futbol pronto.

El América 'voló' a lo más alto en la historia del futbol mexicano con su estrella número 11 en la era profesional, igualando al Guadalajara, su acérrimo rival. Su entrenador, Miguel Herrera, puso el ejemplo del Fair Play que promueve la FIFA al ir a abrazar a Cristian Giménez, quien estaba desconsolado tras una nueva final perdida.

El 'americanismo' adquirirá más fuerza.

Mientras, el Cruz Azul se levantará y aspirará a ganar un nuevo título, aunque es difícil predecir cuánto tiempo les llevará reponerse de este gran golpe. Hoy padecen una 'maldición' deportiva que ya podría ser considerada legendaria y en la que, por noches como las de la final del Clausura 2013, no parece haber algún jugador o entrenador en activo que pueda romperla.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Ernesto Campos.

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