OPINIÓN: Jugadas simples y disfrutar, la clave del 'Tri' ante Costa Rica
Nota del Editor: Ernesto Campos dirige el área de RP deportivo en Edelman México, imparte el seminario de Periodismo Deportivo en la Escuela Carlos Septién García y fue coeditor en la sección Cancha, de Grupo Reforma. Síguelo en su cuenta de Twitter: @netie79
(CNNMéxico) — El milagroso gol de Raúl Jiménez ante Panamá me recordó un episodio similar del futbol mexicano, pero a la inversa, ocurrido en el Mundial de Alemania 2006 cuando Maxi Rodríguez, de Argentina, sepultó las esperanzas de un Tri que jugaba su mejor partido en 4 años bajo el mando de Ricardo LaVolpe, pero que cayó con un gol de antología.
Una jugada inspirada le dio a Argentina un partido más, que tal vez no merecía, y de la misma manera, ahora México tiene aire extra para enfrentar a Costar Rica.
Aún bajo estas circunstancias, en las que la Selección está viva de milagro , el entorno no ha comprendido en su totalidad la gravedad deportiva de los terribles resultados cosechados a lo largo de esta eliminatoria, y se sigue criticando el nivel de la Concacaf, menospreciando a los rivales e incluso burlándose de su infraestructura.
En su libro "Mi filosofía de triunfo", Michael Jordan resalta un punto vital en la obtención de todos su éxitos y este era "regresar a lo básico".
El futbol es un deporte competitivo que apasiona a millones de personas y que debe su popularidad en parte a ser muy simple. Tiene 17 reglas de las cuales la segunda mitad de ellas son derivadas de las primeras. Me parece que el medio deportivo mexicano se ha alejado de esa simpleza en la que el objetivo es meter más goles que el rival durante 90 minutos y se comenzó con la exigencia de tener que humillar a los demás rivales centroamericanos "por ser más chicos".
En cualquier actividad en un terreno de juego hay malos momentos y bajas de rendimiento, y el futbol mexicano no tenía por qué estar exento de ello. Se hicieron mal las cosas y por ello escasearon los buenos resultados. Se mantuvo hasta el límite de la terquedad a un entrenador que perdió el control de su trabajo y se insistió en incluir a jugadores que simplemente no pasan por un buen momento.
Ahora, en el duelo vital ante Costa Rica, en el que México necesita al menos el empate para asegurar el repechaje, algunos analistas deportivos y personajes del futbol mexicano mostraron indignación por las palabras del jugador tico Joe Campbell, quien comentó que el Tri estaba en esta situación de apremio por su soberbia, por "mirar de menos" a los rivales del área que han mejorado y por creer que "son España" cuando no es así.
Considero que las palabras de Campbell no se alejan de la realidad.
En el triunfo ante Panamá, la Selección Mexicana jugó muy parecido a los partidos anteriores y mostró determinación como único cambio real, pero los cuestionamientos más graves vinieron por no poder ganarle a un equipo inferior, cuyos jugadores no cobran tanto como los mexicanos y que el arbitraje salvadoreño fue penoso. Pocos hablaron de que México jugó a lo mismo que en todo 2013.
El futbol nacional, a nivel de selección mayor necesita retomar los básicos, comenzar por ganar, antes de por sentir la necesidad de golear. La exigencia debe ser el boleto a la Copa del Mundo basada en el rendimiento en la cancha , y no en la historia, que nos ha hecho calificar a 14 de los 19 mundiales que se han jugado.
Menospreciar a los rivales y burlarse de ellos, incluso cuando le ganan al equipo verde, le ha hecho daño al ambiente del equipo y lo metió en un juego inservible. Si se ganaba era una obligación, si se goleaba era por que el rival no servía, y si se perdía era el fin del mundo.
A Jordan le funcionó para ser el mejor basquetbolista de la historia y dentro de unas horas, ante Costa Rica, la selección mexicana debería seguir su ejemplo y regresar a los principios fundamentales del futbol. Es un juego, se debe jugar mejor que el rival, se deben ejecutar bien las jugadas más simples, como los pases cortos y se debe disfrutar el hecho de competir.
Todo lo demás puede quedarse en manos de la prensa o los expertos, pero si los jugadores se acuerdan de por qué juegan al futbol, seguramente tendremos un final feliz para el 'Tri', o al menos una renovada expectativa.
Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Ernesto Campos