OPINIÓN: ¿Cómo entrenar a tu cerebro para tomar mejores decisiones?
Nota del editor: La Dra. Tamara Russell es especialista en neurociencias y profesor visitante en el King’s College del London Institute of Psychiatry . Trabaja con personas y organizaciones acosejándolos sobre cómo deben utilizar las técnicas de conciencia plena para optimizar su desempeño y mejorar el bienestar mental y físico. Síguela en Facebook .
(CNN) — Al tomar una decisión importante, ¿qué tan consciente estás del proceso cerebral subyacente que apoya tu elección? Cuando actúas por instinto, ¿estás consciente de las señales corporales que fundamentan tus acciones?
Si bien parece que no hay tiempo para realizar una inspección detallada de la mente y el cuerpo en estos momentos críticos, los líderes preparados optan por el entrenamiento de la conciencia plena como manera de reprogramar su mente, mantenerse cuerdos y salir adelante en el desafiante ambiente de los negocios en la actualidad.
Esto permite a los individuos observar claramente las intenciones y reacciones subyacentes en todas y cada una de sus acciones: aprender cuando una acción se presenta por miedo a la incertidumbre o rechazo y ser más capaces de detectar una "acción segura" mediante las señales corporales.
Por medio de un entrenamiento repetido, la mente pone atención a las sensaciones del cuerpo a medida que entran al cerebro, el entrenamiento de la conciencia plena utiliza esta información para construir un entendimiento exquisitamente sensible de nuestras reacciones y respuestas en el mundo, tanto en el trabajo como en otros ámbitos de nuestra vida.
El término conciencia plena se refiere a un estado mental en particular: un estado alerta, consciente y completamente presente en lo que sucede a cada momento en el panorama mental y físico. Es importante decir que esta conciencia incluye un elemento de aceptación, no juzgar lo que se descubra en el proceso.
Se llega a la conciencia plena a través del entrenamiento de la atención. En nuestro entendimiento general, la atención es algo que dirigimos hacia afuera, hacia el ambiente: si algo placentero atrapa nuestra atención y volteamos a verlo, si algo molesto nos distrae, nuestra mente vaga.
Este proceso cambia la conectividad neuronal entre las regiones del cerebro relacionadas con la atención y la concentración. Suena bien, pero ¿cuál es el truco?
El truco es que necesitas entrenar a tu cerebro para obtener estos beneficios. Al igual que sucede con una visita al gimnasio y levantar pesas de manera repetida para desarrollar músculos, para mejorar el enfoque de la concentración y para construir una resiliencia emocional necesitas entrenar a tu cerebro.
Un entendimiento a profundidad de la conciencia plena a partir de una lectura sobre ella no cuenta como un entrenamiento para las redes neuronales. El punto de partida de estas prácticas es poner atención de manera sostenida a la respiración y al cuerpo.
Para obtener los mejores resultados, este entrenamiento se hace en un ambiente silencioso y dedicado. Por ejemplo, 20 minutos de práctica de conciencia plena en la cama por la mañana cambiarán radicalmente la manera en que experimentas tu día de trabajo y la manera en que te relaciones con otros.
En las primeras etapas del entrenamiento, al igual que sucede cuando acudimos por primera vez al gimnasio, hay frustración y molestia por nuestra incapacidad de permanecer enfocados y mantener el esfuerzo requerido.
Esto se debe a que es la primera vez que entrenamos a nuestras redes neuronales y la materia gris del cerebro es flexible y la mente indisciplinada.
La mente se aburre con facilidad y se distrae al pensar en millones de otras cosas que debería estar haciendo. También podemos sentirnos asustados cuando vemos la cantidad de actividad mental de la que no estamos conscientes.
Sin embargo, la práctica es suficiente para mantener y facilitar la capacidad de concentración, la productividad incrementa, hay menos distracción con correos electrónicos y llamadas telefónicas, además de mejorar la memoria.
Un estudio ha demostrado que el entrenamiento de la conciencia plena ayuda a reducir la disminución por edad en el número de neuronas en el hipocampo, una región del cerebro que es vital para la memoria. Tal vez sea más importante que podamos aprender a estar realmente presentes y atentos con los que realmente importan, nuestros seres amados.
¿Dónde se encuentra tu mente cuando tu teléfono suena o vibra durante una cena familiar?
Es más probable que se disparen hábitos mentales y reactivos cuando se dan situaciones de gran presión, aquellas que involucran emociones como el miedo y la ansiedad
La conciencia plena nos permite ver de manera más clara cómo se drenan las reservas energéticas el cerebro y cómo esto obstaculiza nuestra capacidad de resolver un problema de manera creativa.
El miedo genera opresión en la mente, lo que significa que nos aferramos a lo que conocemos y perdemos la capacidad de pensar de manera flexible.
Esto sucede a nivel individual y de manera más amplia en las organizaciones. Precisamente cuando necesitamos ser creativos, las condiciones de incertidumbre sobre nuestro futuro económico nos llevan a comportamientos conservadores que nos limitan.
Involucrarse con las sensaciones corporales en relación con estas emociones negativas es pieza central de la conciencia plena.
Una mejora en la atención es un feliz efecto secundario de la conciencia plena, pero el reto real ocurre cuando somos capaces de enfrentar el miedo de manera aceptable.
Los que están dispuestos a fracasar y pueden soportar la incertidumbre serán los que en último caso tengan éxito ya que sus recursos mentales han sido liberados de tal manera que permite emerger a la creatividad y al pensamiento flexible.
El entrenamiento en conciencia plena se encuentra en sectores tan diversos como la salud, los deportes, la milicia, la educación y en la sala de juntas.
Los líderes del futuro saben que tomará más que un conocimiento técnico y acceso a los datos y a las cifras para ser competitivos.
Por lo tanto, gigantes como Google y General Mills ahora incluyen el entrenamiento en conciencia plena en sus organizaciones.
La capacidad para comunicar, para escuchar verdaderamente, para ser flexible al responder y para ser creativo y valiente en la toma de decisiones son las llamadas habilidades "suaves" que los líderes consideran como esenciales para la salud y el crecimiento de su talento y sus negocios.
Las opiniones recogidas en este comentario pertenecen exclusivamente a la doctora Tamara Russell.