Nota del Editor: Verónica Baz es Directora General del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC:
). Síguela en su cuenta de Twitter:(CNNMéxico) — Hasta ahora han sido presentadas tres propuestas de reforma energética.
Los partidos políticos con frecuencia se abstienen de pronunciarse en temas que conllevan un costo político. Sin embargo, en materia energética tenemos actualmente tenemos tres postura claras y fácilmente identificables. La propuesta del Partido Acción Nacional (PAN)
Estos dos extremos le han permitido al Partido Revolucionario Institucional (PRI) llevar a cabo una propuesta que, aunque busca una apertura a la inversión privada en el sector (a través de contratos de riesgo), se posiciona en el centro ideológico. Así, el PRI tiene una oportunidad única: encabezar una reforma profunda mientras navega con bandera de "moderado".
Dos momentos
Muchos especialistas han calificado a
En la mira
Como con pocos temas, la sociedad está vigilante de cualquier proceso de reforma constitucional. Sin embargo, donde realmente se va a requerir el escrutinio público es en las leyes secundarias, proceso en el cual se establecerán las condiciones relevantes para el éxito o fracaso de la reforma. Aquí se requerirá hacer responsable a los tomadores de decisión, ya que el PRI solo necesita mayoría simple para que se aprueben los cambios a los reglamentos.
La consulta ciudadana
En las próximas semanas se
Si la opinión pública se opone, el PRD quedará como el fiel defensor de "lo que quieren los mexicanos" y si, por el contrario y en un caso remoto, los ciudadanos consultados estuviesen a favor de la apertura, el PRD podría sumarse sin pagar un costo político con sus bases. La consulta no tiene sentido desde una perspectiva institucional pero sí la tiene, para la izquierda, desde una perspectiva política.
Los casos internacionales
Cada vez que hablamos de un área en la que estamos rezagados, surgen los ejemplos de un sinnúmero de países. Que si hay que seguir el modelo del fondo soberano noruego o chileno; que si hay que voltear hacia Japón, Brasil, Colombia, Arabia Saudita o Venezuela. Cada quien escoge al país de su preferencia para justificar sus propuestas. Sin embargo, lo importante en esta discusión es establecer los objetivos y no perderlos de la mira.
¿Dónde queremos estar en 10 años? ¿Qué queremos ver en nuestro país? ¿Cuáles son los pasos que debemos tomar? Solo respondiendo estas preguntas es sensato salir a aprender de la experiencia internacional y adaptar de ella lo que mejor nos funcione.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Verónica Baz.