OPINIÓN: Conocer la política interna de México, eje de la visita de Biden
Nota del Editor: Adolfo Laborde es director de la licenciatura en Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey, campus Santa Fe. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 1 del CONACYT.
(CNNMéxico) — La visita a México de Joe Biden, vicepresidente de Estados Unidos, podría parecer una más dentro de la intensa relación que guardan ambos países, pero no es así.
Una vez más, me parece que la situación actual de las relaciones entre México y Estados Unidos se ve determinada por la coyuntura de la política interna (de ambos países) así como por el contexto internacional.
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En el caso de la política interna de EU puedo citar el debate de la posible reforma inmigratoria de ese país así como las criticas hacia México por hechos o decisiones jurídicas-legales recientes, como la liberalización de Caro Quintero.
En el caso de México, parece que el abanico es mayor y con un grado de complejidad superior. En otras palabras, quizá resulta complejo a nuestros altos funcionarios explicar a sus pares de EU que entre el movimiento magisterial, los grupos de autodefensa o guardias comunitarias, y el debate por las reformas educativa , fiscal y energética, poco o nada se verá afectada la relación bilateral.
La 'cereza del pastel' de este enramado sería la situación en Siria y la posición que México guardaría ante una posible intervención —de cualquier tipo— en caso que fracase la propuesta de Rusia, que consiste, básicamente en que una fuerza multinacional comandada por las Naciones Unidas decomise todas las armas químicas con las que cuenta el régimen sirio.
¿Pero a qué viene Biden?
Partiendo de este escenario, en el terreno de la política interna de México (sin afanes de intervencionismo) pienso que, en primer lugar, quiere saber de qué forma se maneja la situación de las movilizaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y tal vez, para escuchar de viva voz si existe alguna correlación entre la Coordinadora y algunos miembros de las guardias comunitarias en Guerrero o Oaxaca.
La explicación de nuestro gobierno (que espero sea convincente) influirá para que el gobierno de Estados Unidos no emita una advertencia para que sus ciudadanos visiten México, ya que de ocurrir lo opuesto, no solo el sector del turismo se vería afectado, sino que iría en contra de los esfuerzos de las autoridades de distintas secretarías de limpiar y/o cambiar la imagen de nuestro país de un estado en guerra contra los grupos del crimen organizado a uno en proceso de pacificación.
En cuanto a las reformas, sin entrar en detalle, probablemente Biden esté interesado en escuchar de los principales actores políticos mexicanos su visión sobre las reformas emprendidas y de las que están por discutirse, pero sobre todo cómo afectarían o no los intereses estadounidenses, es decir, a sus empresas multinacionales establecidas en territorio mexicano, a través de la eliminación de los regímenes de excepción tributaria , o en el caso de sus empleados, mediante el aumento del ISR a su personal (un gran número de ellos) con ingresos mayores a $500,000 pesos, sin mencionar el impuesto a las operaciones en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
En el tema migratorio, posiblemente le gustaría escuchar la estrategia o postura del gobierno mexicano tomando en cuenta dos escenarios probables: que se apruebe o no una eventual reforma inmigratoria.
Finalmente, ante el tema de Siria, considero que Biden y su comitiva estarán muy interesados en llevarse una idea clara de la postura de México respecto al conflicto sirio, que siguiendo la tradición de la diplomacia mexicana, supongo, se alineará a lo que disponga la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Espero que el resultado de esta visita sea positivo y que lo que suceda, en ambas partes, redefina una agenda bilateral basada en el respeto y la cooperación.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Adolfo Laborde.