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OPINIÓN: ¿Por qué perseguimos tormentas?

No todos los personajes que se acercan a las tormentas o a los tornados tienen conocimientos sobre meteorología
mar 04 junio 2013 11:45 AM
tornados tormentas cazador
tornados tormentas cazador tornados tormentas cazador

Nota del Editor: John Monteverdi es profesor de meteorología en el Departamento de Ciencias de la Tierra y del Clima en la Universidad Estatal de San Francisco.

(CNN) — Ya todos han escuchado la terrible noticia de que los investigadores de tormentas Tim Samaras, su hijo Paul y Carl Young perdieron la vida mientras estudiaban la tormenta supercelda tornado que golpeó el área de Oklahoma City.

Tim y Carl eran mis colegas y expertos meteorólogos involucrados en el TWISTEX o Tactical Weather Instrumented Sampling (Muestreo Táctico Instrumentado del Clima) en/cerca de Tornadoes Experiment, cuya misión es la de tomar muestras de los aspectos del entorno cercano a los tornados. Los conocía desde hace años.

He estado involucrado en la investigación de tormentas y/o la persecución de tormentas desde 1985. En este lapso de 28 años, no hubo una sola muerte, y no sabía de algún herido entre los meteorólogos que estudian las tormentas de tornados, hasta ahora.

Pasarán varios días antes de que se revelen las circunstancias exactas de esta trágica pérdida. Pero incluso antes de que ocurriera la tormenta que causó estragos en las zonas de El Reno y Union City, Oklahoma, muchas preguntas surgieron en los medios acerca de la persecución de tormentas, o de la observación de tormentas en el campo.

En esencia, el personal de manejo de emergencias se queja de que los cazadores de tormentas obstruyen las carreteras y dificultan el que los socorristas lleguen a las víctimas. Este problema llegó a un punto crítico en el Condado de Ellsworth, Kansas, el 14 de abril de 2012, cuando un tornado categoría 4 en la Escala Fujita Mejorada se acercaba a Salina.

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Si bien es verdad que los cazadores de tormentas efectivamente impiden el tráfico en ese y en otros casos, está claro que el número de cazadores en las carreteras ha aumentado muchísimo en la última década. Y algunas de estas personas caen en comportamientos temerarios y peligrosos. La pregunta es "¿por qué?".

Desde mi perspectiva, como profesor de meteorología, el término "persecución o cacería de tormentas" significa lo que siempre ha significado para los científicos atmosféricos que estudian las tormentas en el campo. Significa entretejer el razonamiento meteorológico y las habilidades de predicción con el fin de comprender las tormentas fuertes, en lo general, y los tornados supercelda, en lo particular.

Basta con decir que las primeras incursiones de los meteorólogos que estudiaban las tormentas fuertes en el campo, en las décadas de 1960 y 1970, continuaron en las décadas de 1980 y 1990. Con el tiempo, sus misiones se dividieron en dos caminos.

Por un lado, a mediados y finales de la década de 1990 y a principios del 2000, grandes proyectos financiados por la Fundación Nacional de Ciencias, como el VORTEX o Verification of the Origins of Rotation in Tornadoes Experiment (Experimento de Verificación de los Orígenes de la Rotación de los Tornados); STEPS, o Severe Thunderstorm Electification and Precipitation Study (Esudio de la Electrificación y Precipitación en las Tormentas Fuertes; TWISTEX; y otras iniciativas de campo, llevan a muchos meteorólogos de investigación y plataformas de instrumentos al campo para rodear los tornados supercelda o las tormentas fuertes. Estuve involucrado en un nivel bajo en el primero y de manera más activa en el segundo.

Por otro lado, el segundo camino tiene que ver más con lo que hago como meteorólogo. Al principio, me sentí atraído por el estudio de estas tormentas porque también ocurren en California. Por lo tanto, dado que soy un meteorólogo de profesión, ¿qué mejor manera de entender cómo los patrones climáticos contribuyen a los ingredientes de las tormentas fuertes que a través de meterme de lleno en una gran experiencia personal de estudio "basada en la investigación"?

En mi caso, el traer de vuelta a California este 'saber' de los ingredientes, introducidos en el fondo de mi psique al tener que pronosticarlos, ha ayudado a los meteorólogos de ese lugar a entender los patrones que son susceptibles de generar condiciones favorables para tornados supercelda.

Otros cazadores meteorólogos tienen su propio conjunto de objetivos predeterminados en la observación de las tormentas en el campo. Todos nosotros verdaderamente estamos unidos por una fascinación hacia estas tormentas.

Lo que resulta importante destacar es que sin importar cuál sea su misión, los meteorólogos que estudian las tormentas en el campo contribuyen al proceso de observación de tormentas. Todos mis colegas que hacen esto tienen formas de ponerse rápidamente en contacto con el Servicio Meteorológico Nacional cuando se están formando los tornados. Esto ha llevado a un incremento del tiempo de alerta. Por ejemplo, dichas observaciones fueron clave para prevenir lesiones y pérdidas humanas en el tornado de Greensburg, Kansas, el 4 de mayo de 2007.

En 1996, la película Twister popularizó la idea de cazar tormentas para que uno penetrara en la circulación de un tornado. Los equipos de persecución de tormentas de la película estaban fundamentados de manera muy laxa en flotas de vehículos llamados Mobile Mesonets dentro del proyecto VORTEX, y en las primeras incursiones de persecución de tormentas llevadas a cabo por el Laboratorio Nacional de Tormentas Fuertes y la Universidad de Oklahoma.

Excepto esto estaba fundamentado en la ficción: que los meteorólogos entran en los tornados. Esta ficción, creo, se ha combinado con la tendencia de la sociedad para un comportamiento "extremo". Esto, literalmente, ha alentado a hordas de personas que no son meteorólogos —muchas de las cuales no entienden la estructura o comportamiento de la tormenta— a llevar al campo cámaras de teléfonos celulares.

Este comportamiento extremo está ejemplificado en los programas de canales de cable que elogian a los grupos de cazadores que conducen vehículos que se asemejan a la nave espacial de Flash Gordon/Emperador Ming el Despiadado dentro de la trayectoria de los tornados, gritando "tornado, tornado".

¿Esto qué tiene que ver con la tragedia del viernes?

Ese día había muchos cazadores en el campo. Un gráfico de radar tomado alrededor de las 6:11 p.m. hora del Centro de EU al momento en que un tornado vórtice múltiple estaba en tierra muestra decenas de puntos rojos que representan a cazadores de tormentas u observadores o investigadores que estaban informando a sus posiciones. Indudablemente había muchos más.

La mayoría de los meteorólogos que conozco que estaban en el campo aquel día están representados por puntos al sur y al este de la circulación de la tormenta. Muchos de ellos aportaron información útil para el Servicio Meteorológico Nacional en forma de versiones presenciales de la formación de tornados, los cuales no pudieron ser detectados por los radares del servicio meteorológico de la zona de Oklahoma City. Algunos de ellos estaban en vehículos instrumentados con el Doppler Radar móvil que también contribuyó a las excelentes alertas emitidas para ese tornado.

La mayoría abandonó la zona cuando la circulación de la tormenta se hizo tan intensa que la visibilidad se convirtió en un problema. También se alejaron de Oklahoma City a fin de no obstruir las carreteras para quienes las transitan para desplazarse hacia sus trabajos, o para contribuir al caos que se presentaría allí si un tornado entrara en esa zona densamente urbanizada.

En los próximos días, sabremos más acerca de las decisiones que tomó ese día el grupo de Tim. Podría ser que él haya tomado algunos riesgos deliberados y que fuera sorprendido por el rápido movimiento del tornado en dirección norte.

Sería una doble tragedia si su recuerdo queda manchado por un supuesto de que él estaba en búsqueda de emociones o de publicidad personal. No lo hacía. Era un investigador activo contribuyendo a nuestro conocimiento.

Pero para el personal de manejo de emergencias, el hecho es que un cazador es un cazador, sea que él o ella sean o no meteorólogos. Aunque queda claro que los meteorólogos que persiguen tormentas saben cómo no interferir o saben cómo mantener los principales ejes carreteros libres de tráfico. No es claro que otros lo sepan.

Esta es una importante cuestión que la comunidad de investigadores/cazadores/observadores de tormentas deben afrontar en los próximos años.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a John Monteverdi.

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