OPINIÓN: Ante el cambio climático, mejor prepararse para las consecuencias
Nota del editor: Mario Molina Pasquel y Henríquez fue el primer premio Nobel mexicano. Preside el Centro Mario Molina Para Estudios Estratégicos Sobre Energía y Medio Ambiente y es parte del sistema nacional del Cambio Climático en México. Este texto fue originalmente escrito para el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) y se reproduce con autorización del autor. Sigue la cuenta en twitter del Centro Mario Molina: @CentroMMolina.
(CNNMéxico) — El viernes pasado fue dado a conocer el Quinto Reporte de Evaluación (AR-5) del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
Han pasado siete años desde el último reporte. La evidencia científica que indica que nuestra civilización ha provocado un calentamiento global significativo continúa siendo abrumadora.
El reporte emitido por el Grupo de Trabajo I habla sobre la ciencia física del cambio climático y será complementado posteriormente por un conjunto de tres reportes cuidadosamente elaborados que serán difundidos durante los siguientes 18 meses.
El AR-5 es un compendio conservador y detallado de estudios revisados entre pares de cientos de científicos de todo el mundo, y debe ser reconocido como autoridad, pues proviene de un prestigioso grupo de élite cuyos hallazgos durante los últimos 20 años han contribuido en el diseño del políticas públicas y en guiar a los tomadores de decisiones en materia de cambio climático en los niveles más altos de la arena internacional.
Hoy es imperativo instruir a las audiencias en todo el mundo sobre la importancia de estos hallazgos científicos y la seriedad de la amenaza.
Necesitamos comunicar de manera efectiva que el cambio climático es real y que sus impactos son duraderos, así como las maneras en las que la humanidad puede minimizar y prepararse para sus consecuencias.
Es importante comprender que este es un problema ocasionado por nosotros, y que como tal, la solución debe emanar desde la sociedad humana.
Esto se traduce en la disminución del uso de combustibles fósiles, en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero , y en transitar hacia alternativas bajas de carbono y procurar un acuerdo internacional en la materia, todo como parte de un esfuerzo global.
Sabemos que las soluciones del cambio climático no serán fáciles, pero si valoramos las consecuencias esperadas debido a la inacción, a la parálisis, la sociedad perderá mucho más si el problema no es afrontado urgentemente.
Durante los últimos meses, el mundo ha presenciado algunas de las peores inundaciones en la historia, las cuales no solamente causaron un sinnúmero de pérdidas de vidas humanas, sino graves daños a las economías nacionales .
A pesar de las incertidumbres cognitivas residuales que tal vez nunca se eliminen por completo, estos eventos climáticos extremos, presentes en todas partes, factiblemente se tornarán más peligrosos y con efectos potencialmente irreversibles en las décadas que siguen a menos de que la sociedad disminuya de manera efectiva la emisión de gases de efecto invernadero.
Sin duda alguna el cambio climático está presente; hay una alta probabilidad de que sea de origen humano, por lo que la urgencia para que la ciencia hable ahora y que la sociedad trabaje en unísono son más claras que nunca.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Mario Molina.