OPINIÓN: Tepito, ¿un 'presunto culpable' de la inseguridad en el DF?
Nota del editor: Raúl Benítez Manaut es investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) , y presidente de la organización de la sociedad civil Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE).
(CNNMéxico) — Sobre el tema de seguridad en la Ciudad de México existen muchos mitos. Dada la violencia provocada por los grupos criminales del narcotráfico en algunos estados del norte y centro del país, con frecuencia pensamos que en la capital del país vivimos en un oasis o una burbuja de seguridad.
En municipios conurbados del Estado de México, como Ecatepec, e incluso en uno de los más ricos en ingresos del país, Huixquilucan, existen crónicas e investigaciones periodísticas que sostienen que La Familia Michoacana y los Zetas se han establecido en esos sitios, y que falta poco para que ingresen al casco urbano de la capital.
Hay muchas explicaciones sobre la existencia del cordón de seguridad en el Distrito Federal. Van desde la ruptura con las mafias locales que surgieron con la llegada al poder de los gobiernos de izquierda, desde que Cuauhtemoc Cárdenas ganó la jefatura de gobierno del DF en 1997, reconstruyendo a la par la policía de la capital —incluso contrató al famoso teórico de la tolerancia cero en Nueva York, Rudolph Giuliani en 2003—, sugiriendo controlar a fondo la corrupción e impulsando un ambicioso programa de profesionalización e introducción de modernas técnicas de inteligencia, hasta las medidas adoptadas entre 2006 y 2012 por el hoy hombre fuerte del gobierno federal en materia de seguridad, Manuel Mondragón y Kalb.
La gran pregunta es si el destino nos alcanzó y si se puede hablar de una mafia en Tepito , similar a Los Zetas, el cártel del Golfo o los grupos criminales urbanos de Tijuana o Juárez. En una acalorada conversación que tuve con uno de los especialistas en seguridad de la capital, Alejandro Encinas, exjefe de Gobierno del DF, quien categóricamente afirma que no existe alguna organización violenta como tal en Tepito, con características similares a las que tienen alcance nacional.
A pesar de la desaparición de 12 jóvenes en lo que podría ser un ajuste de cuentas entre las mafias de la capital en el bar Heavens After, en la Zona Rosa, Encinas me dijo que históricamente en las colonias Bondojito y Morelos sus habitantes viven de todo "lo ilegal": venta de mercancías robadas a los transportistas, copia de CDs para venderlos en todos los mercados ambulantes de la capital, venta de drogas al menudeo en discotecas y bares, etcétera.
Además, aparentemente otras colonias se especializan en diferentes actividades criminales como robo de autopartes (la Doctores y en la Delegación Iztapalapa) y se da el fenómeno de la trata de personas —principalmente mujeres jóvenes— y prostitución en casi toda la capital, pero se "distribuye y controla" esta actividad en un epicentro en las colonias viejas del centro de la capital. Dentro de esos grupos existe incluso una formada por coreanos inmigrantes desde hace 20 años que ha logrado posicionarse.
Los habitantes del DF temen que la capital se convierta en escenario de violentos crímenes . Hay desde explicaciones que señalan que la salida de Manuel Mondragón hacia el gobierno federal dejó un vacío de "expertos" y funcionarios que conocían a fondo la problemática capitalina de seguridad. Lo que es un hecho es que las estadísticas de crímenes aun ponen a la capital con índices "bajos" –de acuerdo a la media nacional-, según informes del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del DF. Aunque es alarmante que la comparación de los homicidios de 2012 y 2013 en la capital entre enero y mayo, haya mostrado un ascenso de 316 a 336 _en un comparativo de los primeros cinco meses_.
Considero que si no existe una mafia de Tepito, por lo menos sí ocurre una especie de "guerra" entre los grupos criminales que controlan los mercados de drogas en discotecas y bares. Falta regular a las autoridades de algunas delegaciones que permiten los after hours, bares y antros que abren ilegalmente hasta las 7 u 8 de la mañana, y cuyos clientes tienen acceso a todo tipo de sustancias. Me parece que lo mismo sucede en otros lugares, como en la Plaza Garibaldi.
Los jóvenes del DF, confiados en que su ciudad es segura, acuden a muchos de estos establecimientos y no son conscientes de los riesgos que enfrentan. Desde las colonias populares del centro, hasta las de moda, como la Condesa y la Roma, presentan un ascenso de estos crímenes.
Pienso que el gobierno de la ciudad, pero también el federal, deben poner un alto y romper con esquemas de corrupción a través del control real de las medidas de seguridad mínimas necesarias, pues a pesar de que aún no se sabe con certeza la existencia de un grupo criminal en Tepito, podrían configurarse organizaciones más sofisticadas si no se actúa con energía.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Raúl Benítez Manaut.