OPINIÓN: Peña Nieto eligió cambiar a México, no solo administrarlo
Nota del Editor: Francisco Labastida Ochoa es militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Se desempeñó como gobernador del estado de Sinaloa de 1987 a 1992, fue Secretario de Gobernación de enero de 1998 a mayo de 1999, durante el sexenio de Ernesto Zedillo, y fue candidato a la Presidencia de México en la elección federal del año 2000.
(CNNMéxico) — El presidente Enrique Peña Nieto presentó este lunes su primer informe de gobierno con un índice de aprobación ciudadana de 56%, según la más reciente encuesta de Consulta Mitofsky .
Existen factores que le han generado popularidad y otros que se la han restado, como el bajo crecimiento económico y la generación de empleos, que atribuyo a una mayor atonía en la economía de Estados Unidos, así como a factores internos, entre los que incluyo la incertidumbre que generan eventuales cambios.
Según la misma encuesta, en México, la preocupación sobre los problemas de índole económico aumentó en un 10%.
Pero para mí, lo importante, lo que es realmente de fondo, es qué quiere el presidente hacer con el poder. Ya lo dijo hace unos días: " este gobierno no vino a administrar, quiere cambiar, transformar... ".
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¿Es necesario cambiar a México?, estoy totalmente convencido que sí.
Me parece que el país dejó de evolucionar, de transformarse, desde hace por lo menos 30 años. Los problemas de pobreza, desempleo, desproporcionado empleo informar, mala calidad de la educación y de salud, así como la creciente inseguridad, crecieron lastimosamente, dolorosamente e inaceptablemente.
Los problemas económicos están íntimamente relacionados con dos reformas estructurales pendientes: la energética y la tributaria.
México tiene enormes cantidades de gas y oil shale, es decir, energía barata. La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) estima que el gas shale alcanzaría para más de 100 años . Lo relevante es que en Estados Unidos y México, el millar de pies cúbicos cuesta 3.50 dólares (unos 45 pesos), mientras que en Europa cuesta 12 (156 pesos) y en Japón más de 20 (260 pesos).
Contar con energía barata significa mayor competitividad, mayor crecimiento económico y más empleos. La energía barata significaría reducciones en el costo de la electricidad en los hogares, así como el del gas que deben pagar las familias.
Por otra parte, México cobra impuestos equivalentes a menos del 10% del Producto Interno Bruto (PIB). Así no se pueden atender los problemas sociales ni construir infraestructura suficiente.
Desde que tomó protesta, el presidente Peña Nieto eligió su método de trabajo: un Pacto entre los tres partidos más importantes del país y el Poder Ejecutivo. Es decir, el presidente optó por hacer política.
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Dicho Pacto ha dado la base de entendimiento para impulsar transformaciones de gran calado. Otras están en proceso. Algunas tienen grandes apoyos, pero como cualquier cambio que implica modificaciones de importancia, existen intereses que podrían verse afectados. Otras más, requerirán que las instituciones funcionen adecuadamente. El caso más notable es el de la seguridad pública, donde acaso por corrupción o ineficacia, habrá que rehacer casi todo.
Los cambios profundos deben hacerse al principio de una administración, para tener tiempo suficiente para consolidarlos.
El convencimiento y el diálogo sirven mucho en política, pero tienen un límite: ninguna minoría debe imponer a las mayorías su voluntad, porque se convertiría en dictadura. Una votación de 390 votos contra 69, es mayoría —como ocurrió con la Ley de Servicio Profesional Docente —. Y a eso se le llama democracia.
Tratar de imponer decisiones a través de la violencia, solo debe tener como respuesta la aplicación de la ley.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Francisco Labastida Ochoa.